Teixeira, ex mandatario del futbol brasileño, busca asilo en un paraíso fiscal tras acusaciones de corrupción

29/08/2013 - 12:00 am
Ricardo Teixeira. Foto: EFE
Ricardo Teixeira. Foto: EFE

Ciudad de México, 29 de agosto (SinEmbargo).- Una decisión parlamentaria en Brasil fue echada para atrás por la Confederación brasileña de futbol. Ricardo Teixeira, presidente por más de 20 años del organismo deportivo, presionó a los representantes de la Cámara para que se anulara una propuesta que pretendía investigar serios casos de manejos negligentes por parte de la empresa británica MSI y el Corinthians, uno de los equipos más grandes del pentacampeón del mundo. La compañía londinense entró al mundo del futbol cuando llevó a los argentinos Javier Mascherano y Carlos Tévez a suelo brasileño  antes de catapultarlos a Europa.

Aquel octubre de 2007, con Brasil confirmado como sede para el mundial de 2014, Teixeira montó toda una propaganda de presión hacia el sector político que buscaba esclarecer todos los escándalos de corrupción que rondan por los aires del futbol brasileño. Desde 1989, es el mandamás del organismo que rige el futbol en Brasil. La CBF se ha convertido en un tentador socio comercial para cualquier empresa vinculada de algún modo con el balompié internacional. Mientras el Jogo Bonito brillaba en la cancha, las arcas de la Confederación se llenaban junto a los bolsillos de otros cuantos.

Hoy, el ex mandatario deportivo pide asilo en Andorra, paraíso fiscal europeo con sus montañas llenas de nieve constantemente visitadas por aventureros necesitados de adrenalina. El camino de un hombre testarudo en sus formas, ha caído desde el nepotismo hasta la petición para poder salvaguardar la fortuna que junto recolectar durante su mandato. En la década de los 90, la FIFA y la CBF construyeron un lazo familiar que determinaría el rumbo del futbol. Teixeira, casado con Lucia, hija de Joao Havelange, entonces presidente del máximo organismo del balompié mundial, se aprovecharon de sus posiciones para contratar servicios vía sobornos.

Joao Havelange y Ricardo Teixeira. Foto: Twitter
Joao Havelange y Ricardo Teixeira. Foto: Twitter

El año pasado, la FIFA fue obligada a revelar a la luz pública los documentos donde se demostraba la corrupción de los dos familiares. Un juzgado suizo presionó a Joseph Blatter para que tuviera transparencia con el tema. Los papeles revelaban que ISL ganó la concesión para comercializar los derechos audiovisuales de las dos organizaciones gracias al dinero entregado a Teixeira (13 millones de dólares actuales) entre 1992 y 1997;  además de Havelange (1.5 millones de dólares actuales) en 1997. El documento tiene fecha de 2010, cuando la investigación se dio por terminada. 5.5 millones de dólares fueron entregados a la fiscalía por parte de los dos inmiscuidos con el aval de FIFA para que el proceso se mantuviera en secreto.

En total, de 1992 al 2000, 22 millones de dólares fueron contabilizados en cuentas personales o empresas propiedad de Havelange y Teixeira. Joao fue presidente de la FIFA de 1974 a 1998, Teixeira dirigió la CBF entre 1989 y 2012 hasta que fue obligado a renunciar por estos documentos dados a conocer, además de retirarse del comité organizador del próximo Mundial de 2014. Mientras tanto, su suegro dio un paso al costado del Comité Olímpico Internacional. El escándalo dejó entre dicho la serie de irregularidades que reina en Brasil donde la FIFA ha tomado el control gubernamental con el pretexto de la Copa del Mundo.

Aquel 2007, Ricardo Teixeira amenazó a los parlamentarios con dejarlos sin sede para el mundial. 18 ciudades se disputaban 12 lugares de privilegio para vivir el mejor futbol del mundo. La propuesta para crear un comité de investigación se diluyó ante el argumento letal del entonces dirigente: “Seamos muy objetivos. Es una iniciativa privada. Asimismo, eso definitivamente la FIFA no lo permitirá. No intenten afectar políticamente a la Copa de 2014″, declaró en su momento. Hoy, tras un año ajetreado, sueña con la nacionalidad pasiva andorrana, la cual le impedirá votar y tener un pasaporte, pero retendrá para su beneplácito el dinero captado de casi 30 años gozando de un poder absoluto que es muy poco auditado. El mundo es distinto desde la percepción del máximo organismo del futbol, mientras, la bandera del Fair Play sigue adornando los estadios.

Foto: Facebook
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