Ciudad de México, 22 de agosto (SinEmbargo).– Unos minutos después de que dos sismos sacudieran la Ciudad de México, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tomaron las sedes de las dos cámaras del Congreso de la Unión, poco antes de que iniciara el segundo periodo extraordinario de sesiones, convocado para dictaminar, entre otras, las leyes secundarias de la reforma educativa del Pacto por México.
Una a una, las puertas del Palacio Legislativo de San Lázaro fueron tomadas por los mentores, quienes reclamaron su derecho a ser escuchados con gritos y consignas. Se sentían indignados, dirían posteriormente, porque los diputados no incluyeron sus propuestas en la Ley del Servicio Profesional Docente, ley secundaria de la reforma educativa que dará paso a la evaluación obligatoria de maestros.
No sólo los diputados fueron afectados por la clausura de los accesos. Alrededor de cinco mil empleados de la Cámara no pudieron ingresar al recinto, lo cual provocó una serie de conatos de bronca menores entre trabajadores y maestros, mismos que no pasaron de mentadas de madre e insultos mutuos.
“¡Güevones, pónganse a trabajar en las escuelas en lugar de fregarnos!”, “¡Están violando nuestro derecho de libre tránsito!”, “¡Yo también soy trabajador como ustedes!”, se escuchaba por un lado.
Por el otro se oía “¡Traidores a la patria!”, “¡Vendidos!”, “¡Es nuestro derecho a manifestarnos!”.
Sin embargo, los maestros fueron inflexibles, nadie pasó las puertas, ni diputados, ni empleados, ni siquiera la prensa acreditada tuvo acceso al interior de San Lázaro.
Alrededor de las 10 de la mañana, empezaron a timbrar los celulares de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD): “Nos vemos en el Sanborns que está detrás de la Delegación Venustiano Carranza. Allí estará Silvano”, fue el mensaje.
A la cita acudió la mayoría de los diputados perredistas que fueron llegando al restaurante sin prisas y a cuentagotas. En el sitio de reunión, –a cinco minuto de San Lázaro–, los legisladores tomaron café, desayunaron y fumaron en el estacionamiento, hasta que llegó su líder parlamentario, Silvano Aureoles Conejo.
El Diputado les informó lo que sucedía. “Los maestros seguramente están en una confusión”, dijo. Indicó que él mismo avisó a los líderes magisteriales que en la reunión extraordinaria de este miércoles no se abordaría el tema del Servicio Profesional Docente.
Silvano Aureoles aseguró que había tenido comunicación directa con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y que el funcionario había dado su aval para que se retirara el dictamen del orden del día, en versión electrónica de la Gaceta Parlamentaria.
Pero, agregó, los maestros creen que el Partido Revolucionario Institucional no respetará el acuerdo y les dará un albazo incluyéndolo en los temas a discutir de la sesión extraordinaria de sesiones.
Aureoles anunció que el líder de los diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones, había accedido a reunirse con un grupo de maestros para tratar de negociar el fin del secuestro a las sedes legislativas. Para ello, les iba a informar que el tema discusión (la evaluación docente) no se incluiría en los asuntos a dictaminar durante el día.
Lo paradójico es que un día antes, el mismo Beltrones rechazó habar con los maestros en una reunión que se había pactado en el Salón de Protocolo del edificio “A” en San Lázaro. Ese encuentro también fue desdeñado por los líderes del Partido Acción nacional (PAN), Luis Alberto Villarreal y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Arturo Escobar.
En el mismo instante en que Silvano Aureoles daba estos pormenores, la Diputada Aleida Alavez, se comunicó con el secretario técnico de la Mesa Directiva, quien le confirmó que el dictamen se había retirado del orden del día.
Nadie pudo confirmar quién dio la orden de sacar el dictamen de la Ley del Servicio Profesional Docente, aunque el único con la facultad de hacerlo, fue el Diputado Francisco Arroyo Vieyra, Presidente de la Mesa Directiva.
LÍDERES PARLAMENTARIOS NEGOCIAN FIN DEL CERCO
Los diputados del PRI se concentraron en el Hotel Riazor, ubicado sobre el Viaducto Río de la Piedad, a diez minutos del Palacio Legislativo de San Lázaro. Allí se reunieron también legisladores del Verde y de Nueva Alianza.
Lejos del tráfico generado en las avenidas Congreso de la Unión, Eduardo Molina y General Ignacio Zaragoza, por la toma de la sede de San Lázaro, los legisladores priistas tuvieron oportunidad de disfrutar de un espacio cerrado y una cafetería a la mano para esperar a que se negociara el fin de la manifestación de maestros disidentes.
Enfrente del hotel, sede provisional de los diputados panistas, en el Holiday Inn Viaducto, los coordinadores parlamentarios del PRI, Manlio Fabio Beltrones; del PAN, Luis Alberto Villarreal; del PRD, Silvano Aureoles; y del PVEM, Arturo Escobar, se reunieron con una comitiva de maestros para intentar negociar el fin del secuestro al Congreso.
Durante un par de horas, de las 12 del mediodía a las 2 de la tarde, los líderes parlamentarios intentaron convencer a los maestros de que el asunto de su interés no estaba incluido en los temas a discutir en el periodo extraordinario.
“Primero es atender una invitación para dialogar con ellos y mostrarles nuestra preocupación, porque el Congreso mexicano no pueda sesionar como es su responsabilidad, en base a la convocatoria que hicimos para instalarnos el día de hoy como Congreso General, y posteriormente desahogar los periodos extraordinarios que nos fijamos tanto senadores como diputados”, dijo el líder priista Manlio Fabio Beltrones al término del encuentro.
Los coordinadores parlamentarios ofrecieron garantías del Gobierno federal de que no habría represalias por su manifestación, pero exigieron que se terminara de inmediato el cerco a San Lázaro. Para lo que dieron un ultimátum de tres horas para que respondieran los maestros.
“Estoy seguro que si liberan las calles para que nosotros podamos acceder al Congreso –esto que les hemos puesto sobre la mesa–, habremos de defenderlo muchos de los coordinadores parlamentarios para seguir dialogando y perfeccionando la Ley del Servicio Profesional Docente”, agregó Beltrones.
Hacia las dos de la tarde, Beltrones descartó mencionar la posibilidad de sesionar en una sede alterna, pues confiaba en que los maestros podrían levantar su plantón. Sin embargo, advirtió que el Congreso no se detendría por un grupo que intentara secuestrarlo.
Dijo que el Congreso está donde están sus diputados y senadores.
“El Congreso, son sus 500 diputados y sus 128 senadores, que habrán de responder responsablemente en cualquier lugar en donde sea necesario, para atender esta convocatoria”, subrayó.
EL DICTAMEN DE LA DISCORDIA SE ANALIZARÁ
Las diferencias de opinión no solo se dieron entre legisladores y maestros disidentes, el coordinador del PAN reprochó que de forma unilateral, la Mesa Directiva, presidida por el priista Francisco Arroyo Vieyra, haya sacado el dictamen de la Ley de Servicio Profesional Docente de los temas a discutir en el extraordinario.
“Para Acción Nacional es improcesable bajar un dictamen que forma parte de la reforma estructural en materia educativa y menos cuando por parte de la Coordinadora Nacional pues hay una toma violenta del recinto legislativo, que forma parte del Congreso de la Unión, eso es inaceptable”, enfatizó el líder panista.
Villarreal consideró que los diputados no debían ceder más de la cuenta ante el secuestro al Congreso por parte de los maestros de Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Michoacán y Chiapas.
“Aquí no estamos hablando ni de debilidades ni de fuerzas, estamos hablando de cumplir con la Constitución, que nos obliga a concluir con una reforma importantísima para el futuro de México, como la reforma educativa”, sostuvo el coordinador panista.
Así que más allá de la urgencia de quitar el cerco magisterial, la gran pregunta que seguía en el aire es ¿qué pasaría con el dictamen sobre la evaluación docente, que se retiró sin el consentimiento de algunos partidos políticos?
El líder parlamentario del tricolor aseguró que el tema se eliminaría de la discusión de este extraordinario, pero no descartó que se retomara más adelante, en un eventual tercer periodo extraordinario de sesiones o en el ordinario, que iniciará el primero de septiembre.
“El tema principal que nosotros tenemos que discutir a fondo es la obligatoriedad de la evaluación. Los que educan tienen que estar sujetos a una evaluación como en todas partes del mundo, y esto es para beneficio de nuestros estudiantes, niños, jóvenes y estoy seguro que eso no agravia a nadie y que evalué a los educadores no debe de agraviar a nadie”, aseguró Beltrones.
Para el PRD el tema tendrá que ser procesado nuevamente en comisiones de la Cámara de Diputados, con foros donde participen los maestros y sonde se integre un dictamen que incluya sus demandas.
“No, es que no hemos dicho que lo vamos a dejar fuera o que no lo vamos a legislar, al contrario. Sólo queremos, que es la petición que yo he hecho, a que haya la suficiente sensibilidad para escuchar a los maestros, hay que escucharlos. Porque yo no quiero que haya, digamos, elementos para que se puedan generar hechos de violencia, que yo rechazo categóricamente porque eso no nos ayuda”, solicitó.
De última hora llegó el Vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, quien reprochó que su bancada no estuviera invitada a la mesa de negociación.
“Pero si queremos hacer una denuncia pública, mucho de lo que está pasando es por el gran desaseo con el que se manejan los asuntos en la Cámara. Las Comisiones esconden los dictámenes, no los circulan y los miembros de las Comisiones se enteran cuando ya los quieren votar, y si esto pasa con los diputados, mucho más con los grupos sociales, son leyes que les afectan o los involucran, y no les piden opinión”, lamentó el Diputado ciudadano.
¡VÁMONOS AL SENADO!
Poco antes de las cinco de la tarde, hora en que venció el ultimátum impuesto por los coordinadores parlamentarios para quitar el cerco, Rubén Núñez, líder de la sección 22 del sindicato magisterial, sostuvo que el plantón en torno al Palacio Legislativo de San Lázaro no está a negociación y consideró inconstitucional sesionar en una sede alterna.
Ante la respuesta negativa, Manlio Fabio Beltrones se levantó de la silla en la oficina provisional que instaló en el hotel Riazor y avanzó hacia la salida con paso decidido rumbo a la sede alterna para que sesionara la Cámara de Diputados.
Algunos diputados priistas habían dejado el hotel para ir a comer a restaurantes de su agrado, otros estaban terminando sus alimentos en la cafetería del inmueble, cuando vieron salir a su líder parlamentario.
Las voces empezaron a expandirse desde el círculo cercano de Beltrones: los diputados Héctor Gutiérrez de la Garza y Manuel Añorve, “¡Vámonos al Senado!”, decían.
Con una fila de legisladores a su espalda, Beltrones cruzó el puente peatonal del Viaducto Río de la Piedad y llegó a uno de los seis camiones que los priistas habían contratado para transportar a sus legisladores y el personal que los acompaña.
Algunas voces, de forma callada, filtraron que tras la ceremonia de apertura del periodo extraordinario, los diputados sesionarían en Centro Banamex, ubicado en el norte de la Ciudad de México, lejos del bullicio de las manifestaciones provocadas por el magisterio.
El propósito del hermetismo era evitar que los maestros subieran a sus propios camiones y cercarán también la sede alterna.
Escoltados por policías motorizados del Distrito Federal, los camiones avanzaron por Viaducto, avenida Baja California, luego tomó Monterrey y finalmente avenida de los Insurgentes para llegar a la sede ubicada en la esquina con Paseo de la Reforma.
A su llegada se encontraron con filas bien organizadas de policías federales que blindaban el Senado de la República para evitar que los maestros irrumpieran, de la misma manera que lo habían hecho en San Lázaro.
Y es que los maestros habían advertido que seguirían a los diputados a cualquier lugar que escogieran como sede alterna, para evitar la instalación del periodo extraordinario.
INSTALAN SESIÓN CON AUSENCIA DE LA IZQUIERDA
Con seis horas y media de retraso, tras un peregrinar de legisladores y con negociaciones políticas fracasadas, por fin se instaló el periodo extraordinario de sesiones, con una ceremonia que duró aproximadamente siete minutos.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, anunció que había quorum legal para proceder, a pesar de en el recinto que no estaban presentes ni senadores ni diputados del PRD o del Partido del Trabajo.
“Se informa a la Presidencia, que existe registrados, previamente, 293 diputados y diputados; más nueve diputados del grupo parlamentario Movimiento Ciudadano, que no han registrado su firma”, informó la Secretaria de la Mesa Directiva, la Diputada priista Tanya Rellstab.
El tablero contabilizó 90 senadores y 312 diputados al momento en que se instaló la Sesión del Congreso General, para dar inicio al periodo extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados y el Senado.
“Muchas gracias, don Ernesto Cordero, por la anfitrionía en este cuerpo colegiado y por sus gentilezas y por sus atenciones, por su buena disposición y por su buen ánimo”, dijo el Presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo.
Al término de la ceremonia protocolaria, Manlio Fabio Beltrones dijo que los diputados cumplirían su palabra de abrir debatir los dictámenes restantes de las leyes secubndarias de la reforma educativa, aunque los persigan los maestros de la coordinadora.
“Nadie va a detener las reformas que requiere el país”, sentenció Beltrones a su salida del Senado, acompañado por el líder priista en la Cámara Alta, Emilio Gamboa Patrón.
