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Redacción/SinEmbargo

24/09/2017 - 6:20 am

#PartidosNoSeHaganGüeyes / De valientes e imbéciles / Hipersensibles

En el Excélsior, la columnista Vianey Esquinca, escribe que: “como se ha dicho de forma reiterada, los sismos del 7 y 19 de septiembre demostraron, en la gran mayoría de los casos, el rostro más humano y solidario de la gente, […]. Miles de mexicanos encontraron en un enemigo común la forma de canalizar el enojo, la frustración y la tristeza de las tragedias vividas.

#PartidosNoSeHaganGüeyes
El actuar de los políticos ante los daños ocasionados por los recientes temblores que han afectado varias partes del país no ha sido bien recibida por la gran mayoría de la población, menos al saber que se niegan a donar parte de su dinero destinado al proceso electoral, y aunque ya ha dicho que están dispuestos a colaborar, todavía no se sabe de cómo van a regresar el dinero para que sea utilizado para la reconstrucción y ayuda a damnificados por lo que en el Excélsior, la columnista Vianey Esquinca, escribe que: “como se ha dicho de forma reiterada, los sismos del 7 y 19 de septiembre demostraron, en la gran mayoría de los casos, el rostro más humano y solidario de la gente, […]. Miles de mexicanos encontraron en un enemigo común la forma de canalizar el enojo, la frustración y la tristeza de las tragedias vividas. Los partidos políticos y algunos gobernantes se convirtieron en el blanco de la furia contenida, y surgieron iniciativas ciudadanas para obligar a los institutos políticos a renunciar a los recursos públicos que recibirían para los procesos electorales, y destinar ese dinero en la reconstrucción de zonas afectadas. Fue tanta la presión que los principales partidos políticos salieron a decir que sí, que por supuesto, que cómo no, que lo veían perfecto. También, en una especie de subasta política, comenzaron a subir la puja de lo que regresarían según ellos […]”. Sin embargo, pese a las bonitas intenciones, todavía no se ve nada claro. Ahora el hashtag #PartidosDenNuestroDinero tendrá que cambiarse por #PartidosNoSeHaganGüeyes. […]. Los políticos seguirán, además, en la mira. Después de la emergencia viene la reconstrucción y esa etapa tardará varios meses, ¿quién entonces será el primero en dejar el barco para irse a contender por un cargo de elección popular en medio de la crisis? […]. ¿Será capaz Miguel Ángel Osorio Chong de dejar la Secretaría que tiene que coordinar a las distintas instancias de gobierno? ¿Aurelio Nuño renunciaría tomando en cuenta la situación en miles de escuelas? ¿El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, podrá levantarse de su cuestionado desempeño ante la crisis? ¿El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, iría a campaña con el riesgo del impacto económico y la necesaria reasignación presupuestal? Y los que no están en el gobierno como Rafael Moreno Valle, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador o Margarita Zavala, ¿serán capaces de iniciar una campaña arriesgándose a que los llamen oportunistas e insensibles?”.

De valientes e imbéciles
La imagen de los políticos en México estaba muy deteriorada antes de que se vivieran dos temblores de gran magnitud en el país, y después de las desgracias, su imagen parece haber empeorado mucho más, pues, a pesar de sus intentos, la sociedad en les demuestra rechazo y hartazgo, y con justa razón, pues basta pensar en el caso de Ruiz Esparza y el Socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca, o en Rosario Robles y su participación en el caso de la “Estafa Maestra”, loque hace sumamente difícil depositar nuestra confianza en la clase política nuevamente, de esto, hoy. en el Reforma, el periodista Juan E. Pardinas, escribe que: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece. La frase de Joseph de Maistre es una mentira injusta, si uno mira la historia de México en los últimos días. Los marinos que sacaban escombros del Tec, con sangre en los nudillos porque no tenían guantes de carnaza, se merecen un mejor gobierno. Los taqueros que pusieron un trompo de pastor en la banqueta para alimentar a los rescatistas, deben tener mejores representantes populares. La doctora que trabajó dos turnos continuos en la sala de emergencias; el empresario ferretero que donó todo su inventario de picos y palas; el anciano al que no le pesaron sus siete décadas a la hora de cargar cajas en la Cruz Roja, el joven albañil que podría quedar parapléjico por arriesgar su vida para entrar a un edificio recién desplomado, ninguno de ellos se merece la frivolidad de nuestra clase política. […]. Veo estos registros de heroísmo y luego recuerdo a tres integrantes privilegiados del gabinete presidencial: Luis Enrique Miranda, Rosario Robles y Gerardo Ruiz Esparza. Por separado, cada uno de ellos es un ejemplo impecable de la decadencia multidimensional de nuestros liderazgos políticos. En equipo, ellos son el parámetro de referencia para escribir la historia de este sexenio. ¿Quién quiere recolectar despensas para que las entregue Rosario Robles, una de las protagonistas de la Estafa Maestra? ¿Quién quiere pagar impuestos para que los ‘invierta’ Ruiz Esparza en la inauguración de un nuevo socavón? ¿Qué sentirán los soldados que arriesgan la vida contra la mafia del huachicol, al saber que parientes directos del secretario Luis Miranda son dueños de una gasolinera que se beneficia de esta industria criminal? Los puños en alto, las cadenas humanas, los perros rescatistas no sólo salvaron el universo de docenas de vidas, también sacaron el alma de México que se nos había quedado enterrada en un profundo socavón. Con su valentía también rescataron los anhelos colectivos que se habían robado la violencia y la corrupción. ¿Qué sería del futuro de México si esa misma energía social la usáramos para combatir el machismo, la pobreza y otras vergüenzas que nos aquejan y nos definen? Mientras los rescatistas del terremoto se ensucian los puños de yeso, polvo y sangre, el trío de Miranda, Robles y Ruiz Esparza se lavan las manos ante sus faltas y probables crímenes. Ni el desvío de fondos a través de universidades públicas, ni la adjudicación ilegal de contratos de obras de infraestructura, ni el cuñado huachicolero son asuntos sobre los que reconozcan algún tipo de responsabilidad. En medio de la tragedia y la presión social, los partidos políticos ofrecen donar parte de su presupuesto para la reconstrucción. Como afirma Carlos Bravo Regidor, en un tweet, no se puede donar lo que no es tuyo. Más que una ocasión para el oportunismo filantrópico, esta tragedia abre una ventana para rediseñar y reducir el financiamiento público para partidos políticos. […]”.

Chocan con Mancera por sismo del 19-S
Pasan los días, las búsquedas de personas entre los escombros no se detienen en algunos puntos y a pesar de eso, sigue sin haber una coordinación adecuada entre los funcionarios federales y los del gobierno capitalino, y aunque se tardó en dar la reunión entre ambos grupos de trabajo, por fin se dio, aunque sin la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, lo que originó molestia entre los asistentes, por lo cual, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura lo siguiente: “nos cuentan que ayer por la noche en la reunión que tuvieron delegados federales con autoridades del gobierno de la Ciudad de México, no sólo hubo acuerdos importantes, sino también molestia con Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno capitalino. El encuentro no fue del todo terso porque, de entrada, están molestos con Mancera por lo tardía que fue la reunión, puesto que el sismo ocurrió desde poco después del medio día del martes y apenas hasta el viernes por la noche se abrió el espacio para delimitar acciones, como el de hacer un padrón unificado de viviendas e inmuebles dañados. Lo segundo que sacó chispas fue que en la junta no estuvo Mancera, sino la Secretaria de Gobierno, Patricia Mercado. Si determinaron cerrar filas, fue porque desde el gobierno federal se les explicó que, si no cuentan con un padrón único de daños y un mismo mecanismo de revisión de daños, no pueden acceder al Fondo Nacional de Desastres (Fonden)”.

Una colosal fuerza desperdiciada
En El Universal, el periodista Francisco Martín Moreno, escribe sobre la respuesta de la sociedad y gobierno en conjunto ante la desgracia por la que atraviesan miles de personas a causa de los derrumbes provocados por los recientes temblores en varios de edificios en distintas, partes del país, lo que ha dejado cientos de muertos, de la fuerza conjunta que han demostrado miles de mexicanos al ayudar desinteresadamente por el bienestar del otro, y plantea un escenario donde esa lucha conjunta sea parte de la vida cotidiana de México, no nada más en época de emergencia y desgracia, y nos cuenta que: “el pavoroso temblor que volvimos a padecer el 19 de septiembre pasado evidenció una vez más los colosales poderes desperdiciados de México: la sorprendente y encomiable capacidad de organización y de indiscutible sacrificio y riesgo demostrada por la sociedad mexicana y por el gobierno, justo es reconocerlo, durante estos últimos siniestros días de dolor y luto nacionales, constituye una muestra palpable e indiscutible de las metas inimaginables a las que podríamos acceder los mexicanos si nos tomáramos todos de la mano para construir el país que creemos merecernos. Por diferentes lugares aparecieron hombres y mujeres, jóvenes y hasta niños, para integrar grupos de rescate de personas atrapadas en los escombros. Surgieron por doquier brigadistas, unos acompañados con perros dotados de olfatos mágicos para localizar gente sepultada entre toneladas de concreto y varillas de acero retorcidas. […]. Ahí estaba presente el México de una pieza, el México poderoso que no se rinde, sino se crece al castigo y a la adversidad. Al México que se compadece y lucha desinteresadamente por la vida y por la salud de los demás. En el mundo entero somos un ejemplo de solidaridad, según publican los diarios internacionales. El México generoso, el de la buena fe, el mejor México de todos, el mismo que lamentablemente se desperdicia en las tareas diarias ante la falta de un esfuerzo paralelo, sano, eficiente y digno de un gobierno que saquea impunemente a una sociedad a la que debería estimular, proteger, impulsar, fomentar, animar y alentar, en lugar de desfalcarla, deprimirla al aplastar su poderosa creatividad […]. La poderosa energía demostrada en estos días debe ser aprovechada, constituye una muestra indiscutible de la pujanza de un pueblo deprimido y engañado que no logra disfrutar el fruto de su esfuerzo y de su trabajo porque la ‘autoridad’ tiene secuestrado su futuro al disponer del ahorro público para fines ilícitos que en pocas ocasiones, […] son sancionadas para recuperar la confianza social. […]. ¿A dónde llegaría México si confiáramos en el sentido del honor y de la dignidad de nuestros gobernantes y en un sistema eficiente de impartición de justicia? Cuando se imponga en nuestro país el Estado de Derecho, si en alguna ocasión pudiéramos someternos todos al imperio de la ley, la energía nacional transformaría mágicamente a la nación para asombro de propios y extraños. Esa colosal energía está ahí, hoy, en la calles de nuestro país: ¡aprovechémosla! Si la unión hace la fuerza, unámonos gobierno y sociedad en un auténtico pacto por México. […]”.

Al igual que después del terremoto de 1985 hubo un cambio en la sociedad mexicana, se espera que luego del sismo del martes 19 de septiembre, las próximas elecciones demuestren el hartazgo que hay para con la clase política de nuestro país ante su falta de capacidad demostrada a lo largo de los años, y en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “el terremoto de 1985 dio pie a una ruptura política que derivó en la transición democrática. El despertar ciudadano ante la apatía del gobierno llevó, tres años después, a que por primera vez el Partido Revolucionario Institucional se viera arrinconado en las urnas. Ahora, muchos se preguntan qué efectos tendrá la actual movilización de la sociedad en las elecciones presidenciales de 2018. Todavía es pronto para saber, pero no hay duda de que se está escribiendo una nueva historia”.

Y zapatillas por si hay “problemas”, salir “volao”
En Milenio, el periodista Jairo Calixto Albarrán, habla sobre la forma en que se puso a salvo ante la alarma sísmica que sonó por la mañana del día de ayer, y al mismo tiempo hace una crítica al actuar de algunos personajes de la política, como es el caso del Gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien es señalado por interceptar y almacenar despensas que están destinadas a ayudar a los damnificados de ese estado a causa del terremoto, por lo que escribe que: “yo, como Pedro Navajas, me dormí con zapatillas por si hay ‘problemas’, salir ‘volao’. Y en la tierna y fresca mañanita sabatina ‘desbajé’ hecho la mocha con perro y familia en cuanto sonó la alarma sísmica que te catapulta todos los sentidos. Y aunque no hubo manera de pensar en demasiadas cosas más que en romper los récords olímpicos en descenso de escaleras, sí me quedó otro pequeño temor: que a medio camino me fuera a topar con alguno de esos compatriotas que deberían estar colgados de los tanates por robarse víveres, apañar tráileres, desaparecer cámaras térmicas, especular con materiales de primera necesidad, estorbando allá afuera. Incluso, en mi sacón de onda, hasta me imaginé a los líderes partidistas del llamado Frente Ciudadano que no parece estar nutrido de ciudadanía, apostando con Ochoa Reza, el simpático carpinterito del partido tricolor, a ver quién da más en materia de protagonismo mediático. Ya los veía tomándose selfies con los damnificados mientras sin ningún ápice de demagogia se peleaban por ver cómo y desde dónde se canalizarían los supuestos recursos que habrían de donar a la causa de los desposeídos […], mientras bailaban con Tatanka Córdova las de Julión. […]. Al borde del último escalón me traicionó la paranoia y clarito imaginé al nada grato pero ingrato de Graco encabezando un operativo para cobrarle peaje a quienes, como yo, buscaban con cierta ansiedad una escapatoria. […]. Lo mejor fue lo del funcionario del gobierno de Morelos que explicó que no se estaban robando las despensas, sino que las iban a administrar para cuando vengan tiempos peores. Ya en el camellón echando el bofe, pensé en que si el licenciado Peña y Mancera no van contra los ‘especuleros’ inmobiliarios, los constructores transas y los funcionarios corruptos que los consistieron, sus frentes y partidos se van a ir al averno, Satán”.

Hipersensibles
Ante la desgracia de miles de mexicanos a causa de os recientes temblores, la sociedad civil ha demostrado su hartazgo para con los partidos políticos, lo que los deja “enterrados” de cara a las próximas elecciones, donde la sociedad en general reclama que el dinero para sus campañas sea destinado para ayuda y reconstrucción en todos los puntos afectados del país y en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “hay políticos que no entienden lo que está pasando en el país. En sus centros retembló la tierra y lo que surgió, nuevamente, fue la unión entre mexicanos con el espíritu fortalecido. Y no es bien visto que haya funcionarios que utilicen la solidaridad como propaganda. Después del temblor, el México que se levantará será otro. Mientras los partidos políticos requieren ir a las próximas elecciones, porque las gubernaturas serán su fuente natural de ingresos para los próximos años, la sociedad, más sensibilizada que nunca, reclama que no haya más institutos políticos que devoren los recursos públicos. La politiquería también quedó bajo los escombros. ¿Lo entenderán?”.

Nuevo recuento de afectaciones
Luego de dos sismos de gran magnitud y muchas otras réplicas de los mismos, el Presidente Peña tendrá que hacer una reevaluación de la situación de daños en los estados donde más afectaciones se registraron y hoy en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “Que luego de acudir a los estados de Oaxaca y Chiapas, afectados por el sismo de magnitud 8.2 del pasado 7 de septiembre, el Presidente Enrique Pena Nieto ahora hará recorridos por las localidades que sufrieron daños a causa del temblor de 7.1 del 19 de septiembre de este año. Comenzará con el Estado de México, donde supervisará el censo de viviendas y negocios que resultaron con algún tipo de afectación”.

 

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