Stellan Skarsgård y la historia de un policía que sufre por amor en “River”

28/06/2016 - 12:00 am
Gran química entre estos dos portentos actorales. Foto: BBC
Gran química entre estos dos portentos actorales. Foto: BBC

La historia sigue al detective inspector de la policía John River, un brillante oficial de la Policía Metropolitana cuya falla es la fragilidad de su mente; es un hombre perseguido y atormentado por visiones de las víctimas de los asesinos cuyos casos investiga. Cuando su compañera, confidente y amiga, la detective sargento Jackie Stevenson, es asesinada, no sólo su cerebro se complica, también su corazón.

Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).– Stellan Skarsgård (Gotemburgo, Suecia, 1951) es un hombre inmenso de rostro dulce y cuando se desarma lo hace como cuando las mismísimas Torres Gemelas se vinieron abajo.

La comparación no es exagerada ni casual. Desde que aprendimos que el mundo se puede desmoronar en un tris, la vida se hizo despiadadamente frágil, inasible, obligándonos a flotar sobre quimeras que nunca están en correspondencia con nuestros sueños.

Y eso es la serie River, un proyecto genuino de la BBC traducido en una serie de apenas seis capítulos mediante la cual la prestigiosa televisión británica reinventa el género del policial, para la que ha demostrado ser experta y ofrece una vuelta de tuerca a las historias criminales que sólo pueden ser resueltas por alguien que no esté demasiado cuerdo.

El detective River, de hecho, no está loco, pero junto a su compañera Jackie “Stevie” Stevenson ha aprendido que para que la realidad de manifieste en toda su esencia hay que recurrir a menudo a todo lo que hay de sobrenatural en la existencia visible y aparente.

Cuando la música disco te hace llorar. Foto: BBC
Cuando la música disco te hace llorar. Foto: BBC

Se trata de un drama psicológico que venció las resistencias que tenía el famoso actor sueco hacia las series, muchas de las cuales había rechazado sin miramientos, sobre todo por miedo a aburrirse en el proceso y terminar animando situaciones de cliché que sólo narran la superficialidad de las cosas.

No es así en River, donde lo banal se estrella contra la normalidad de las relaciones humanas reales, en la que Stellan encarna a un hombre en su mediana edad, preso de la soledad y las voces que le hablan desde un Más Allá tangible y cercano.

A su lado, un portento de la actuación británica, la actriz Nicola Walker, quien en el papel de la detective Jackie “Stevie” Stevenson intenta infructuosamente que su compañero de trabajo, con el que comparte grandes conversaciones y comida chatarra que conspira contra sus fallidos intentos de adelgazar a través de la tabla de puntos de Weight Watchers, aprenda a bailar, a cantar los temas de ABBA en karaoke y a decir lo que siente por ella, probablemente la mujer de su vida.

UNA ESCENA INICIAL Y OTRA FINAL

La serie se define por dos grandes e inolvidables escenas: la primera que da rienda suelta a los seis episodios, que es cuando el detective River enfrenta la pérdida violenta de su amiga y compañera, asesinada por un disparo en medio de la noche, frente a sus ojos.

La última, sublime, inconmensurable, donde el corazón del hombre explota de amor y ya no contamos más para que no nos hagan un juicio por espoilear.

Hay un solo testigo infalible y veraz en un crimen: la víctima. Y eso lo entiende más temprano que tarde el detective River, incluso a riesgo de perder su salud mental.

En una Londres oscura, donde brillan como páramos decadentes los locales de comida rápida –esos kebab grasosos como consuelo– y las luces de neón que oscurecen más que iluminar la marginalidad de seres que deambulan como zombies, él es un hombre que dialoga con los muertos y trata de hacer ligero el peso de un amor que lo tortura y al mismo tiempo lo redime.

“Abi Morgan –la escritora de la serie– no ha hecho una serie normal. Si fuera normal yo no estaría en ella”, ha dicho Stellan Skarsgård.

Stellan Skarsgård o la fábula del detective enamorado. Foto: BBC
Stellan Skarsgård o la fábula del detective enamorado. Foto: BBC

Tiene razón. A lo largo de seis capítulos donde los temas de los inmigrantes y los hábitos de la soledad de la vida moderna, ese modo tan nuestro de rechazar toda pulsión comunitaria, cuestiones tan hondas y “clásicas” como el amor, la familia y la traición se expresan para hacernos sentir, al y al cabo, humanos, demasiado humanos.

Eso es lo que somos: una especie cuya esencia no ha cambiado a pesar del tiempo transcurrido y a ese carácter ontológico debemos nuestros mayores desafíos, toda la energía vital de la que podemos ser capaces. Y de eso trata la serie River, disponible en Netflix y para la cual está prevista una segunda temporada.

Dirigida en distintos episodios por tres directores, Tim Fywell, Jessica Hobbs, Richard Laxton, el programa ha logrado lo impensado: poner un color diferente a la habitual hegemonía de las series policiales. Y si no lloras desconsoladamente con la escena final, es que no corre sangre por tus venas.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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