Luis H. Álvarez fue Alcalde de Chihuahua y uno de los primeros en ocupar esa posición desde un partido opositor. Tenía 96 años de edad al morir. Durante décadas fue uno de los miembros más prominentes del consejo político del PAN, desde donde marcó profundamente a ese partido. Luchó en las calles por la democracia mexicana, y en 1988 negoció con Carlos Salinas de Gortari en las llamadas “concertacesiones”, un momento polémico de su carrera. Como sea, fue clave en la llamada transición mexicana.

Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).– Luis H. Álvarez, uno de los ideólogos principales de la segunda mitad del Siglo XX en el Partido Acción Nacional (PAN) y pieza clave de la llamada transición mexicana, murió este día en la capital del país, a los 96 años de edad.

Álvarez Álvarez, del estado de Chihuahua, militó y dirigió al PAN. Fue una vez candidato a la Presidencia de México y también fue Alcalde de la Ciudad de Chihuahua, uno de los primeros en ocupar tal posición desde un partido opositor en la historia de México.

Luis Héctor Álvarez nació en octubre de 1919 en Camargo, Chihuahua. Era miembro del PAN desde 1955. Fue candidato por ese partido a la Gubernatura de Chihuahua en 1956 y a la Presidencia de la República en 1958; lo peleó contra Adolfo López Mateos, por el PRI.

Fue Alcalde de Chihuahua de 1983 a 1986, y dirigente nacional del blanquiazul de 1987 a 1993. En 2010, el Senado le otorgó la Medalla Belisario Domínguez.

Apenas en octubre pasado, Blanca Magrassi, su esposa, falleció.

En la década de 1980, fue pieza clave para impulsar un sistema democrático y una lucha ciudadana contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Encabezó movilizaciones de resistencia civil, hizo huelgas de hambre, caminó junto a otros para expresar su desacuerdo con el sistema electoral.

Pero el líder panista también fue clave para que Carlos Salinas de Gortari asumiera la Presidencia de México en 1988.

A los acuerdos de él con Salinas –en el que participaron entre otros Diego Fernández de Ceballos– se les bautizó como “concertacesiones”. Estos acuerdos habrían validado el fraude electoral de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Álvarez reconoció muchas veces haber conversado con Salinas de Gortari después de la elección de 1988. También aceptó que prefirió apoyarlo y apostar por “la estabilidad del país”. Ese respaldo, dicen sus críticos, le dio legitimidad a uno de los gobiernos más cuestionados del México contemporáneo.

En 1987 llegó a la presidencia nacional del PAN y se reeligió en 1990. Para algunos, es él quien hace despegar al PAN; para otros, abrió una peligrosa puerta para “negociar” con los poderes de facto para hacer más lentos o de plano frenar los cambios que la transición democrática demandaba.

Lo cierto es que la llegada al PAN de personajes como Manuel Clouthier, Francisco Barrio Terrazas o Ernesto Ruffo Appel, e incluso el mismo Vicente Fox, no se entienden sin él.

Don Luis H. Álvarez logró la primera gubernatura de oposición en la historia: la de Baja California, con Ernesto Ruffo Appel.

“Don Luis” fue Senador por Chihuahua de 1994 a 2000, año en el que el Presidente Vicente Fox lo designó Coordinador para el Diálogo para la Paz en Chiapas, aunque el EZLN nunca lo reconoció.

Felipe Calderón Hinojosa lo nombró Comisionado para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en 2009 y un año después asumió alguna otra tarea federal.

Luis H. Álvarez es personaje clave para entender el México contemporáneo.

LA CLASE POLÍTICA REACCIONA 

A través de su cuenta de twitter el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa expresó “Luis Héctor Alvarez, el más grande de los constructores de nuestra democracia, mexicano ejemplar, ha fallecido. Descanse en paz con Blanca”. “Adiós mi queridísimo Don Luis, muchas gracias por su vida y su amor por México”.

Su esposa y posible candidata a la presidencia en 2018, Margarita Zavala, dijo por medio de la misma red social “Falleció Don Luis H. Álvarez, demócrata, patriota, comprometidos con México y entrañable maestro y amigo”.

En la cuenta oficial del Acción Nacional se lee “ Nos ha dejado uno d los más grandes panistas de la historia, Don Luis H. Álvarez, incansable demócrata y Luchador de las causas sociales”. En un segundo tuit destaca “Nos deja un legado invaluable, su ejemplo nos inspira y motiva a luchar por México. Descanse en paz, Don Luis”.

El panista Santiago Creel también compartió sus condolencias “Con tristeza me entero del fallecimiento de un gran mexicano, Don Luis H. Álvarez, descanse en paz”

Por su parte el ex Presiente Vicente Fox Quesada tuiteó “ Viva don Luis¡¡¡ Mi padrino político, mentor ,mi ejemplo mi héroe. Viva por siempre”.

Minutos más tarde el Presidente Enrique Peña Nieto compartió en sus red social el mensaje “Lamento el fallecimiento de Luis H. Álvarez, importante actor de la democracia mexicana. Mis condolencias a sus familiares y seres queridos”.

En declaraciones para SinEmbargo, el Ernesto Ruffo Appel dijo que Álvarez Álvarez fue un ejemplo, dentro del PAN. Recordó a su esposa e indicó que ambos representaron una pareja importante para Acción Nacional debido a que ocuparon varios cargos dentro del Partido: “Don Luis nos dio rumbo, nos dio compromiso, nos dio fe”.

El ex Gobernador de Baja California consideró que Luis H. vivió un momento muy polémico durante la historia reciente, pues fue durante su presidencia dentro del PAN que ocurrió “la caída del sistema” de 1988 cuando hubo acusaciones de un fraude en las cuales resultó perdedor Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Carlos Salinas de Gortari se erigió como Presidente de México.

Ante esos hechos, dijo Ruffo Appel, la respuesta de Álvarez Álvarez fue de “darle cierta estabilidad política” al país. “Es un ícono en el PAN”, responde respecto al legado que deja al partido que lo cobijó durante su carrera política. “Yo siempre lo vi con admiración. Siempre me trató con cariño. Yo a él le significaba el fruto de muchos de sus éxitos”, confiesa el Senador.

Por su parte, la Senadora Marcela Torres Peimbert coincidió que el ex candidato a la Presidencia de México fue un ejemplo: “fue un hombre congruente en lo público y en lo privado”. “Es un hombre [aún habla de él en presente] que puede sostener un dicho; nunca tuvo nada que esconder. [Fue] un hombre honesto, un hombre valiente”.

A Torres Peimbert le sorprende que él fue una persona trabajadora y es el ejemplo que ella quiere seguir. La humildad con la que enfrentó la situación con el EZLN (cuando Vicente Fox lo nombró negociador en el conflicto en Chiapas), es algo que también destaca como ejemplo que a ella le gustaría seguir.