En mi colaboración anterior hablé del verdadero voto útil. Aquél que se centra en la posibilidad de que el voto en blanco cuente de forma tal que, ante la anulación, los partidos políticos reciban menos recursos públicos: un verdadero castigo a su falta de propuestas o de candidatos que convengan a los electores.

De inmediato fui tachado de ingenuo y tenían mucho de razón. Si son los partidos políticos, a partir de los legisladores, quienes deben aprobar dicho movimiento, resulta casi ridículo suponer que algún día promoverán una ley de ese tipo. No les conviene a los mismos que deben legislar en torno a ella. Había mucho de razón en esa crítica. Si acaso me quisiere justificar, diría que el mío era un ejercicio más que de ingenuidad, de imaginación. El deseo legítimo de que nuestra democracia funcione bien.

También recibí otro comentario, éste por teléfono. Un buen amigo me hizo ver que mi idea no tenía nada de original y, más aún, había una persona que ya había hecho intentos mucho más interesantes que el mío, para conseguirlo. Pedro Kumamoto. A la ley se le conoce como Sin voto no hay dinero, sólo aplicará al estado de Jalisco y entrará en vigor en 2019. No conozco los reglamentos específicos pero es un gran paso a favor de la democracia.

Tras informarme un poco, confieso que me entristecí. Pedro Kumamoto es un candidato independiente al senado. Por razones geográficas, yo no puedo votar por él. Y eso es lo que me genera cierta impotencia. Me encantaría emitir mi voto por un candidato como él, independiente en verdad y no renegado de algún partido político. Más aún, sus propuestas son tan frescas como poderosas y no carga con el pesado lastre de los políticos tradicionales. Como no puedo emitir mi voto por su persona, deseo, sinceramente, que consiga el cargo por el que contiende.

Ahora bien, no soy el único en mi circunstancia. Tan es así, que existe ya un hashtag en redes sociales: #megustariavotarporKumamoto. Es probable que el sólo deseo no baste, pero quizá el ruido sí. Algunos indecisos que sí pueden votar por él podrían convencerse si muchos nos sumamos a la causa. Claro está que hay otras formas: donativos y presencia en eventos públicos. El problema de éstos es que no todas las personas están en condiciones de aportar. Sin embargo, aquéllas que sí pueden, empresarios y benefactores, bien podrían asomarse a sus plataformas de gobierno para ayudar a su campaña.

Es cierto que fui algo ingenuo en mi columna anterior. No importa, la ingenuidad es una forma de validación del desencanto. Uno fantasea a partir de lo que no tiene pero sabe deseable. Por fortuna, existen personas que no se limitan a los ejercicios de la imaginación, sino que ponen manos a la obra para que las cosas cambien. Uno de ellos es Pedro Kumamoto. Enhorabuena que podamos tener políticos así en medio de campañas terribles. Siendo éste el estado de la vida política actual, insisto: #megustariavotarporKumamoto

Jorge Alberto Gudiño Hernández

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Jorge Alberto Gudiño Hernández es escritor. Recientemente ha publicado la serie policiaca del excomandante Zuzunaga: “Tus dos muertos”, “Siete son tus razones” y “La velocidad de tu sombra”. Estas novelas se suman a “Los trenes nunca van hacia el este”, “Con amor, tu hija”, “Instrucciones para mudar un pueblo” y “Justo después del miedo”.

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