Crustáceos diminutos podrían alterar corrientes oceánicas, según estudio

24/10/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).-Un género de crustáceos branquiópodos conocidos como Artemias, al viajar en grandes grupo durante la noche en las profundidades de los océanos podrían ser los responsables de las largas corrientes que podrían alterar las de los océanos, la distribución de la sal y el calor en estos cuerpos de agua, por lo que altera también el clima.

El estudio publicado por el Instituto Americano de Física por John Dabiri del Instituto Tecnológico de California, consistió en la utilización de luces láser para monitorear los movimientos de los animales en un tanque de agua y grabaron sus flujos de traslado con cámaras de alta velocidad.

El tanque de agua también fue llenado con esferas de vidrio diminutas huecas recubiertas de plata con la mitad de una milésima de pulgada, por lo que se monitoreó el movimiento de estas esferas y así medir el impacto que tiene el movimiento de las artemias en ellas.

Dabiri explicó que investigadores habían propuesto con anterioridad la idea de que el movimiento del zoopláncton podía influir en la circulación oceánica, el efecto nunca había sido observado directamente. Lo único que se había estudiado con anterioridad eran diferentes organismos individuales que también perturbaban el agua a su alrededor.

Así es como lucen las artemias que alcanzan a medir hasta 3 milímetros, dependiendo de la fase de vida en la que se encuentren. Foto: Especial.
Así es como lucen las artemias, conocidos en EU como “sea-monkeys” que alcanzan a medir hasta 3 milímetros, dependiendo de la fase de vida en la que se encuentren. Foto: Especial.

Sin embargo, gracias a este nuevo proyecto donde el láser funge como guía, los investigadores se dieron cuenta que el movimiento colectivo de las artemias crea remolinos más fuertes de lo que organismos individuales podrían.

Y es que los organismos pequeños constituyen una gran parte de la biomasa oceánica, por lo que los científicos estiman que sus patrones de movimiento podrían conformar mil millones de vatios de potencia para el océano.

Los resultados forman parte de los resultados del modelo teórico propuesto por el equipo de Dabiri en 2009, cuando se analizaron los efectos de las medusas en los océanos y se propuso que también podría aplicarse con los organismos pequeños.

Los investigadores esperan poder replicar el experimento en un tanque con mayor densidad de agua para asimilar la profundidad de los océanos. “Si se producen fenómenos similares en el océano real, significará que la biomasa en el océano puede redistribuir el calor, la salinidad y los nutrientes”, explicó Dabiri.

De otro modo, estos experimentos también podrían contribuir a descifrar qué otro rol juegan estos organismos en los océanos.

 

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