La imagen de un pequeño de siete meses de edad con la ropa cubierta de sangre y abrazado a su padre en Oaxaca conmocionó a la sociedad en México y el mundo. Tras la muerte del menor, organizaciones como Redim denunciaron que desde que inició la estrategia militarizada en diciembre de 2006 hasta la fecha, la violencia en el país ha cobrado la vida de al menos 2 mil niños. La cifra coincide con el Informe Nacional sobre Violencia y Salud de la Unicef que señala que cada día dos niños menores de 14 años mueren a causa de la violencia en México.

Ciudad de México, 6 de febrero (SinEmbargo).– El pasado viernes 29 de enero el pequeño Marcos Miguel Pano Colón fue asesinado junto con sus padres en el municipio de Pinotepa Nacional, en la región de la costa oaxaqueña. Tenía siete meses de edad.

La fotografía del menor abrazado a su padre con su ropa cubierta de sangre se viralizó en las redes sociales a los pocos minutos de la ejecución y conmocionó al mundo entero.

En México, organizaciones de derechos humanos coincidieron en que la muerte del pequeño Marcos Miguel no debe tratarse como un hecho aislado y que la crueldad del crimen está relacionada con la impunidad que impera en México.

El tema también se colocó en la agenda legislativa. Esta semana el Senado solicitó a la Secretaría de Gobernación (Segob) un informe detallado de las acciones que se han implementado para prevenir y reducir la mortalidad por homicidios de niñas, niños y adolescentes en el país. También pidió información sobre menores desaparecidos o muertos, de acuerdo con legisladores las cifras no están disponibles.

“La intención de los criminales es crear terror, mandando un mensaje –incluso a las autoridades– que pueden mostrar con hechos que son capaces de todo, y no recibirán castigo”, expuso  la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim). La organización dijo a SinEmbargo que desde que inició la estrategia militarizada en diciembre de 2006 hasta la fecha, la violencia en México ha cobrado la vida de al menos 2 mil niños.

Cifra que coincide con el Informe Nacional sobre Violencia y Salud del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que señala que en México mueren cada día dos niños menores de 14 años a causa de la violencia.

De acuerdo con la Unicef, los lugares donde se registra un mayor número de víctimas por este fenómeno son las entidades donde opera el crimen organizado.

“La mortalidad por homicidio en niñas, niños y adolescentes incrementó en más del doble entre 2005 y 2011, pasando de 4.6 a 11.8 menores por cada cien mil. Guerrero, Nuevo León, Sinaloa y Nayarit, son los estados que registran las mayores tasas”, indica el reporte de la Unicef.

Sin embargo, los homicidios son una parte de los crímenes contra infantes, pues se suman desapariciones, trata, tortura, reclutamiento forzado, entre otros delitos. No obstante el Estado, dijo Redim, no ha implementado políticas públicas y estrategias integrales para salvaguardar a la infancia mexicana.

“Nos hemos pronunciado en diversas ocasiones sobre la responsabilidad del Estado Mexicano de garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes; particularmente el derecho a la vida y al desarrollo pleno”, detalló Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de Redim.

De enero a noviembre de 2015 –según cifras oficiales–, 622 personas de 0 a 17 años perdieron la vida por homicidio. El 62.9 por ciento, que equivale a 391 casos –81 eran mujeres y 310 eran hombres–, fueron adolescentes que tenían entre 15 y 17 años. Es decir, 5.8 de cada 100 mil personas de 15 a 17 años fallecieron por homicidio durante ese periodo.

La tasa de mortalidad por homicidio entre adolescentes de 15 a 17 años fue de 2.4 mujeres y 9.1 hombres, por cada 100 mil habitantes.

De acuerdo con Redim, la tercera parte de los homicidios de niños, niñas y adolescentes se concentraron en los estados de Guerrero, Estado de México y Jalisco.

Por otra parte, demógrafos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del Colegio de México (Colmex) aseguraron a SinEmbargo que la “epidemia” de homicidios en México y la reducción de la esperanza de vida, evidencian una falta de acción por parte del Estado y son el resultado de una expansión sangrienta que avanza de forma paralela a los grupos del crimen organizado; lo peor es que las muertes violentas son apenas “la punta del iceberg”.

La imagen del pequeño Marcos Miguel también fue comparada con la del niño sirio Aylan Kurdi, quien murió ahogado en septiembre pasado cuando su familia intentó llegar a las costas de Turquía.

A través de imágenes editadas, que comparan ambos casos, los usuarios de Twitter y Facebook llamaron a no cerrar los ojos ante la violencia que existe en el país y demandaron solidarizarse con las familias de las víctimas de la guerra en México.

SEGOB: OMISA ANTE ASESINATOS DE MENORES

El asesinato del pequeño Marcos Miguel, colocó el tema de la protección a los menores en la agenda del legislativo. Esta semana, el Senado de la República a través de la Comisión de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia solicitó a la Secretaría de Gobernación informar acerca de las acciones que se han implementado para prevenir y reducir la mortalidad por homicidios de niñas, niños y adolescentes en el país, que en los últimos años se ha incrementado debido a la violencia, sin que las autoridades tengan un registro de los casos.

La petición a la Segob no es nueva, el 29 de abril de 2015, la Senadora Martha Elena García Gómez, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, ya había presentado ante el pleno un punto de acuerdo por el que se exhortaba a la Secretaría de Gobernación a informar sobre las acciones que se han implementado para prevenir y reducir la mortalidad por homicidios de niñas, niños y adolescentes en el país, sin embargo, la dependencia federal no contestó a la solicitud del Senado.

“La Segob le ha dado poca importancia a la prevención del delito. Primero nombró a alguien como Subsecretario de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, Arturo Escobar y Vega, que no tenía el más mínimo conocimiento, ni interés de este tema”, detalló la Senadora Martha Tagle Martínez, integrante de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, en entrevista para SinEmbargo.

De acuerdo con la Senadora, el Programa Nacional Para la Prevención del Delito inició con la participaron de organizaciones que buscaban trabajar en lugares afectados por la violencia, pero con los nuevos nombramientos en la Segob se detuvieron los trabajos.

“Las propias ONGs acusaron que se empezó a trabajar hace un año, pero tiene varios meses en los que no se sabe como está funcionando este programa. Es importante que Segob informe si todavía el programa está operando”, dijo Tagle Martínez.

La Senadora aseguró que la violencia en México está afectando cada vez más a los niños sin que se hable del tema.

“Se habla de datos duros, de cuantas personas murieron pero rara vez de cuántos eran menores de edad”, expresó la Senadora.

Destacó que los asesinatos de niños en México son un daño colateral de la narcoguerra. Añadió que el entorno violento en el que se desenvuelven los menores los convierte en victimarios.

“Otro daño colateral, incluso cuando los adultos son muertos, es que quedan muchos niños en el abandono. Y una más, que tiene que ver como los niños y adolescentes, que perpetran homicidios y suicidios, como resultado de su entorno. Los jóvenes reaccionan por la violencia en la que viven, y ante la poca esperanza de un futuro prometedor. Me parece que tenemos que revisar este tema desde el legislativo”, aseguró Tagle Martínez.

Al respecto, la Senadora perredista Loera Cuéllar Cisneros dijo que los infantes que se quedan huérfanos a causa de la guerra contra las drogas terminan en albergues que no son supervisados por el Estado.

“Entre los menores de edad más vulnerables ante estos fenómenos de violencia son aquellos que enfrentan una situación de orfandad y que terminan en albergues que no son supervisados de manera adecuada por el Estado. Los centros de atención de asistencia social tanto públicos como privados en muchas ocasiones son espacios de riesgo para este sector de la población. En diversas ocasiones los menores son revictimizados”, indicó la Senadora Cuéllar.

Por ejemplo, dijo, Tlaxcala ocupa el segundo lugar con menor número de alojamientos de asistencia social en México y apenas se cuenta con 34 espacios de este tipo.

“El Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expone que la entidad cuenta con una de las tasas más altas de mortalidad infantil”, refirió la legisladora.