La reserva marina del Polo Sur: el Tratado Antártico busca que el Continente Helado no sea un objetivo de explotación

28/10/2013 - 12:30 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).- La Antártida es el único lugar de la Tierra que es administrado en forma conjunta por muchos países, por lo que el uso de sus recursos se somete regularmente a consenso. Ahora, los representantes de los 25 miembros que integran la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (CCAMLR por sus siglas en inglés) se reunieron la semana pasada en Hobart, Australia, para negociar sobre el establecimiento de una extensa reserva marina en la Antártida, en donde manifestaron sus deseos de que en el Continente Helado se cree una reserva natural.

De esta manera, la Unión Europea y Australia quieren que se cree una reserva de 1.6 millones de kilómetros cuadrados. No obstante, de momento la ubicación y la extensión son los principales motivo de desacuerdo, ya que mientras que ambos proponen el Océano Índico como sitio ideal, Estados Unidos y Nueva Zelanda proponen crear esta reserva en el Mar de Ross, que abarque 1.25 millones de kilómetros cuadrados.

Sin embargo, de acuerdo con Leszek Dybiec, presidente del CCAMLR, hay posibilidades de que se llegue a un consenso que, probablemente, sólo incluya al Mar de Ross, una bahía profunda entre el océano Glacial Antártico y la Antártida entre la Tierra de Victoria y la Tierra de Marie Byrd, al sur de Nueva Zelanda, publicó el el servicio de radiodifusión internacional Deutsche Welle.

Por su parte, en 1991 se firmó un protocolo adicional de protección del medioambiente que prohíbe la utilización de todos los recursos minerales, inclusive el petróleo y el gas, en la Antártida. “A pesar de eso, la Antártida es un sistema muy sensible en el que cualquier ínfima actividad del hombre puede causar grandes cambios”, dijo Manfred Reinke, secretario ejecutivo del Tratado Antártico.

“La Antártida no pertenece a uno ni a varios Estados. Todas las cuestiones legales de ese continente se debaten en el marco del encuentro de los países que forman parte del tratado”, agregó Reinke, quien además resaltó que poner especial cuidado en “conservar el carácter específico y salvaje de la Antártida”.

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La investigación del cambio climático es uno de los puntos fundamentales de trabajo en el continente antártico, donde hay que diferenciar entre la península antártica occidental y la región oriental, ya que en el oeste, el cambio climático se hace sentir tanto como en los Andes, en los Alpes europeos o en Groenlandia, mientras que en el este de la Antártida la temperatura está siempre bajo el nivel de cero.

De esta manera, los expertos estudian si lo que sucede ahora en el poniente de la Antártida también podría suceder a una velocidad similar en el este del continente, ya que eso se reflejaría en un aumento del nivel de los mares y sería un grave problema para la comunidad internacional.

Actualmente, el incremento del deshielo en el Polo Norte acelera la actividad de explotación de sus recursos y algunos expertos creen que este fenómeno también aumentará la presión para que se exploten comercialmente los recursos de la Antártida sobre todo aquellos que involucran la pesca.

Esto comienza a ser palpable en la presencia de krill, la cual se está agotando en algunas áreas del Polo Sur, a pesar de un tratado sobre la conservación de la vida marina de las aguas antárticas.

Por otra parte, Rusia, Ucrania y China temen por sus intereses y que se impongan limitaciones severas a la pesca con la creación de la reserva marina. Mientras tanto, la comisión internacional que se reunió en Australia tiene la posibilidad de establecer un compromiso para tratar este delicado tema que concierne al mundo entero.

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