“Rigoletto” concluye funciones en Bellas Artes

08/12/2014 - 11:52 am

México, 8 Dic (Notimex).- Drama, pasión, engaño, amor y venganza se mezclan en “Rigoletto”, una de las obras más reconocidas de Giuseppe Verdi (1813-1901), que bajo la dirección escénica de Enrique Singer anoche finalizó temporada en la Sala Principal de Bellas Artes.

La producción de la Ópera de Bellas Artes, que contó con la participación de los cantantes Carlos Almaguer, Xavier Cortés, Leticia de Altamirano, Eric Halfvarson, Oralia Castro y Alejandro López, entre otros, narra la historia de Rigoletto, el bufón jorobado de la corte del Duque de Mantua.

Con la participación del Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección concertadora de Srba Dinic, y con una destacada escenografía movible que cambiaba, la propuesta escénica transportó a los asistentes al siglo XVI.

El talento de cada uno de los intérpretes en el escenario se puso de manifiesto, al encarnar a los personajes de la obra, los cuales impregnaron de sentimientos, con sus gestos y movimientos, lo cual les valió el fuerte aplauso del público.

Uno de los momentos más emotivos de la puesta en escena sucedió al momento en que Leticia de Altamirano dio cuenta de su talento, mismo que arrancó los aplausos de los asistentes en la Sala Principal del también llamado Palacio de mármol.

La ópera “Rigoletto”, que se desarrolla en Mantua en el siglo XVI, inicia con la celebración de una de fiesta en los salones del palacio. Damas y caballeros se pasean y bailan por los salones del fondo. Entra el Duque acompañado de los cortesanos y de Rigoletto, su bufón intenta seducir a la Condesa de Ceprano frente a su marido el Conde, quien intenta evitarlo.

Rigoletto observa la ira del Conde y se burla de él, ya que se siente protegido por el Duque. Sin embargo, los cortesanos, cansados de sus impertinencias y creyendo que tiene una amante, deciden darle un escarmiento. Aparece el Conde Monterone enfurecido con el Duque por haber deshonrado a su hija, maldiciéndolos a él y a Rigoletto por burlarse.

El bufón se dirige a su casa obsesionado por la maldición, cuando se encuentra con Sparafucile, un asesino a sueldo, quien le ofrece sus servicios. Rigoletto después de escucharlo se aleja. Llega a su casa y se encuentra con Gilda su hija, a quien le oculta su profesión, su nombre y quien era su madre.

El Duque se queja de que al volver por Gilda no la encontró. Al llegar los cortesanos, incapaces de contener la risa, le anuncian que han raptado a la amante de Rigoletto. El duque se da cuenta entonces de que no es necesario seguir lamentándose y se retira a consumar su conquista. Pronto aparece Rigoletto, disimulando su tremenda preocupación y pregunta por el Duque.

Los cortesanos contestan que se ha ido de cacería y burlándose, le aconsejan que si ha perdido una amante, la busque en otra parte. Rigoletto confiesa que no es su amante, sino su hija, ellos se sorprenden, pero no se conmueven, Gilda sale llorando del dormitorio del Duque y corre a los brazos de su padre para confesarle cómo se enamoró de un joven que resultó ser el malvado Duque.

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