Kabul, 24 Nov (Notimex).- Al menos ocho personas murieron hoy por la explosión de una bomba colocada en una motocicleta en un mercado de la región de Kunduz, al norte de Afganistán, un día después de que 62 personas perdieron la vida en otro atentado suicida en la localidad sureña de Paktika.
La moto bomba explotó esta tarde alrededor de las 16:15 horas locales (11:45 GMT) en un concurrido mercado del distrito de Dasht-e Archi, en la provincia de Kunduz, según reporte de la agencia oficial de noticias afgana PAN.
El portavoz de la Policía provincial, Sarwar Hussaini, confirmó que ochos personas murieron y 15 más resultaron heridos, seis de ellos de gravedad como consecuencia del ataque, cuya responsabilidad aún nadie se ha atribuido.
Dasht-e Archi es uno de los distritos más inseguros de Kunduz, donde la insurgencia se encuentra más activa, principalmente el remanente Talibán y el grupo Haqqani, un grupo islamista que tiene su base en la vecina Pakistán y cercano al derrocado régimen afgano.
El ataque se produce un día después de que 62 personas perdieron la vida y 75 más resultaron heridas por una atentado suicida en un torneo de voleibol de la provincia de Paktika, sureste de Afaganistán, al que asistieron varios funcionarios del gobierno local.
El atentado fue perpetrado por una atacante suicida que se infiltró entre decenas de personas que asistieron al torneo de voleibol de playa y detonó la bomba que llevaba consigo en medio de la multitud, provocando innumerables víctimas.
Pese a que ningún grupo insurgente ha reclamado la autoría del ataque en Paktika, la Agencia de Seguridad Nacional (NDS) de Afganistán responsabilizó este lunes al grupo Haqqani.
“La red Haqqani se encuentra detrás del ataque suicida mortal que mató e hirió a un centenar de civiles en Paktika”, publicó el servicio secreto en un mensaje en su cuenta de Twitter.
La red Haqqani, designada como una organización terrorista por Estados Unidos en 2012, ha sido responsable de ataques a gran escala contra el gobierno y objetivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, así como secuestros y asesinatos.
El presidente afgano, Ashraf Gani, calificó el atentado, el más grave en Afganistán en los últimos meses, como un “acto inhumano” e “injustificable en cualquier religión o cultura” y prometió castigo a los responsables.
