Manuel Sandoval, pacifista enfocado a estudiar la energía atómica

17/04/2014 - 10:54 am

México, 17 Abr (Notimex).- Una biblioteca en Universum, Museo de las Ciencias, de la UNAM, y un centro de capacitación en Puebla llevan el nombre del físico mexicano Manuel Sandoval Vallarta, como un homenaje a su legado, el descubrimiento de que los rayos cósmicos tienen carga positiva, la cual sería identificada más tarde como carga de protones.

Sandoval, a quien se recordará este viernes, a 37 años de su deceso, fue también uno de los primeros físicos del mundo en estudiar la física de la relatividad y de la teoría cuántica, temas que le interesaron gracias a sus maestros Max Planck y Albert Einstein, a quien, se dice, conoció cuando el alemán asistía a Princeton y Sandoval lo visitaba para compartir su afición por la música.

Todos los trabajos de Sandoval Vallarta contribuyeron a los estudios sobre energía nuclear, aunque él no hizo investigación directa y siempre rechazó el uso de la ciencia para cuestiones militares, según destaca Federico Lazarín, coordinador del Archivo Histórico Científico Manuel Sandoval Vallarta (AHCMSV).

Del científico mexicano, nacido el 11 de febrero de 1899, se sabe poco a nivel biográfico. No así de su perfil profesional, donde destaca como pionero de la física en todo Latinoamérica y por sus amplias contribuciones a la física teórica y en particular a la de los rayos cósmicos.

De acuerdo con diversos documentos curriculares, en 1921 obtuvo el grado de Ingeniero Eléctrico en el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), y tres años después el de doctor en Ciencias en Física Matemática, con una tesis sobre “El modelo atómico de Bohr desde el punto de vista de la Relatividad General y el cálculo de las perturbaciones”.

Se sabe que ganó una beca Guggenheim que lo llevó a la Universidad de Berlín y fue allí donde conoció como profesores a Albert Einstein y Max Planck, con quienes el maestro tenía una relación no sólo profesional sino de amistad, según se ha documentado.

En 1932 regresó al MIT, donde trabajó con George Lamáitre, en una teoría cuantitativa del movimiento de una partícula cargada de electricidad en el campo magnético terrestre, unos años después, ya en México, creó el Instituto de Física de la UNAM (1939), que dirigió Alfredo Baños, con quien inició un programa de colaboración con el MIT, donde ya había sido nombrado Sandoval como emérito.

Cinco años después, el científico mexicano dejó su puesto en el Instituto para volver a México, como director de Instituto Politécnico Nacional, hasta 1947, a la par que escribió decenas de artículos de divulgación de la ciencia en medios de internacionales.

Sandoval llegó a ser secretario de Educación Pública (SEP) y miembro de instituciones como El Colegio Nacional (1943).

Sus investigaciones fueron distinguidas en el mundo con la medalla de la Legión de Honor del gobierno francés, en 1952.

En México recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Ciencias Exactas, en 1959, y desde 1961 lo hicieron miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias.

Según El Colegio Nacional, también fue miembro de la Sociedad Mexicana de Física (fundador, 1952), la Asociación Canadiense de Físicos (1953), la Sociedad de Física del Japón (1953), la Sociedad Filosófica Americana (1954), la Academia Americana de Artes y Ciencias y muchas otras agrupaciones.

Tras representar dignamente a México en sinnúmero de reuniones internacionales, Sandoval Vallarta murió aquí el 18 de abril de 1977. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres, a la que fueron trasladados desde 1988.

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