2014 fue trágico para la iglesia: Arquidiócesis; 4 sacerdotes fueron asesinados

29/12/2014 - 9:19 pm
El sacerdote Gregorio López Gorostieta. Foto: Archivo
El sacerdote Gregorio López Gorostieta. Foto: Archivo

Por Jacob Morales Antonio, especial para SinEmbargo

Ciudad de México, 29 de diciembre (El Sur/ SinEmbargo).– Cuatro sacerdotes fueron asesinados en 2014, tres de ellos en Guerrero, informó la Arquidiócesis de México, misma que consideró que este fue “un año trágico para la Iglesia mexicana”.

A través de un boletín difundido por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México titulado “2014, año trágico para la Iglesia mexicana”, la Iglesia actualiza los atentados contra los curas. Señala que durante los últimos 24 años, han sido perpetrados 47 atentados contra miembros de la Iglesia católica, de los cuales 46 han sido crímenes arteros, y dos corresponden a sacerdotes que siguen desaparecidos.

Los casos señalados en Guerrero son del 20 de febrero cuando el laico y chofer del padre José Damián Hernández Veloz, párroco de Villa Nicolás de la Diócesis de Ciudad Altamirano fue asesinado tras un intento fallido de secuestro del sacerdote, luego de ser tiroteada la camioneta donde iban por la comunidad de San Antonio de los Libres, municipio de Ajuchitlán del Progreso.

El 30 de abril el sacerdote ugandés John Ssenyondo fue raptado por delincuentes armados cuando salía de oficiar una misa en Santa Cruz, municipio de Chilapa, y se dirigía a la iglesia del poblado de Nejapa, donde estaba asignado desde hace cinco años. El 14 de noviembre el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo informó que 13 osamentas fueron encontradas el 29 de octubre en la comunidad de Ocotitlán en Zitlala, y que una de ellas pertenecía al sacerdote.

El 21 de septiembre el sacerdote José Ascensión Acuña Osorio párroco de San Miguel Totolapan fue levantado y su cuerpo apareció dos días después flotando en el río Balsas, cerca del pueblo de Santa Cruz de Las Tinajas, en el municipio de San Miguel Totolapan.

Y el padre Gregorio López Gorostieta, encontrado el 25 de diciembre con un impacto de bala en la cabeza, luego de que personas armadas que irrumpieron para llevárselo la madrugada del 22 de diciembre, en el Seminario Mayor La Asunción ubicado a las afuera de Ciudad Altamirano, en las faldas del cerro Chuperio.

Además, se documenta el caso del sacerdote Rolando Martínez Lara, párroco del templo de Santa María de Guadalupe, Canalejas, Jilotepec, Estado de México, asesinado mientras se perpetraba el robo a la parroquia, la madrugada del miércoles 19 de febrero de 2014. Cabe destacar que éste fue el primer caso registrado del año.

En 2013 se registró el mismo número de asesinatos de religiosos, uno de ellos, el padre Joel Román Salazar tras sufrir muerte repentina el 10 de diciembre del 2013, luego de un accidente automovilístico, que de acuerdo a feligreses fue provocado.

Además de los padres José Flores Preciado asesinado el 5 de febrero dentro del templo de Cristo Rey en Colima; el sacerdote Ignacio Cortez Álvarez asesinado el 22 de julio, la Procuraduría General de Justicia de Baja California informó que el móvil fue robo con violencia. El padre era responsable de la parroquia María Auxiliadora en el municipio de Ensenada.

El padre Hipólito Villalobos Lima, de 45 años, y el vicario P. Nicolás De la Cruz Martínez, de 31 años, fueron encontrados muertos en la Parroquia de San Cristóbal, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, en el estado de Veracruz, el 29 de noviembre. La diócesis de Tuxpan dice que la zona es controlada por cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.

SACERDOTES ASESINADOS CON EPN

Por su parte, el Centro Católico Multimedia (CCM) dio a conocer el reporte anual 2014, “El riesgo de ser sacerdote en México”, difundido 21 de diciembre, día que fue raptado el padre Gregorio López Gorostieta y del que no se menciona su caso,  pero sí el asesinato de tres religiosos en Guerrero por la violencia que se vive y a causa de la actividad religiosa.

“En los últimos 12 meses, dos sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis de Acapulco, Guerrero, pagaron con su vida al ser levantados y secuestrados por grupos violentos de la entidad. Gran dolor han causado estos magnicidios a fieles de la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero y a la Iglesia de México en general”, dice el documento.

El reporte anual señala que “tiene registro de un significativo repunte de crímenes de religiosos de los cuales durante los dos primeros años de gobierno” de Enrique Peña Nieto, en los que se ha confirmado el asesinato de ocho sacerdotes; (ahora nueve) y dos presbíteros desaparecidos.

En un análisis del actual periodo, comparado con el segundo año de gestión de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), indica que fueron asesinados violentamente cinco sacerdotes durante los dos primeros años del sexenio pasado.

El reporte indica que “este fenómeno marca un claro aumento del 100%, resultado de problemas como violencia y falta de oportunidades en la administración del Lic. Peña Nieto. Esta cifra, sin embargo, puede cambiar debido a la situación que prevalece con los sacerdotes Santiago Álvarez de la diócesis de Zamora, desaparecido el 29 de diciembre de 2013 y Carlos Ornelas Puga de la diócesis de Ciudad Victoria, desaparecido el 3 de noviembre del 2013 y de los cuales a la fecha, se sigue buscando su paradero”.

Agrega que “según nuestros registros en los últimos dos años, las entidades de la República Mexicana más peligrosas para el ejercicio sacerdotal en México son: Guerrero, Michoacán y Distrito Federal y su zona conurbada. Esto de acuerdo con el número de atentados perpetrados contra agentes de Pastoral en el periodo analizado”.

El informe consideró que el gobierno “más negro de la historia moderna de México” es el de Felipe Calderón, mismo que sumó 24 homicidios: 16 atentados contra sacerdotes, tres contra religiosos, cuatro contra laicos y uno contra una periodista católica.

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