Bills y Jets jugarán el lunes, en Detroit, partido programado para el domingo

21/11/2014 - 3:40 am

Houston (EU), 20 nov (EFE).- La tormenta de nieve que afecta al estado de Nueva York ha forzado a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) a que reprogramen al próximo lunes el partido que tenían previsto disputar el domingo el equipo local de los Bills de Buffalo y los Jets de Nueva York.

Además el escenario será neutral, ya que se va a disputar en el estadio cubierto del Ford Field, de Detroit, donde juega el equipo local de los Lions, por que el campo de los Bills, el Ralph Wilson Stadium, se encuentra completamente cubierto por la nieve.

El encuentro estaba originalmente programado para disputarse el domingo a las 13 horas locales en Buffalo, pero la NFL había anunciado previamente que no existían las condiciones adecuadas debido a las tormentas de nieve que azotan la región y que han provocado que haya hasta seis pies (1,83 metros) de espesor.

“No es práctico llevar a cabo un partido en Orchard Park en las condiciones que se encuentra ahora mismo la localidad”, aseveró Russ Brandon, presidente de los Bills. “En realidad no era una opción segura intentar jugarlo ahí el domingo, el lunes o el martes con las condiciones climáticas que prevalecen”.

Ahora, lo que el personal de mantenimiento del campo deberá hacer, es centrarse en tener listo su estadio para su siguiente juego como local.

“Estarán en apuros para tener listo su estadio para el siguiente juego como local”, admitió una fuente a la cadena de televisión ESPN, que se trata del partido que disputen el próximo 30 de noviembre, contra los Browns.

Se estima que hay cuatro pies de nieve acumulada ( 1,21 metros) en el estadio, ubicado en Orchard Park, y se esperan dos pies más ( 0,60 metros) con la llegada de la próxima tormenta.

Los directivos de los Bills dijeron el miércoles que se requieren tres días para remover un pie de nieve acumulada en el estadio y las áreas adyacentes.

Con el promedio de nieve que está cayendo, se necesitarían 18 días para quitarla por completo y retirar un total de 220.000 toneladas, una meta que no será fácil conseguir.EFE

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