Yo, empacador: Las historias detrás de 10 paqueteros de la tercera edad

20/11/2016 - 12:05 am

Un solo supermercado de Mexicali, Baja California. 9 hombres y una mujer. Seis estados y 10 ciudades diferentes. Dos países. Todos ellos de más de 60 años trabajando en un supermercado, ¿son explotados?, ¿siguen trabajando por necesidad? ¿por distracción? Ellos mismos cuentan su historia.

Por Lucía Treviño

Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).– Cada vez que estás a punto de pagar en la caja del supermercado una persona de la tercera edad toma su lugar al final de la caja y empaca tus compras. ¿Has pensado “pobrecito a esa edad no debería trabajar”, o por el contrario, “qué buena onda una persona mayor que puede trabajar” o “estos malditos los explotan” o “qué bien que hay lugares que aceptan trabajar con las personas de la tercera edad”?

Al ver a una persona de unos 60 o 70 años, de pelo cano, espalda encorvada, arrugas en la piel, moviéndose hacia acomodar los cartones de leche, la papaya, el kilo de manzanas, el par de aguacates y las servilletas, surgen las dudas, el cuestionamiento y diversas emociones al respecto. ¿A caso no solían retirarse de su actividad laboral las personas de la tercera edad? ¿Por qué la mayoría ya no está pensionado? ¿Estas personas están sufriendo por tener que trabajar? ¿Tienen que trabajar o lo hacen por gusto? ¿Qué sentiría al ver a mi madre o a mi abuelo empacando el mandado de otro?

El puesto de empacador surge a raíz de cerrar una cadena de producción que comienza en el campo, en las fábricas y en la elaboración de los productos. Se trata de una persona que se dedica a rápidamente acomodar los víveres de otra persona, de una pareja o de una familia. Del buen acomodo de las cosas depende que ningún huevo salga roto o que el pan quede aplastado.

Antes te encontrabas que eran niños los que lo hacían, todavía hay niños haciéndolo en diferentes supermercados, ahora la mayoría son las personas de la tercera edad.

Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en el 2010 había 215 mil 854 adultos mayores de 60 años. En el 2015 la población aumentó a 280, mil 637, siendo 130 mil 426 hombres y 150 mil 211 mujeres.

Las siguientes diez entrevistas nos dan una idea de la vida de cada una de estas personas; de dónde vienen, por qué lo hacen, cómo se sienten al respecto.

JOSÉ CASTRO

61 años, originario de Guasave, Sinaloa. Reside en Villa Colonial en Mexicali.

José Castro. Foto: Lucía Treviño
“Te puedo decir que es uno de los mejores trabajos que he tenido”. José Castro. Foto: Lucía Treviño

1. ¿En qué ha trabajado?

Uh, he sido taxista, mantenimiento en los hoteles; he trabajado en ventas de artículos eléctricos, muebles y trayendo mercancía del otro lado.

2. ¿Está casado?

Sí, casado.

3. ¿Tiene hijos?

Sí, tres. De 32, 28 y 23 años.

4. ¿A qué se dedica actualmente?

Empaquetando. Desde hace unos seis meses. Es la primera vez que trabajo como empacador. Las propinas varían; los días malos andan en 170, 150 pesos el día. Los días buenos también varían 200 o 250; la jornada es de cuatro horas diarias.

5. ¿Cómo le parece el trabajo? ¿Cómo se siente?

Muy bien, aquí viene uno y se relaja un poco, porque ya al estar en la casa sin hacer nada se siente decaído y aquí no. Y aquí sientes que vuelves a hacer algo, a estar activo, porque el estar inactivo en la casa como que nomás no. Se siente que se está enfermando uno sin hacer nada. Y aquí te distraes y a parte gana una feriecita extra. Como estoy agarrando la jubilación pues ya es una feriecita extra. Y como la jubilación es cada mes, de aquí que llega el cheque ya lo debe uno todo. Me estoy jubilando del Seguro Social.

6. ¿Cómo supo de este trabajo?

Porque cada vez que venía al mercado veía a los señores trabajar, entonces se me vino la idea de hacer algo parecido para no tener que hacer algo en el sol. Ahorita por la edad nos afecta más el clima, tanto el frío como el calor, entonces hay que estar en un lugar como ahorita, aquí en lo fresco y está uno más tranquilo y relajadón, necesitas un trabajo de estos en donde no te andes matando tanto y ganes algo.

7. ¿Cómo está la relación con sus compañeros?

Muy bien. Es lo que hace que el trabajo sea llevadero, que no sea tan pesado o enfadoso. Todos tratamos de hacer lo mejor que se pueda y llevárnosla bien. Es parte del show.

8. ¿Cómo se siente usted en esta época de su vida?

Pues me siento muy bien, muy bien. Te puedo decir que es uno de los mejores trabajos que he tenido, no tanto porque gane o no gane más dinero, hay mucha convivencia y es como todo, hay clientes que agradecen que le estén dando este servicio y otros que no, que no toman en cuenta este servicio.

9. ¿Qué pensaba de llegar a los 60 años, creía que iba a ser así?

No, yo creía que iba a poder estar sin hacer nada. Que nomás me iba a dedicar a gastar lo poquito que iba a ganar del Seguro Social pero no, no se puede, por la razón de que uno tiene que estar activo, sino está activo se enferma. He conocido gente mayor que no hace nada, que están inactivos en su casa y es cuando se vienen abajo. Aquí hay gente que trabaja, gente que tiene 75 años, que están ligeritos, porque por lo mismo tienen más ánimo.

Yo le podría decir para qué trabajo si tengo esa pequeña pensión, o que voy a vivir de mis hijos, pero no se trata de vivir de los hijos, se trata de buscarle, ellos le buscan para su vida, uno para la de uno, claro que el día que caigas en cama deseas que los hijos te ayuden económicamente o espiritualmente, como sea, pero no atenerse totalmente a ellos, que es lo que hacían los padres de antes, tenían siente u ocho hijos y era mejor, cumpliendo los 10 o 12 años de edad los mandaban a trabajar.

Cuando caí en Mexicali en el año 1967 llegué a trabajar vendiendo periódico, limpiando las casas y los jardines. Allá en Sinaloa los chamacos también venden calabacitas, elotes, todo lo que había de cosecha. Pues hay que agradecerle también a los negocios que nos dan esa oportunidad, uno no quisiera seguir trabajando el día de mañana pero me di cuenta que no se puede y aquí estoy ahorita feliz y contento. Cuatro horas para mí está bien. Después de que me jubilé estuve ahí sin hacer nada, ya no le hallaba sentido a la vida, me ponía a ver televisión un rato, me enfadaba, me salía pa fuera, andaba regando las matitas, me volvía a meter, y no, aquí vengo a distraerme un rato y a ganar.

Roberto Bernal

79 años. Originario de San Javier, Sinaloa.

Roberto Bernal. Foto: Lucía Treviño
“Pues vienen las enfermedades a cierta edad, llevo dos infartos”: Roberto Bernal. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Cuándo llegó a Mexicali?

El 17 de noviembre de 1949.

2. ¿En qué ha trabajado?

Trabajé en un hotel, en hoteles, pues, luego me fui a la Secretaría de Recursos Hidráulicos… también estuve como seguridad.

3. ¿Cómo es el ambiente de trabajo empacando?

Pues ahí vamos, somos varios compañeros, de 65-60 años. Ahorita yo soy el mayor de los tres que empacamos en la mañana. Y bueno, está bien… portarse bien con el cliente, ‘buenos días, cómo está’, y así, porque en muchas partes no te dejan saludar al cliente ni platicar con él. Están tiesos nomás empacando ahí y pues aquí no, aquí estamos.

4. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Porque vine de compras al mercado y me dijeron ‘vengase a empacar Don Rober’, yo estaba trabajando en la seguridad, salí muy mal con el mero fregón de la empresa de seguridad porque no pagaba, estaba dando abonos y yo no quería, nadie quiere abonos, ‘el lunes te pago, decía’… llegaba con 300 pesos, y ya no me pagaba el resto, así que me fui, me salí. Fue cuando me dijeron ellos mismos, el gerente de esta compañía me dijo ‘véngase a empacar, son cuatro horas diarias’, ta bueno le dije y ya me vine. Sale 150 o 170, o los doscientos al día, pero sí sale.

5. ¿Cómo se siente usted en esta etapa de su vida?

Pues vienen las enfermedades a cierta edad, llevo dos infartos. Descansé uno, en el primero que fue hace cuatro años y me pegó este otro hace como un mes. Pero de salud estoy bien ahorita.

6. ¿Está casado?

Viudo, fui casado 48 años, nomás que se me fue mi esposa, no alcanzamos a hacer las bodas de oro y ahora yo sigo solo.

7. ¿Tiene hijos?

Sí, ocho.

8. ¿Nacieron aquí en Mexicali?

Sí, aunque una nació en San Luis Río Colorado, a la carrera, porque no había cupo en el Seguro Social de aquí, así que nos la llevamos a San Luis, nomás nació y nos la trajimos para acá.

9. ¿Cómo ve el presente, el entorno, la actualidad?

Lo he visto que está mal. Muy mal. Mucha inseguridad. No puede uno andar a gusto. Yo no salgo al centro, hay mucha gente que viene de otra parte, llámese salvadoreños, llámese puertorriqueños, no como antes, antes no había… podías andar toda la noche, no te asaltaban.

10. ¿Usted ha visto la transformación de esta ciudad?

Pues sí, en 1949 había 45 mil habitantes y ahorita ya llega al millón.

11. ¿Tiene planes para el futuro?

¡No pues cuáles! Ya mero me voy, ya llevo un segundo infarto, ahorita no pienso ni en el infarto ni en nada, yo salgo a mi trabajo me meto para adentro a mi casa por el calorón que no deja salir a gusto y ahí estoy muy a gusto en el aparato [de aire acondicionado].

12. ¿Se puede saber cómo fue el infarto?

El primero fue aquí en la empresa, llegó la gente y me llevaron y salí como en 15 días. El segundo fue en la casa.

13. ¿Estaba solo?

No, estaba con una hija. Ella es la más chica y es la que se va a quedar con la casa.

Lorenzo Martínez

65 años. Originario de Villalta, Oaxaca.

Lorenzo Martínez. Foto: Lucía Treviño
“Sí, claro, necesito el dinero porque no hay”: Lorenzo Martínez. Foto: Lucía Treviño

 

1. ¿Cuántos años tiene?

No sé, soy de 1951, ¿cuántos años tengo?

¿65?

2. ¿Cuántos años tiene viviendo en Mexicali?

11 años

3. ¿Tiene familia?

4. ¿Casado?

5. ¿Hijos?

Sí, seis hijos, se casaron cuatro, ahora faltan otros dos que van a la Universidad: una está estudiando para contadora y otra va a ser licenciado.

6. ¿Nietos?

Sí, siete nietos.

7. A lo largo de su vida ¿en qué ha trabajado?

Trabajé en el campo, después llegó mi hijo y me trajo aquí. También en el estacionamiento de taxi en la plaza Nuevo Mexicali, pero desde los 60 estoy aquí.

8. ¿Tiene cinco años aquí?

9. ¿Usted por qué trabaja?

Tengo otros dos hijos que van a la Universidad.

10. ¿Todavía necesita el dinero?

Sí, claro, necesito el dinero porque no hay, todavía no tienen dinero porque no hay, hasta que terminen sus estudios y comiencen a trabajar.

11. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Vine a hacer compras porque yo vivo aquí cerca.

12. ¿Habla algún dialecto o idioma?

Sí, zapoteco.

13. ¿Se siente bien en este trabajo?

Pues ya no hay otro porque ya estoy viejo, ¿quién me va a dar trabajo? Aunque esté malo o bueno pero ya aquí estoy.

14. ¿Cómo se siente en esta etapa de su vida a diferencia de cualquier otra?

Gracias a Dios me siento bien, gracias a Dios tengo mi salud y sigo.

15. ¿Qué tal se da la convivencia con sus compañeros?

Hay veces que se portan bien hay veces que se portan mal, hay otros que no entienden lo que dice uno.

16. ¿Qué piensa usted del alrededor y del presente?

Se siente uno feo cuando oye que hay problemas, que eso es lo que pasa y no tiene que haber eso, tiene que haber paz, vivir contento. Pero ahorita hay mucha gente que ya no trabaja, puro robar, puro golpear a la gente, eso es lo que a mí no me gusta, no me hace sentir bien. A mí me gusta trabajar para gozar, para vivir parejos. Si tiene uno, lo andan espiando… hace quince días venía un señor con su mochila, ahí venía caminando atrás de mí, ahí lo agarraron al señor a trancazos, porque eran varios, hace quince días por el canal.

17. ¿Ha vuelto a Oaxaca?

No, hace falta dinero. Ahorita tengo nueve años que no voy y es que hace falta dinero, de aquí para allá lleva uno mucho gasto.

Javier Castellanos

74 años. Originario de la Barca, Jalisco.

Javier Castellanos. Foto: Lucía Treviño
“Yo me siento como de 15. Tengo una salud envidiable”: Javier Castellanos. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Por qué llegó a Mexicali?

Caí en 1966 nada más que tuve un problema con un antibiótico que me dieron en el Seguro Social, quedé intoxicado de la sangre con cortisona hasta que fui a parar a México, me mandaron al Centro Médico Nacional, duré un año, me dieron tratamiento y me hicieron exámenes para ver todo lo que traía. Al año me dieron de baja porque ya no soportaba el esmog de allá, sentía que me asfixiaba.

2. ¿En qué ha trabajado a lo largo de su vida?

Cuando me envenenaron con un medicamento y me recomendaron que me fuera a vivir a la Huasteca Potosina, en donde desemboca el río. Y me fui para allá para recuperar, me fui de 26 años y trabajé en recursos hidráulicos, duré 15 años trabajando ahí y ya me compuse. Tuve una granja de ganado de engorda en Tamaulipas, cuando entró Miguel de la Madrid perdí toda mi fortuna, lo que tenía yo de las granjas, perdí todo, un millón de pesos, entonces me vine para acá, aquí estaban mis hijos. Cuando me vine para acá, pusimos un negocio de comida con mi señora y pasó lo que pasó.

3. ¿Qué pasó?

Se metió un irresponsable al negocio con todo y carro a alta velocidad, y mi señora murió y yo quedé dañado de esta pierna. A un hijo lo operaron de la vértebra de su columna. Y esa es la historia de mi vida. Trabajos y penurias.

4. ¿Cuánto tiempo tiene trabajando aquí?

Tengo aquí cinco años.

5. ¿Cómo supo de este trabajo?

Cuando yo tenía mi negocio de comida yo conocí el mercado, conocí a muchos empleados que me volvieron a reconocer. Se acordaron de mi nombre, me preguntaron por mi esposa Linda, y les dije que estaba allá arriba. Lo que más me incomoda es que las autoridades me pusieron como responsable a mí por culpa de un policía municipal, voy a indagar, porque se me van a pagar todos los daños, quisiera que hubiera alguien que me apoyara porque yo me quedé sin dinero, y no puedo recuperar nada, al otro ya lo dejaron libre y anda trabajando llevando mercancías pa’ Tijuana.

6. ¿Tiene hijos?

Tengo cuatro, tres hombres y una mujer. El más chico vive aquí cerca, los otros ni en cuenta me toman.

7. ¿Nietos?

Nueve y cinco bisnietos.

8. ¿Qué le parece este trabajo?

Para mí está bien porque puedo trabajar, nadie me da trabajo por la edad que tengo, nadie me da trabajo. A veces hay problemas con los compañeros, donde quiera hay envidias. Cuando se ensañan conmigo sí me defiendo, yo no me dejo que me echen babas, no me gusta que me incomoden y yo tampoco incomodarlos.

9. ¿Cómo se siente usted a esta edad?

Yo me siento como de 15. Tengo una salud envidiable. Fui al Centro de Salud de la Flores Magón a sacar un certificado médico y me dijo la doctora que tenía una condición envidiable, que no tenía diabetes, que no tenía colesterol ni triglicéridos. Se dio cuenta de mi pierna lesionada pero me dijo que me movía con mucha capacidad. Qué le pasó a su pierna, me preguntó. Me pasó una camioneta por encima, le contesté.

10. ¿A lo largo de su vida cómo se ha sentido?

Mi vida fue muy calmada, yo fui chofer de autobuses, renuncié y me fui a Tamaulipas con una pipa. Tuve una vida de comodidades, cuando tuve allá lo de las granjas y después con los recursos hidráulicos, al rato me enseñé a manejar un autobús. Yo conocí a mi esposa en mi tierra natal.

Antonio Najar Estrada

66 años. Originario de Mexicali, Baja California.

Antonio Najar. Foto: Lucía Treviño
“Pues me siento mal, antes estaba más joven y ahora no. Cansado”. Antonio Najar. Foto: Lucía Treviño

1. ¿En dónde ha trabajado?

En muchas cosas. En un estacionamiento cuidando carros, en una fábrica y aquí.

2. ¿Qué piensa de este trabajo?

Está bien.

3. ¿Usted por qué trabaja?

 

Pues para mantenerme. Los gastos, para todo.

4. ¿Tiene una familia?

No estoy casado. Pero tengo familiares aquí.

5. ¿Hijos?

No

6. ¿Cómo llega usted al trabajo?

Tengo bicicleta, tengo carro, a veces a pie o en autobús.

7. ¿Cómo se siente en esta etapa de su vida?

Pues no sé… pues me siento mal, antes estaba más joven y ahora no. Cansado.

8. ¿Qué piensa del mundo, del presente?

No le entiendo.

¿Del alrededor?

Está mejor que antes, un poco.

9. ¿Tiene algún plan para el futuro?

Pues seguir bien de salud, trabajar en lo que se pueda.

Elena María Aguirre Morales

70 años. Originaria de La Habana, Cuba.

Elena María Aguirre. Foto: Lucía Treviño
“Estudié Derecho Laboral en la Habana. Fui especialista en Recursos Humanos, fui operadora del Internacional”: Elena María Aguirre. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Cómo llegó a Mexicali?

A Mexicali he venido ya siete veces con mi hija, he estado siete meses y luego me voy para Cuba, allá estoy otros siete meses y regreso. Tengo aquí dos nietos, mi hija y mi yerno.

2. ¿En qué ha trabajado a lo largo de su vida?

Estudié Derecho Laboral en la Habana. Fui especialista en Recursos Humanos, fui operadora del Internacional, que era el servicio de teléfonos cuando mi juventud. Después me gradué de derecho y me fui a Recursos Humanos. Trabajé en turismo, mucho tiempo en el turismo. Seleccionando y haciendo diagnóstico de necesidades de capacitación. Específicamente trabajaba en una compañía en Cuba que se llama Cubanacan, atendía hoteles y tiendas. Yo tenía que ver con las cajeras, los dependientes, y el desempeño de ellos, yo sé cómo es, cuando hay uno que no trabaja bien yo sí sé cuál es.

3. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Yo no sabía de Inapam [Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores], yo camino todas las mañanas con una amiga mexicana, hacemos ejercicio como una hora, en un parque aquí en Santo Domingo, entonces mi amiga que es muy activa, muy agradable, me dice, “¿por qué tú no trabajas cubana?”, y le digo, “¿dónde voy a trabajar?”, “pues vaya a Inapam”, “¿y eso qué es?”, “es un programa del gobierno para las personas o adultos mayores”. Después se lo comenté a una bella persona aquí [en el mercado] y ella me dijo que fuera al Inapam con todos los requisitos que tenía que cumplir. Se lo comenté a mi hija, y fuimos al Inapam al Centro Cívico y al otro día comencé a trabajar. Fui al médico y me dijo que estaba muy bien.

4. ¿Entonces cuánto tiempo ha trabajado aquí?

El año pasado trabajé cinco meses y ahora recién que vine para acá empecé a la semana aquí. Reactivé mi revisión con el doctor y comencé.

5. ¿Cómo se transporta a este lugar para trabajar?

Mi hija me trae y después me recoge por la tarde.

6. ¿Cómo se ha sentido usted?

Bien, muy bien. En realidad todo me gusta. No me canso. Me preparo por la mañana, hago ejercicio, camino para estar fuerte del cuerpo y de la mente. Almorzamos, como decimos en Cuba, y luego me tomo un yogur o una fruta y hasta las siete de la tarde. Es una técnica, hay que saber.

7. ¿Algo más que quisiera decir sobre las personas que trabajan o no trabajan?

Que este programa es muy bueno, muy interesante. Hay personas que se quedan en la casa y pasa el tiempo y no hacen nada, se ponen a pensar, hay quienes no tienen las condiciones para venir, pero hay que aprovechar cuando el cuerpo es útil porque ya vendrá otro tiempo en el que ya uno no puede salir, así que ese tiempo hay que aprovecharlo.

8. ¿Qué diferencias ha encontrado entre ambos países?

Bueno, hay diferencias como todo, Cuba es un país muy culto, en Cuba hay muchas posibilidades y facilidades para que estudien principalmente los jóvenes entonces son las características del lugar. Pero aquí Mexicali es muy agradable, muy acogedor, las personas muy educadas también.

Francisco Muñoz Valdez

63 años. Originario de Temoris, Chihuahua.

Francisco Muñoz. Foto: Lucía Treviño
“Viví 35 años en Los Ángeles, me echaron para fuera y ya. Me deportaron”: Francisco Muñoz. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Cuánto tiempo tiene en Mexicali?

Seis años, actualmente vivo en la colonia Lázaro Cárdenas.

2. ¿Cómo se transporta al trabajo?

En carro, tengo carro.

3. ¿Cuánto tiempo tiene trabajando como empacador?

Tres años

4. ¿En qué había trabajando a lo largo de su vida?

Viví 35 años en Los Ángeles, me echaron para fuera y ya. Me deportaron.

5. ¿En qué trabajaba en Los Ángeles?

Trabajaba en la construcción, restorán. Fui a la escuela allá para ser cantinero y trabajé en restorán, en bares.

6. ¿Y su familia?

Allá está, mi esposa estaba acá pero se enfermó, le pegó un infarto y la tuve que mandar para allá porque aquí no la pudieron ayudar.

7. ¿Hijos?

Tengo un hijo especial que tiene que estar de por vida con nosotros. Y mis otros dos hijos viven allá en Los Ángeles.

8. ¿Cómo se siente trabajando como empacador?

Bien, me siento bien. Son cuatro horas, en ninguna fábrica te dan lo que ganas aquí.

9. ¿Usted cómo se enteró de este trabajo?

Cuando llegamos a Mexicali una concuña que vivía en la misma casa que nosotros me lo dijo, ella era paquetera.

10. ¿Cómo es el ambiente de trabajo?

Este turno de 11:00 a 3:00 pm está muy bien, el turno que está más malo que no encuentro cómo llevarme es de 3:00 a 7:00 pm, muy peleoneros, muy envidiosos, más bien peleoneros. Por ejemplo estamos rolando y empaca una persona una cosa y se va a sentar y espera. Y ellos no, empacan y van a sentarse rápido y esperan la propina sentados en la banca para que les toque otra vez volver a empacar, lo hacen para ganar más, aunque ya los han regañado. Me cambiaron a este turno porque yo les dije que no quiero hacer corajes, tengo diabetes, tengo alta presión y las mujeres de ese turno son terribles.

11. ¿Para usted el trabajo es necesario?

Sí, claro. Es el único ingreso que tengo porque no tengo pensión, como trabajé tanto tiempo al otro lado no coticé nada.

12. ¿Cómo se siente usted con el cambio, de haber vivido en Estados Unidos y ahora estar acá?

Pues bien, no tengo tanta presión, allá era trabajar y a la casa, trabajar y a la casa, llega la renta y pagar los billes y esos no esperan, y aquí no, la casa ya está pagada, nomás ganar para las cuentas.

13. ¿Usted cómo se imaginó que iba a ser su vida a los 63 años?

Pos no, no me imaginaba nada, ni siquiera me imaginaba venir a paquetear. Pensaba poner una taquería o algo y lo intenté pero me fue mal y ahí me quedé con las carretas. Todavía pienso hacerlo pero falta dinero.

Jesús Ernesto Arellano

73 años. Nacido en Culiacán pero criado en Mazatlán, Sinaloa.

Jesús Ernesto. Foto: Lucía Treviño
“De taxista ya no pude trabajar porque ya a éstas edades no le dejan trabajar a uno”: Jesús Ernesto. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Cuánto tiempo tiene viviendo en Mexicali?

30 años.

2. ¿En qué ha trabajado?

Uhh en muchas cosas. De guardia de seguridad, de taxista, en el comercio y ahorita ya no le dan trabajo a uno en ninguna parte, entonces se mete de paquetero porque le hace falta dinero, no tiene uno quién lo mantenga.

3. ¿Y trabajando aquí?

Voy a cumplir dos años.

4. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Vine y nomás pedí trabajo, a ver si había trabajo aquí, me dijeron lo que necesitaba traer y ya lo traje. La carta INSEN [anterior nombre del Inapam], el certificado médico, acta de nacimiento y comprobante de la edad. Que el Seguro certifique que está uno bien, apto para trabajar, sino le dan a uno el papel no puede trabajar, tienes que estar en perfectas condiciones; lo único que tiene uno es la necesidad de poder agarrar unos centavitos pues porque en dónde…

5. ¿Qué tal le parece el trabajo en general?

Pues los turnos aquí son muy… nos rolan pero no a todos… gana uno para sostenerse, por ejemplo yo ahorita saqué 150 pesos pero es lo que le voy a echar al carro de gasolina, como no hay un camión para acá. Ese carro me lo regaló una hijastra para que yo trabajara, para que viniera, porque si no tengo que bajarme en la calle novena y venirme caminando hasta acá, o venirme por el Periférico a pie. Nomás que gasto mucha gasolina. Pues así nos la llevamos apenas. Hay turnos un poquito más solventes.

6. ¿Cómo es la relación con los compañeros?

Me llevo bien con todos, hay unas personas que no trabajan muy bien, pero mientras no esté con esas personas pues estoy a gusto.

7. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Entre los señores que ya estamos viejos anda uno buscando trabajo. De taxista ya no pude trabajar porque ya a éstas edades no le dejan trabajar a uno. En el comercio tampoco puede trabajar porque luego el Gobierno se aprovecha de uno, por ejemplo ahorita las placas del carro y eso, tiene uno que soltar un ferión, para poder arreglar sus papeles, ya no le aceptan a uno el INSEN. Como yo ya esa camioneta la voy a dejar porque ya no puedo mantenerla, ya no me alcanza, pero por lo regular me siento muy a gusto. No puedo trabajar en el sol porque me hace daño, me enfermo. Trabajé en el mercado Ley de la calle Independencia pero había unas personas bien difíciles y mucha envidia, lo calumnian, mejor me retiré, me fui a la otra Ley y no había trabajo, en la Mega ya estaban completos y así anduve hasta que llegué aquí.

8. ¿Este dinero usted lo necesita?

Sí, mucho, es más, necesito más. Tengo una madre que le mando cada semana 500 pesos.

9. ¿Allá en Mazatlán?

Allá en Mazatlán. Tiene noventa y tantos años. Y los hermanos míos apenas viven, apenas sacan para los chamacos, tienen un montón de chamacos. Por eso tengo que trabajar aquí, sino trabajaría buscaría otra manera… pero el caso es que tengo que mandarle.

10. ¿Cómo se siente en esta etapa de su vida?

¿A qué se refiere?

11. ¿Cómo se siente física y espiritualmente?

Yo me siento muy bien, tranquilo, si saco poquito pues poquito, con eso me hago. Si saco más pues más. Pero ahorita la gente ya no quiere dar. Le dicen a uno ‘pagué con tarjeta, se la debo, fíjese que no traigo monedas’, aunque traigan y el que está con disposición, y valora lo que estamos haciendo, que es empacarle bien su mandado, dice ‘voy a pagar con tarjeta pero me das diez pesos o cinco’, y te dan.

12. ¿Está casado?

13. ¿Tiene hijos?

Hijastros. Pero mi esposa y yo nomás vivimos juntos, pero como son hijastros no les interesa mucho a ellos si tienen o no tienen.

14. ¿Qué piensa del presente, del alrededor?

Ahorita está muy mal la situación porque hay mucha delincuencia. Si uno se descuida poquito le quitan el dinero. Ya está uno viejo y no puede hacer nada, se le arriman dos o tres y a darle lo que trae.

15. ¿Qué sería algo que le guste hacer y que disfrute?

Lo que disfruto es salir de aquí hacia mi casa a descansar y en la tarde salir a caminar. Con mi señora nos vamos a caminar, una hora o 45 minutos, llegamos, tomamos algo ligerito y a dormir. Vivo tranquilo, mientras tenga la chanza de ganar esto voy a vivir tranquilo, pero me las voy a ver duras cuando no pueda trabajar aquí.

Rodrigo Rangel Reyes

73 años. Originario de Chontla, Veracruz.

Rodrigo Rangel. Foto: Lucía Treviño
“Estuve en la carnicería, antes de eso vendí tacos, antes de los tacos vendía hot dogs, antes de los hot dogs estuve en la Central de Abastos en la Ciudad de México”: Rodrigo Rangel. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Desde hace cuánto vive en Mexicali?

Desde 1986.

2. ¿En qué ha trabajado a lo largo de su vida?

Uh, no, eso no, eso está muy largo.

3. ¿Algunos empleos que recuerde?

En el mercado Ley estuve en la carnicería, antes de eso estuve vendiendo tacos, antes de los tacos vendía hot dogs, antes de los hot dogs estuve trabajando en la Central de Abastos en la Ciudad de México. Y no pues no, más allá no me acuerdo.

4. ¿Cuánto tiempo lleva trabajando como empacador?

Seis años, yo creo. Estuve un año en la Walmart pero no me gustó.

5. ¿Usted por qué trabaja?

Porque si no trabajo me muero.

6. ¿Tiene familia?

Sí.

7. ¿Está casado?

8. ¿Tiene hijos?

Sí. Cuatro.

9. ¿Viven con usted?

Dos sí. Los otros ya volaron.

10. ¿Su ingreso es parte importante para la manutención de su familia?

Pues sí, desde luego.

11. ¿Cómo se enteró de este trabajo?

Trabajaba en el mercado Ley. Cuando yo comencé a trabajar allá ya era adulto mayor, podía haber trabajado empacando pero quise estar dentro de la tienda pero yo ya estaba bien enterado del trabajo este.

12. ¿Y cómo se siente trabajando, con este trabajo en específico?

Me siento feliz de que todavía puedo trabajar. De otro modo andaría juntando botes, cartones, quién sabe, a saber…

13. ¿Cómo se siente en esta etapa de su vida?

Bien. Creo que es la más feliz.

¿Sí?

Sí.

¿Por qué?

¡No sé! Así me siento.

¿Cómo la describiría?

No sabría decirle.

14. ¿Algún momento del día que disfrute o algo en específico que le guste hacer?

A veces me gusta cuando no hago nada. Todo es bonito.

15. ¿Hay algo que le sorprenda de la realidad, del entorno, del presente?

Nooo, pues ya, a estas alturas qué me puede sorprender, ya ve que hay de todo que no espera uno, pero no se sorprende porque así es la vida.

David Haro Haro

76 años. Originario de Ahualulco de Mercado, Jalisco.

David Haro. Foto: Lucía Treviño
“¿Cuál es el momento que más disfruta? El día que descanso”: David Haro. Foto: Lucía Treviño

1. ¿Cuántos años ha vivido aquí?

Tengo 48 años viviendo en Mexicali

2. ¿Por qué se vino para acá?

Para buscar nuevas oportunidades.

3. ¿En dónde ha trabajado?

Nomás aquí.

4. ¿Cuánto tiempo tiene trabajando en este lugar?

46 años

5. ¿Usted por qué trabaja?

Por la necesidad.

6. ¿Usted se mantiene con este trabajo?

Estoy jubilado.

7. ¿Por qué entonces sigue trabajando?

Tanteo que me enfermo si estoy en la casa. Duré unos días cuando me jubilaron y me enfermé, la dirección del mercado en Tijuana me dijo que me viniera a trabajar si quería, de empacador, de lo que quisiera, entonces me vine a trabajar.

8. ¿Y cómo se siente?

Bien. Muy bien. Estoy emigrado.

9. ¿Alguna vez intentó trabajar allá?

No, nunca me gustó Estados Unidos. Tengo familia allá, tengo hijos allá y nunca me gustó. Y aquí estoy, en los 46 años que he trabajado aquí nunca he tenido una queja del lugar, me han tratado muy bien y aquí estoy, hasta que aguante y yo pueda.

10. ¿Casado?

Sí.

11. ¿Cómo se enteró del trabajo aquí?

Cuando llegué hace 46 años, un primo hermano me recomendó, empecé en carnicería y duré los cuarenta y tantos años en carnicería, ahí me jubilé y me vine para acá de empacador.

12. ¿Cómo se siente en este momento de su vida?

Bien, yo me siento bien. Tengo a mi familia acomodada con sus trabajos, yo tengo trabajo.

13. ¿Cuál es el momento que más disfruta?

El día que descanso.

14. ¿Cómo describiría el presente, las circunstancias actuales del alrededor?

Pues medio contorsionado.

15. ¿Tiene algunos planes para el futuro o algo que quisiera hacer?

No, cada año voy a mi tierra, a Tequila, Jalisco y a Guadalajara.

16. ¿Por qué anteriormente usted no había accedido a la entrevista y ahora sí?

Pensé yo en algún momento que me iba a perjudicar pero no, pienso yo que no.

17. ¿Algún consejo que le quisiera dar a las personas que tienen su misma edad?

Que le echen ganas, que no se desanimen, que le pongan ganas, y que sigan adelante, que busquen un trabajito fácil. Yo gracias a Dios tengo mi trabajo y por eso no me fui a Estados Unidos, si me hubieran tratado mal pues me voy para allá, allá me ofrecieron no se imagina cuántas oportunidades me ofrecieron para irme para allá. Tengo mucha familia que son gerentes de una tienda y nunca jamás de los jamases. Un hermano quiso llevarme para allá con él y nunca quise porque estaba a gusto, aquí me casé, aquí tuve mis hijos, tuve mi trabajo y es lo más importante.

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