Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).- Las aplicaciones de la robótica han incursionado en prácticamente todos los ámbitos. Sin embargo, su constante innovación hace que ahora la vida de las personas tenga mejores expectativas con su presencia.
Este es el caso de RoboBrain, de la compañía británica Ortelio Ltd., el cual pretende ser una base de datos gigante para que sea consultada por robots, no por humanos y que en un futuro puede llegar a ser de gran ayuda para las personas de la tercera edad.
“En uno o dos años pensamos lanzar al mercado RoboBrain integrado en un robot de bajo coste para esta ayuda a la tercera edad”, dijo Ilias Trochidis, uno de los científicos que trabajan en este proyecto con sede en el parque tecnológico de la Universidad de Coventry, publicó el diario español El País.
El objetivo básico de este sistema es nutrir de conocimientos a las máquinas en caso que deseen hacer algo y no sepan cómo. “Por supuesto, hay muchas investigaciones intentando simular el funcionamiento del cerebro humano. Pero lo que nosotros queremos es elegir cuáles son las propiedades fundamentales de la mente que necesitaría un robot”.
De esta manera, el conocimiento de los autómatas sería puesto en manos de un depósito de información que ayudará a los robots a entender las cosas, así como la manera en que los humanos ven el mundo y el significado específico que las personas le dan a ciertos objetos en la vida real.
Mientras tanto, en la página de inicio de este proyecto se aprecia claramente la forma en la que RoboBrain se alimenta de información: “¡Hola! Soy un cerebro robot. Aprendo conceptos buscando en internet. Interpreto el lenguaje natural en texto, imágenes y videos. Observo a los humanos con mis sensores y aprendo cosas al interactuar con ellos.”
Los cuatro investigadores que la integran Ortelio, además de buscar desarrollar la arquitectura de esta mente robótica, también tienen su atención puesta en otro aspecto que podría ser bastante útil: la ayuda a la vejez. “Lo que queremos es integrar nuestra investigación del RoboBrain con un autómata que ayude a los ancianos en su casa, de una manera completamente autónoma”, agrega Trochidis.
Sin embargo, aunque muchos piensan ya en una asistencia para tareas muy complejas, lo cierto es que momentáneamente los desarrolladores quieren comenzar con algo simple, como leer emails y noticias, o conversar. “No será, en un principio, una ayuda en tareas físicas. Pero sí podría vigilar y llamar a una ambulancia o un familiar si pasara cualquier cosa”.
La clave de lo que el equipo propone es cómo conseguir la autonomía de un robot. Este aspecto es uno de los principales problemas con los que se topa la robótica. “No queremos lograr toda la complejidad del cerebro humano. Queremos conseguir aquellas funciones básicas que hagan al robot útil por sí mismo”, dice Trochidis.
Así, que el que los robots puedan pensar por sí mismos y que su utilidad no dependa o bien de la presencia de un ingeniero o bien de lo simple y repetitivo de la tarea, es el principal reto para RoboBrain. Mientras tanto, ya se están realizando planes para poner en marcha la iniciativa y en uno o dos años se piensa lanzar al mercado RoboBrain integrado en un robot de bajo coste precisamente para esta ayuda a la tercera edad.
Mientras tanto, RoboBrain ofrecerá una serie de opciones a desarrolladores debido a su modelo open-source (software de libre uso y modificación) y cross-platform (válido para cualquier robot), con lo que cualquiera que así lo desee pueda levar a cabo sus propios planes con este sistema.
