Joan Carling, indígena de Filipinas y miembro del Foro, manifestó que muchos gobiernos presionan para eliminar referencias a los pueblos indígenas en los planes de desarrollo de la ONU, por intereses a menudo “indistinguibles” de los intereses privados de las empresas.

“Las negociaciones sobre los objetivos de desarrollo son un proceso entre gobiernos, pero sabemos que hay mucha presión del sector privado sobre cómo serán usados los recursos naturales”, dijo la representante indígena.

Aseveró que en las propuestas de desarrollo basadas en esquemas públicos y privados, por ejemplo, se reducen las posibilidades de rendición de cuentas públicas, y que entonces “alcanzar los objetivos de desarrollo queda en las manos del sector privado”.

“Unos de los mayores opositores (a reconocer los derechos indígenas) son, por supuesto, las industrias extractivas: las mineras y las empresas de gas y petróleo. También en cierto sentido la hidroeléctricas, aunque éstas han creado ciertos mecanismos de protección para los pueblos indígenas”, señaló.

Carling explicó que los pueblos indígenas quieren tener voz en la manera en que son explotados sus recursos, así como en los proyectos que sean creados en sus territorios.

Añadió que sus propuestas deben quedar reflejadas en la agenda del desarrollo posterior al año 2015.

De otro modo, consideró Carling, “nosotros seremos dejados solos una vez que nuestra tierra haya sido devastada, como vimos en las pasadas experiencias. No queremos que eso nos pase otra vez, ahora bajo el nombre del desarrollo sustentable”.

El Foro Permanente de la ONU sobre las Cuestiones Indígenas es una reunión anual celebrada en Nueva York, donde miles de delegados de los pueblos autóctonos discuten durante dos semanas los retos de sus comunidades y la manera de incidir de manera en discusiones sobre desarrollo.