México

EPN dice que las labores de rescate no cesarán; millones pasan la noche sin electricidad en la CdMx

19/09/2017 - 10:00 pm

Escenas como estas recuerdan el terremoto del 19 de septiembre de 1985, cuando como hoy, las personas salieron a la calle, con los ojos llorosos, inmersos en sus propias preocupaciones, aturdidos entre decenas de edificaciones que presentan daños materiales.

Hoy la constante eran personas con el celular en la mano, buscando señal telefónica, buscando certezas. El miedo se propaga por la ciudad.

Rescatistas y ciudadanos laboran entre los escombros y en penumbras en la capital del país. Foto: Cuartoscuro

Por Shaila Rosagel, Ivette Lira, Efrén Flores y Antonio Hernández

Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).- La capital del país, hoy, como hace 32 años, fue sacudida por un fuerte temblor. Y hoy, igual que en 1985, la solidaridad de los mexicanos se ha expandido.

El Presidente Enrique Peña Nieto informó esta noche que integrantes de la Marina, el Ejército y la Policía Federal están atendiendo la emergencia en la Ciudad de México, Puebla, Morelos y Estado de México. En la capital del país, dijo, 40 por ciento de la población permanece sin energía eléctrica.

“Varias personas perdieron la vida, incluyendo niñas y niños en centros educativos y en viviendas”, dijo el Presidente en un mensaje en cadena nacional.

El Jefe del Ejecutivo federal anunció que se han instalado albergues para atender a las víctimas del sismo, y que las labores de rescate no cesarán. Recomendó a la población permanecer en sus casas y evitar colapsar las calles con vehículos.

La noche cayó en la Ciudad de México y con ella la penumbra en las colonias Roma y Condesa en donde no hay electricidad. Las labores de rescate continúan en medio de la noche. Cientos de personas llegan con víveres al centro de acopio del Parque España.

A unos metros, en la calle Laredo y Avenida Nuevo León se vive la tragedia: los rescatistas trabajan quitando escombros para salvar vidas en un edificio de departamentos que se derrumbó por el sismo de este día.

“No han sacado a nadie, ni vivo ni muertos en el tiempo que llevo aquí”, dice un elemento del Ejéecito.

El militar tiene seis horas acordonando el área, asegura. Una enfermera brigadista espera su turno. A las 10 de la noche ingresará a la zona en donde trabajan los rescatistas.

“Yo escuché que hay víctimas. Es lo que escuché”, dice.

Otro militar comenta que sólo vio que rescataron un cachorro de entre los escombros.

Continúan las labores de rescate en el edificio colapsado de Bolivar y Chimalpopoca, en donde se presume que hay todavía gente atrapada. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro
Cientos de voluntarios se sumaron a las labores de rescate en la CdMx. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro
Se escuchan los silvatos, los voluntarios piden cooperación para comprar más lámparas. Foto: Rodolfo Angulo, Cuartoscuro.

Una joven que dice que vive a dos cuadras pide ingresar. Es médico, argumenta, pero no le permiten el paso.

“Vine a ayudar a la gente. Déjeme pasar. Le aseguro que ahí está lleno de civiles”, les dice.

Pero es inútil. Los militares y los brigadistas traen puestos cubrebocas. Hay fuga de gas. El olor a gas se extiende por la calle Laredo, pero la gente sigue llegando con agua, alimentos, pilas.

Se escuchan los silvatos, los voluntarios piden cooperación para comprar más lámparas. La luz se fue casi a las nueve de la noche. El voluntariado trabaja en la obscuridad.

“Medicinas! Material de curación!”, gritan en la calle Laredo.

“Agua! Alimentos por acá! “, piden en el parque.

En la calle Salamanca y Puebla también están a obscuras.

Los brigadistas desalojan la calle y a los voluntarios que llegan con ayuda, por otra fuga de gas.

Durante las labores de rescate, a la que se sumaron decenas de ciudadanos, la noche y la lluvia cayeron.

Las labores de rescate continúan en medio de la noche. Foto: Cuartoscuro

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó 3.8 millones de clientes sin electricidad en el Valle de México, Puebla, Morelos y Oaxaca.

Muchos capitalinos esperaban pasar la noche fuera de sus casas, por ser las zonas más afectadas. Inmuebles en diversos puntos fueron habilitados como refugios.

En la colonia Educación, en la delegación Coyoacán, colapsó un edificio habitacional, donde al menos tres personas– una mujer y dos niños de 4 y 10 años– se encontraban atrapados. La ayuda no se hizo esperar.

Gente de todas las edades, con palas y cubetas ofreció sus manos para apoyar. Pronto se realizó una cadena de más de 70 personas para pasarse los recipientes repletos de escombros. Otras más llegaban con paquetes de agua embotellada y de cubrebocas.

Un par de mujeres se acercaron desesperadas a pedir información. “No sabemos nada de mi prima y sus dos hijos, no contesta el teléfono y no sabemos si está allí en su casa”, dice señalando un montón de escombros, mientras llora desconsoladamente.

Cerca de ese lugar, sobre Calzada de Tlalpan de sur a norte, otro edificio se derrumbó. La avenida principal luce repleta de ambulancias, gente curiosa y otra con ganas de ayudar. “Nos ayudan mucho si se van de aquí, si no estorban”, reprende una mujer a un par de jóvenes que ofrecían su apoyo.

Mientras tanto, en distintos puntos de la urbe que tuvo que renacer prácticamente de entre las cenizas hace más de tres décadas, conductores se detenían para ofrecer “aventón” a las decenas de personas que caminaban largos trayectos para reunirse con sus familiares. “Súbanse, voy rumbo al centro”, ofrendó un señor desde su camioneta, a un grupo de personas que se dirigían al metro General Anaya.

En la imagen, un centro comercial ubicado en Taxqueña y Tlalpan. Foto: Ivette Lira, SinEmbargo
Un Soriana colapsó en Taxqueña tras el sismo. Foto: Ivette Lira, SinEmbargo

Gran parte de la tienda Soriana Taxqueña colapsó, a pesar de lo aparatoso de la imagen, Ana Paola Morales, del equipo de comunicación de la tienda, informó a SinEmbargo que “la gente fue desalojada a tiempo y no se reportan heridos”.

Además, a través de un comunicado, la cadena de supermercados manifestó que continúan trabajando con las autoridades de protección civil “en las verificaciones correspondientes para reconfirmar la información a la brevedad”.

No obstante, SinEmbargo ha recibido denuncias de que en las zonas de Santa Fe, Tacubaya, Observatorio y Pantitlán, delincuentes aprovechan el lento tráfico vehicular para despojar a los automovilistas de sus pertenencias.

Cuerpos de rescate y sociedad en general ayudan en las labores de rescate. Foto: Ivette Lira, SinEmbargo
Decenas de edificios caídos, servicio de transporte colapsados. Foto: Ivette Lira, SinEmbargo
El sismo también reveló que la ciudad no está preparada. Foto: Ivette Lira, SinEmbargo

Las calles en el centro de la Ciudad de México fueron por varias horas un hormiguero alborotado: oficinistas, familias, escuelas, burócratas salieron asustados a las calles, esta tarde, ante el sismo de 7.1 grados, que hoy como hace 32 años, sacudió a la capital del país.

El saldo hasta el momento: más de 150 muertos en cuatro estados y la capital mexicana, decenas de edificios caídos, servicio de transporte colapsados.

El sismo también reveló que la ciudad no está preparada: una gran parte se quedó sin energía eléctrica y todavía en la noche no era posible restablecerlo.

En las calles las personas se aglutinaba y el éxodo de peatones no cesaba, varios regresaban a sus casas, otros buscaban a sus familiares y caminaban entre los autos de las avenidas principales de las colonias Condesa, Roma Sur, Roma Norte y Escandón.

David Ramíez aseguró que caminó desde el Zócalo capitalino hasta la colonia Escandón, ” todo Fray Servando, Insurgentes estaba inundado de gente”.

Vecinos se unieron a las labores de rescate. Foto: Cuartoscuro

Las sirenas de los bomberos, ambulancias, policías y cuerpos de protección civil se entremezclaron con los gritos solidarios de personas que dirigían el tráfico y daban instrucciones a las personas para protegerse. Los civiles fueron autoridad durante ese tiempo.

“Botellas de agua y medicinas para los rescatistas”, “Apaguen sus cigarros porque hay fuga de gas”, “Silencio para escuchar a las personas atrapadas”, decían las voces alrededor del edificio que se derrumbó en la esquina de San Luis Potosí con Medellín-, mientras rescatistas profesionales y civiles cargaban escombros.

Incluso el Ejército mexicano llegó para apoyar en las labores.

“Si no vana ayudar no estorben, por favor”, se escuchó reclamar a quienes cargan y recogían los restos del inmueble. “Para atrás”, decían otros.

En la calle de Tuxpan con Tehuantepec la fachada de otro edificio se desmoronó.

Los peatones encontraban a su paso cristales rotos, escombros de viviendas y oficinas.

Vecinos, policías y bomberos, remueven los escombros en busca de personas que quedaron atrapadas en un edificio colapsado en la colonia Emperadores, al cruce con la calle Petén y avenida Zapata. Foto: Cuartoscuro

El Hospital Dalinde, ubicado en Tuxpan con Baja California, presentaba algunos daños superficiales; la tienda de muebles Vianey, en Manzanillo y Baja California, lucía agrietada, una de sus columnas cedió y la pared del lado oeste luce inclinada. “Se va a caer”, advertían los caminantes.

El edificio contiguo también sufrió daños. Lo que antes fue un toldo ahora es una maraña de alambres polvorientos. Los vidrios reventaron y parte de las paredes se desprendió.

Escenas como estas recuerdan el terremoto del 19 de septiembre de 1985, cuando como hoy, las personas salieron a la calle, con los ojos llorosos, inmersos en sus propias preocupaciones, aturdidos entre decenas de edificaciones que presentan daños materiales.

Hoy la constante eran personas con el celular en la mano, buscando señal telefónica, buscando certezas.

Elementos de Protección Civil llaman a la calma en el edificio colapsado en la colonia Emperadores. Foto: Cuartoscuro

A pesar de que el sismo de este martes fue menos intenso que el de hace unos días [8.2 grados], el epicentro estuvo más cerca. En Axochiapan, Morelos, localidad limítrofe con el estado de Puebla.

En muchos lugares no hay luz e inclusive hay fallas en el servicio de agua. Las autoridades solicitan a la población que chequeen las instalaciones de gas, por si hay fugas. Las clases a nivel primaria y secundaria fueron suspendidas.

En el mercado Escandón, la señora Magaly Cruz narró que se encontraba en la estufa de la fonda en que trabaja.

“Lo primero que hice fue apagar el gas”. Sus cuatros hijos y sobrinos se encontraban en la escuela. “Entre siete personas corrimos a buscarlos”.

Las personas se coordinaba para sacar Foto: Sugeyry Gándara, SinEmbargo

La joven señora pide ayuda a Protección Civil capitalina para que revisen los daños en el mercado.

La comerciante del tianguis de la calle Salvador Alvarado, en la colonia, Escandón, Paola Volante narró que al momento del sismo “hubo un silencio” en todo en el tianguis “no gritaron, no se alteraron”, “me hinqué en mi puesto, se oía como tronaba la tierra”.

La médico Ana González, a unos metros del mercado ambulante, narró que un joven llegó herido, ” se le cayó un tabique. Lo apoyó un médico que salió a ayudar a la gente.

Viridiana Villalobos, trabajadora administrativa en un jardín de niños, señaló que ” afortunadamente habíamos hecho el simulacro antes y supimos qué hacer”. Alrededor de 130 niños fueron evacuados por los 15 maestros y oficinistas, sin reporte de heridos, “los padres comenzaron a llegar rápido porque no había, luz ni línea de teléfono”.

El señor Tadeo Duran, conserje del edificio ubicado en el de progreso 124, apuntó que se encontraba en la azotea del inmueble de cuatro pisos, “saqué a mi familia y me puse a rezar. Los inquilinos estaban en crisis”.

El trabajador pide que se revise la edificación porque “hay grietas”.

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