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Redacción/SinEmbargo

30/06/2016 - 5:01 am

Decir la verdad en Nochixtlán / Alejandra Barrales, con “bendición”

Decir la verdad en Nochixtlán En El Universal, el periodista Ricardo Raphael, escribe que: “circuló en las redes sociales la imagen de un sujeto a punto de lanzar […] un tlacuache […]. Vice produjo un mensaje […] aclarando que esa foto había sido publicada en sus páginas […], y fue tomada durante una fiesta regional […]. Este timo no […]

Decir la verdad en Nochixtlán
En El Universal, el periodista Ricardo Raphael, escribe que: “circuló en las redes sociales la imagen de un sujeto a punto de lanzar […] un tlacuache […]. Vice produjo un mensaje […] aclarando que esa foto había sido publicada en sus páginas […], y fue tomada durante una fiesta regional […]. Este timo no es único a propósito de lo ocurrido el domingo 19 de junio en Nochixtlán. Son varias las mentiras —o las verdades a medias— que han sido colocadas deliberadamente para enterrar la realidad. El conocimiento confuso […] se debe […] a una estrategia deliberada para proteger a los responsables de la masacre […]. Destacan las declaraciones de Enrique Galindo Ceballos, el jefe de la Policía Federal […]. Se dijo también que el enfrentamiento de la fuerza pública fue contra maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pero el día posterior el Gobernante oaxaqueño, Gabino Cué, desmintió esa información […]. Se acusó a los participantes de la protesta por atacar con armas AK-47 a los representantes del orden. Pero nadie ha aportado pruebas de ello. La autoridad hizo correr luego la versión de que la policía fue atacada por francotiradores apostados en edificios altos de Nochixtlán. Dada la trayectoria previa de mentiras cabe dudar igualmente de esta explicación. No es novedad que las fuerzas mexicanas del orden busquen acomodar a su favor la mecánica de los hechos violentos en los que participan […]. Hasta hoy el único acuerdo entre el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong —jefe directo del comandante Galindo— y los líderes de la CNTE es esclarecer lo sucedido en Nochixtlán […]. Si esta condición no se cumple nada más va a prosperar. Miguel Ángel Osorio debe responder a una pregunta compleja: ¿ocurrieron las cosas tal como dice Galindo? ¿O la realidad fue muy diferente? […] Si la Policía Federal insiste con sus mentiras, el movimiento social nacido en Oaxaca y Chiapas no hará más que crecer. El problema radica en que el conocimiento de la verdad podría llevar a la renuncia de Galindo y en tal caso el Secretario de Gobernación tendría que apechugar con el tramo de responsabilidad que le toca. ¿Será capaz Osorio de actuar en contra de sí mismo?”.

En el diario Reforma, el analista y especialista en temas electorales, José Woldenberg, escribe que: “vale la pena pensar en un fenómeno que parece expandirse sin encontrar camino de regreso: la violencia política […]. Sabemos […] que la violencia solo genera violencia […]. Ya tenemos suficiente con la violencia ligada a la delincuencia como para sumar ahora la de matriz política. Desde las movilizaciones. Que un grupo, partido o sindicato tenga sus propios diagnósticos y propuestas sobre el tema que se quiera, no solo es legítimo, resulta necesario en una sociedad marcada por la pluralidad. Que esos mismos actores se manifiesten, hagan públicos sus reclamos, critiquen con vehemencia a sus adversarios, organicen paros o huelgas, marchas y mítines, es natural porque se trata del ejercicio de derechos propios de un marco democrático. Pero que supongan que pueden quemar edificios, destrozar vehículos, impedir el abasto de ciudades y aún humillar y agredir a personas, sin consecuencias, es pura y dura enajenación o una apuesta política que tarde o temprano acarreará más violencia. Esa violencia se alimenta de un cierto nihilismo que asume que lo de ‘los otros’ no merece respeto ninguno […]. También de una larga tradición que ha acuñado la noción de que los cambios requieren de violencia para ser tales […]. Se tiende también a disculpar esa violencia si proviene de actores presunta o realmente débiles, pobres, desprotegidos. La mala conciencia, fruto de una sociedad más que desigual y excluyente, suele justificar ‘los excesos’ por la ‘situación objetiva’ que viven, para mal, los que la provocan. Desde los gobiernos. Los cuerpos policiacos, por desgracia, portan problemas inmensos. Impericia, excesos y déficit de legitimidad para utilizar la fuerza, son ingredientes que modelan sus posibilidades y límites […]. Las violaciones recurrentes a los derechos humanos por parte de las ‘fuerzas del orden’ son otro elemento a tomar en cuenta […]. Más nos vale generar un dique político y moral en contra de la violencia. Sin coartadas. La violencia -habla Perogrullo- es un mal: destruye, amedrenta, lesiona, mata. Esa debería ser una convicción y un valor común de la sociedad. Pero si no es por convicción, por lo menos que sea por realismo: porque difícilmente desde la sociedad existirá una fuerza más contundente que la del Estado”.

En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “cuando Andrés Manuel López Obrador formalizó su alianza con la coordinadora de Oaxaca y Chiapas, era otra coordinadora y otra la situación. No se había escalado la crisis a los niveles que hoy se viven y que apuntan para peor […]. Es posible que para los diletantes y sobre todo para su feligresía sea la gran, que no santa, alianza. Todo lo que él diga o haga, calle o deje de hacer, es aceptado por su asamblea. ‘Palabra del Señor’ […]. Yo veo una desventaja electoral y una contradicción discursiva. En lo electoral, la coordinadora no le suma al proyecto, como lo vimos en las elecciones de Oaxaca, porque la gente de ese estado, el votante […] no está con esa coordinadora. Los oaxaqueños están hartos, como hartos están los chiapanecos, de ser rehenes y víctimas del movimiento que los ha dejado sin empleo, sin ingresos, sin espacios urbanos, sin clases […]. Y en medio de esto, la situación que viven millón y medio de oaxaqueños de los más pobres en 40 municipios, en una crisis humanitaria por la falta de abasto de los productos Diconsa que no han podido llegar a mil 800 tiendas que, a su vez, no pueden distribuir lo más elemental de su elemental dieta: leche en polvo para los niños, frijol y maíz […]. No los veo votando por Morena, que se asocia a esa anarquía, como no votaron por sus candidatos […], y difícilmente los veré, como dicen ya, votando por un candidato que va en alianza con el origen de todos los males de los oaxaqueños. Lo mismo vale ya para Chiapas. Eso en cuanto al inconveniente electoral. Por lo que toca a la contradicción discursiva, López Obrador ha sido un promotor de la no violencia y presume, con razón, que en sus movimientos no se ha roto ni una ventana, lo que es cierto. Pero sus aliados en Oaxaca y Chiapas, con su violencia, niegan ese discurso y él no se ha pronunciado […]. Es una alianza, para mí, improductiva electoralmente y en lo discursivo, contradictoria. Pero cada quien hace sus cálculos”.

En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “¿Diálogo? La desvergüenza con la cual los líderes de la CNTE justifican sus bloqueos carreteros en el país crece a niveles inadmisibles. No permiten el paso de los vehículos, dañan la economía, el turismo y, sobre todo, el abasto de productos básicos a la población. El costo financiero es elevado y las afectaciones en la calidad de vida de miles de mexicanos es alarmante. Y eso que estos ‘líderes acuden a las mesas de diálogo en la Secretaría de Gobernación, donde Miguel Ángel Osorio Chong los ha invitado a levantar sus absurdas movilizaciones. Por ello, no pocos se preguntan si la CNTE y sus extremistas aliados están cocinando un nuevo enfrentamiento con la Policía Federal”.

En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “cuatro de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que, como reveló ya Milenio, participan en los bloqueos carreteros que pudren la vida en amplias zonas de Oaxaca, son extremistas y repelentes al diálogo, en tanto que las otras tienden a ‘negociar’. Todas, claro, apoyan a la CNTE. De las que terminan por llegar a algún arreglo económico, el Comité para la Defensa de los Derechos del Pueblo recibía del erario estatal 50 millones de pesos al año, agrupa a poco más de mil 100 militantes y promueve la afiliación a Morena. Con definición ideológica de ‘izquierda’, pero tácticas de corte fascista, entre las extremistas está el Frente Popular Revolucionario, con influencia en una veintena de localidades (incluida Asunción de Nochixtlán, donde se dieron los enfrentamientos con saldo de ocho muertos), considerada fachada del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (surgido en Aguas Blancas, Guerrero, en 1996), que del erario oaxaqueño recibió hasta hace dos meses el correspondiente ‘moche’ del subsidio que totalizaba al año 33 millones de pesos…”.

Alejandra Barrales, con “bendición” 
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “para alcanzar la presidencia del Partido de la Revolución Democrática y sustituir a Agustín Basave es Alejandra Barrales quien cuenta con la ‘bendición’ del jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CdMx), Miguel Ángel Mancera, y de las ‘tribus’ unidas contra ‘Los Chuchos’. Dicen que las probabilidades de la todavía Secretaria de Educación de la Ciudad de México son aún mayores porque el otro aspirante, Pablo Gómez, no acaba de convencer a corrientes como ADN, ‘Galileos’ e Izquierda Democrática Nacional (IDN), cuya suma de votos será definitoria”.

En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “las tribus en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) siguen enredadas en la definición de quién sustituirá este sábado a Agustín Basave en la presidencia. Las huestes de Héctor Bautista, de Alternativa Demócrata Nacional (ADN), de plano le cerraron las puertas a la actual Secretaria general, Beatriz Mojica: llegó en paquete con don Agustín y se va en el mismo paquete. No hay vuelta de hoja con ella, advierten, y con ello le pegan a Nueva Izquierda, de Jesús Ortega y Jesús Zambrano. ADN, que se ha convertido en fiel de la balanza amarilla, no ve con malos ojos a Alejandra Barrales. Pero en el mismo perredismo se preguntan si echarla al ruedo es con ganas de quemarle sus aspiraciones como candidata a la jefatura de Gobierno de la CdMx o para catapultarla. Altos mandos esperan ‘una salida sensata’, lo cual en el PRD es mucho pedir, nos comentan”.

Edomex: reto al PRI
En el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “la pérdida de la gubernatura del Estado de México por parte del PRI, en las elecciones de 2017, significaría no sólo su derrota en los comicios presidenciales sino, seguramente, la debacle del partido mismo. Así de importante es para el tricolor retener la posición que ha sido suya desde que se fundó la organización en 1929. La simbiosis entre el partido y el estado ha sido tal que Carlos Riva Palacio Carrillo, Gobernador de la entidad (cuando nació el Partido Nacional Revolucionario), sería uno de los primeros presidentes del mismo, entre agosto de 1933 y diciembre de 1934. Riva Palacio […] fue uno de los principales operadores de Plutarco Elías Calles y miembro de la corriente política de los hermanos Abundio y Filiberto Gómez –conocida como gomismo–, principal factor de poder en el Estado de México hasta la década de los años 40 […]. A raíz de los desastrosos resultados para el PRI en las pasadas elecciones de Gobernador, PAN y PRD vuelven a hablar sobre formar dicha alianza. Y apuestan a que pueda ser exitosa, como lo fue en Veracruz, Durango y Quintana Roo. Lo que en el papel suena bien pudiera tener obstáculos en la realidad, pues las dirigencias estatales de uno y otro partido tienen agenda propia, que no es necesariamente la que quieren el PAN y el PRD a nivel nacional. La estructura panista es controlada por Ulises Ramírez, el mandamás del llamado ‘Corredor Azul’ –región encabezada por Tlalnepantla–, mientras que la del PRD obedece al líder de la corriente ADN y factótum de Ciudad Nezahualcóyotl, Héctor Bautista. En los próximos meses veremos si los intereses de esos dos grupos locales pesan más que la voluntad de las dirigencias nacionales de sus respectivos partidos de ganar la gubernatura al PRI mediante una alianza y, de esa manera, poner en aprietos las esperanzas del tricolor de retener no sólo su bastión mexiquense sino también la presidencia misma”.

¿De Duarte de quién?
En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “En Veracruz es bien sabido que ‘Los 400 pueblos’ y su líder César del Ángel llevan años armando, a veces con jugoso patrocinio, lamentables espectáculos de campesinos bailando semidesnudos para protestar en contra de políticos. Pero el ataque a pedradas de ayer contra la camioneta en la que iban el Gobernador electo Miguel Ángel Yunes y otros panistas como el propio dirigente nacional Ricardo Anaya y Santiago Creel llamó la atención, pues los agresores pasaron de los bailes provocadores a la violencia pura y dura. De hecho, en tierras jarochas se especula quién está detrás de esa acción de intimidación y cuáles son los motivos para hacerlo justo ahora y de esa manera. O dicho en una sola frase: ¿de Duarte de quién?… perdón, ¿de parte de quién?”.

Herramienta para la metrópli
En El Universal, su Editorial, asegura que: “escuchar a la ciudadanía debe ser una de las más grandes virtudes de todo gobernante. Conocer los problemas y preocupaciones que a diario viven los habitantes de los territorios que gobiernan es una forma para comenzar a dar soluciones y elevar la calidad de vida de la población. Con este objetivo, ayer se dio a conocer la tercera edición del libro ¿Cómo vamos, Ciudad de México?, un esfuerzo […] en el cual participan investigadores y académicos de diversas casas de estudio para conocer la percepción de los habitantes de la metrópoli respecto a rubros como seguridad, transporte, vivienda, desarrollo urbano, medio ambiente, salud, ingreso y empleo, entre otros. Los resultados del ejercicio arrojan amplios datos sobre las líneas de acción que han emprendido los gobiernos de la capital del país y del Estado de México y cómo los evalúa la ciudadanía. Van dos muestras del estudio que se dio a conocer: esta vez un porcentaje mayor de personas mostró su insatisfacción con el transporte público, respecto a la anterior evaluación; pero en el índice sobre satisfacción con la educación superior hubo un incremento. El ejercicio es un valioso diagnóstico que muestra si las decisiones adoptadas van en el camino correcto o si es necesario corregirlas o reforzarlas […]. Se realizaron 3 mil encuestas en las 16 delegaciones y en 36 municipios del Estado de México […]. La característica apartidista es el sello principal del proyecto. Además de los gobiernos local y estatal, la información contenida en el libro se convierte en una herramienta de utilidad y referencia obligada para centros de estudio, organizaciones civiles, medios de comunicación e investigadores. La radiografía más completa de la calidad de vida en la Ciudad de México y de los municipios conurbados se encuentra en sus páginas. Estudios como el presentado anoche deben ser indispensables a la hora de que gobiernos tomen decisiones. La información está concentrada y sistematizada, lo que puede facilitar la definición de políticas públicas que coadyuven a mejorar las condiciones de vida. La suma de esfuerzos entre autoridades capitalinas y mexiquenses será esencial, los habitantes de la zona metropolitana lo agradecerán”.

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