La Jefa

12/04/2012 - 12:00 am

Hace seis años, Felipe Calderón dio un golpe de timón en su campaña ante los errores que había cometido y la distancia que tenía de 20 puntos en las encuestas frente a Andrés Manuel López Obrador. Se recuperó y ganó.

Hoy los panistas quieren hacer lo mismo y Josefina Vázquez Mota ha anunciado un cambio radical en su equipo y estrategia de campaña.

Pero difícilmente la historia se repetirá. Calderón no ganó por si sólo, ni por su equipo que, al final, resultaron ser ineficaces para gobernar, sino por todos los factores de poder que entonces lo impulsaron y que ahora ya no están alineados con el PAN.

En este nuevo cambio ahora Josefina se hace llamar “La Jefa” cometiendo el primer error de su nueva estrategia, pues ese apelativo nos remite directamente a Marta Sahagún, quien en el pináculo del poder presidencial también se hacía llamar de esa manera cometiendo excesos de privilegios y corrupción con los negocios ilegales de sus hijos.

El problema de la candidata presidencial del PAN no está sólo en la desorganización de su equipo y en los errores cometidos por ella misma, sino en su miopía, y la de todos en su partido, que no quieren ver que la mayoría de la sociedad está molesta y desilusionada con los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón por no sacar al país de la crisis y la pobreza y, peor aún, que lo hundieron más pactando con los viejos poderes del PRI que ahora vienen con todo para recuperar la silla presidencial.

Después de doce años, el PAN se parece más al PRI. De hecho, Vázquez Mota y varios de los candidatos panistas a puestos de elección popular recurrieron al acarreo, compra de votos y uso de los programas sociales para conseguir la victoria. Si creen que eso se olvida fácilmente, caen en el error del menosprecio de la sociedad. Eso le paso al PRI en el 2000 y eso le esta ocurriendo al PAN ahora en 2012.

Josefina Vázquez Mota podrá cambiar a todo su equipo las veces que quiera, pero lo que no podrá cambiar es la percepción que dejan Fox y Calderón en la sociedad de que no supieron gobernar.

Ahí radica el verdadero problema para la candidata presidencial panista y para resolver esto la única salida que tendría es romper con Calderón, reconocer que hizo un mal gobierno y rechazar toda ayuda que provenga de los calderonistas que en su momento sólo fueron reconocidos por su incapacidad.

Pero es casi imposible porque en el apoyo del poder presidencial radica precisamente su soporte y la fuerza de la exsecretaria de Educación Pública. Paradójicamente, es su puntal y su debilidad al mismo tiempo.

Josefina Vázquez Mota va arrastrar a lo largo de la campaña los errores de los dos gobiernos panistas y contra eso no hay ningún antídoto. Ese mismo handicap es el que esta aprovechando el PRI para posicionar más a su candidato y nuevamente viene la paradoja porque en el 2000 fue Vicente Fox el que le sacó provecho a los errores y excesos de los gobiernos corruptos del PRI.

Por eso, por más que de golpes de timón que haga o por más cambios que realice en su equipo y presente una nueva estrategia, la candidata presidencial del PAN no puede cambiar la percepción social de que representa más de lo mismo. Es decir, que no es una opción distinta a lo que fue Calderón y Fox que fracasaron terriblemente cuando tuvieron la oportunidad de romper con los viejos esquemas de poder, con las mismas prácticas de corrupción y el mismo modelo económico que generó más pobres y más violencia.

Y tampoco puede convencer a los poderes fácticos (televisoras, Iglesia, empresarios, líderes sindicales, etc., que entonces hicieron ganar a Calderón) que ahora ella es una opción distinta a los candidatos antecesores de su partido.

Por lo pronto, llamarse “La Jefa” es ya un error, porque remite a Martha Sahagún y, en el peor de los casos, al argot usado en el crimen organizado.

Apro

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