México, 18 Abr. (Notimex).- Visitantes internacionales y nacionales acuden a la 171 representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, al enterarse de ella en los periódicos de su país, los primeros de ellos; y por tradición familiar heredada, los segundos.
Así es el caso de Larry McCoy, un irlandés de 28 años de edad, quien junto con su esposa, viajó desde su nación por primera vez a México para sacar fotografías de la escenificación tras enterarse de la misma a través de los diarios de su país.
“Vine dos semanas de vacaciones a México por motivo de la Semana Santa, aunque antes recorrí desde hace tres meses Belice, Guatemala Costa Rica, Panamá y Nicaragua”, señaló el europeo mientras le sacaba una gráfica en el Jardín Cuitláhuac a uno de los más de mil 200 nazarenos que participan en la representación.
McCoy señaló que lo que más le llama la atención observar sobre la celebración de este viernes es la crucifixión en el Cerro de la Estrella y el pasaje bíblico de cómo se lava las manos Poncio Pilatos.
“En mi país la representación es muy pequeña, pese a que casi el 70 por ciento de los habitantes profesan la religión católica”, explicó.
En tanto, Guadalupe Miranda, vecina de Tulyehualco, de 54 años de edad, refirió que asiste desde hace una década a la representación por herencia familiar y porque en esta ocasión su hijo menor, de tres que tiene, participa por vez primera en la escenificación.
“Desde hace 10 años asistimos a la Representación, los nueve años anteriores fue por gusto y ahora porque mi hijo participa en la misma como soldado romano”, apuntó la oriunda de Tabasco.
En tanto, Juan José Rodríguez, responsable del módulo de atención médica instalado al costado izquierdo del escenario principal refirió que en el mismo se aplican vacunas contra el tétanos y el sarampión a los visitantes de tres a 33 años de edad.
“Además atendemos insolaciones y laceraciones en los pies tanto de visitantes como de actores”, indicó el galeno, quien informó que hasta el momento solamente se había llevado a un hospital de la zona a un menor por una caída que le ocasionó una pequeña descalabrada.
