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Escuelas de California incluirá en sus libros de texto la historia, de 1942 a 1964, sobre los braceros mexicanos

09/10/2012 - 12:05 am
Zacatecas. El 18 de agosto, decenas de ex braceros se manifestaron en el Congreso local para exigir el pago retrasado de sus indemnizaciones. Foto: Core Rada / CUARTOSCURO
Zacatecas. El 18 de agosto de 2008, decenas de ex braceros se manifestaron en el Congreso local para exigir el pago retrasado de sus indemnizaciones. Foto: Cosme Rada / CUARTOSCURO

Por Eduardo Stanley / The Huffington Post

Fresno, California.- A partir del próximo año escolar, las niñas y niños de los grados 7 al 12 de las escuelas públicas californianas tendrán la oportunidad de aprender una parte de la historia poco conocida hasta ahora.

Se trata de la historia de los Braceros y se debe a que el gobernador Jerry Brown firmó el pasado 28 de agosto la propuesta de ley SB993, del senador estatal Ken De León, Demócrata de Los Angeles. “Los jóvenes estudiantes tendrán ahora la oportunidad de conocer la gran contribución de los braceros al estado en momentos difíciles de nuestra historia”, comentó el senador De León por medio de un comunicado de prensa al conocerse que la propuesta era ya una ley.

Bajo el nombre de braceros se conoce a los miles de jornaleros mexicanos que vinieron a trabajar a Estados Unidos en los campos de cultivo y en las vías férreas entre 1942 y 1964.

Debido a la participación de Estados Unidos en la II Guerra Mundial (1939-1945), la industria de guerra y las fuerzas armadas absorbieron a millones de jóvenes, quienes dejaron los trabajos peor pagados para desplazarse a las fábricas o al campo de batalla.

El otro campo, el de los cultivos, quedó casi vacío, así que el gobierno de Estados Unidos debió recurrir una vez más a su vecino del sur para que provea los trabajadores necesarios.

El Programa de Braceros fue un acuerdo temporal firmado por ambos gobiernos y por medio del cual los trabajadores debían inscribirse y pedir el respectivo permiso de entrada a EE.UU., donde debían trabajar por períodos determinados de tiempo. Los primeros braceros llegaron en 1942 a Stockton, California, y la primera cosecha que levantaron fue la de betabel (o remolacha).

El programa de braceros dedicados al ferrocarril se consideró un acuerdo separado, orientado principalmente al mantenimiento de las vías férreas durante la Guerra. Esta parte del programa se terminó en 1945.

Los jornaleros siguieron llegando desde todas partes de México, aunque se estima que Michoacán fue el estado que más aportó braceros. Con excepción del año 1947, cuando el gobierno mexicano amenazó con cancelar el programa debido a maltratos y abusos contra los trabajadores del campo, el programa se mantuvo sin sobresaltos hasta su cancelación definitiva en 1964. El año que registró el mayor número de braceros fue 1953, con 201,380 trabajadores temporales mexicanos en los campos de cultivo de EE.UU.

“Esta ley es un justo reconocimiento a los braceros”, dijo a HuffPost Voces Luis Magaña, Coordinador del Proyecto Voz de la organización Comité de Servicios de los Amigos Americanos (American Friends Service Committee, AFSC), de Stockton. “Hasta ahora no se había reconocido el aporte de estos trabajadores”.

Según Magaña, “la historia de los braceros tiene que ver con mi propia vida”. Y explica que su abuelo participó de un programa similar —poco conocido— durante la década del 1920.

“Mi padre repitió la historia y en 1943 se vino de bracero, tenía 17 años de edad”, agrega Magaña. “Mi pueblo, Jaripo, en Michoacán, era un pueblo de braceros”.

Y esta dinámica creó una cultura. “Era un ir y venir de los migrantes, era mi vida, como la de muchos”, agrega nuestro entrevistado con un tono sentimental. “Nuestra familia era muy humilde. Una de mis hermanas murió por falta de atención médica”.

En la década de 1960 su padre obtiene la residencia y trae a su familia a Stockton. Magaña fue uno de los activistas que dedicó parte de su vida a buscar el reconocimiento para los braceros, incluyendo la restitución de fondos retenidos durante un periodo de tiempo a estos trabajadores.

Una de las condiciones iniciales del Programa consistía en retener a los trabajadores el 10 por ciento de sus salarios, dinero que sería entregado en México cuando los braceros regresaran a sus comunidades. Esta condición pretendía ser una garantía de que los jornaleros no se quedarían en Estados Unidos al final de la temporada o del contrato.

Pero ese dinero nunca fue entregado a los braceros. Una demanda reciente en Estados Unidos establece que el dinero, depositado en el Banco Wells Fargo, fue entregado por este a un banco mexicano entre 1942 y 1946, cuando cesó la retención de dinero. Las presiones de activistas por los derechos de los braceros, incluyendo Magaña, dio frutos y parte de este dinero fue devuelto en los años 2010 y 2011.

“Hace una década develamos en Stockton una estatua dedicada a los braceros, retrata a un trabajador del campo con el ‘cortito’”, dice Magaña, en referencia al tristemente célebre azadón de mango corto que tanto daño ocasionó a la salud de los jornaleros agrícolas. Fue eliminado en la década de los 70s gracias a las luchas del Sindicato de Campesinos (UFW, por sus siglas en inglés) y de otros activistas de los derechos laborales.

La historia de los braceros aún no fue escrita en toda su dimensión, pero la nueva ley de California que permitirá a los estudiantes conocer parte de ésta tiene un gran significado para familiares de braceros, como Magaña.

“Muchos piensan en los braceros como brazos, de ahí la expresión de ‘braceros’… brazos para trabajar, para producir”, explica Magaña. “Pero fueron y son personas con familias y con muchos conocimientos”.

Publicado por The Huffington Post / Especial en México para SinEmbargo.mx

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