PERFIL | Córdova frente a su mayor reto: dar credibilidad a “la herradura de la democracia”

13/03/2015 - 12:01 am
Lorenzo Córdova es... FOTO: INE /CUARTOSCURO.COM
Lorenzo Córdova Vianello fue elegido el 3 de abril de 2014 como el primer Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). FOTO: Cuartoscuro.com

Ciudad de México, 13 de marzo (SinEmbargo).– En 1994, un año de complejidad inédita como después lo describiría el mismo Lorenzo Córdova Vianello, ocupó un lugar en el salón donde se encuentra la “herradura de la democracia” junto a su maestro y amigo José Woldenberg. Hoy ese joven estudiante de Derecho Constitucional y aprendiz de la política mexicana está en el puesto de honor de esa mesa en forma de “u” en la que consejeros y representantes de partidos discuten el proceso electoral de 2015 en el nuevo Instituto Nacional Electoral (INE).

Su trayectoria es impecable. Doctor en Investigación en Teoría Política por la Universidad de Turín, Italia; miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel tres; investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), además de acreedor de dos Premios Nacional de Periodismo por sus coberturas en elecciones pasadas y autor de numerosos libros.

Sin embargo, su vocación no sólo la vivió en las aulas de escuelas públicas. Desde niño, Córdova Vianello creció rodeado de personajes de la política mexicana, empezando por su padre Arnaldo Córdova, quien fue uno de los grandes intelectuales de México y referente de la izquierda en el país. Autor de obras como La ideología de la revolución mexicana, la revolución en crisis, la aventura del maximato o La política de masas del cardenismo, el progenitor del ahora Consejero presidente del INE pasó sus últimos días de la mano del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Una anécdota refrendaría esa educación. En una de esas acaloradas discusiones entre los padres de Lorenzo (el político de izquierda y su madre Anna Paola Vianello Tesarotto, una académica italiana, filóloga clásica y defensora de los derechos de la mujer) y amigos cercanos, su abuela espetó pidiendo que no hablaran de política.

La respuesta de su padre fue contundente: “En esta casa sí se habla de política”.

Así, por las relaciones de “su padre y maestro”, Lorenzo conoció a Jorge Carpizo McGregor, otras de las figuras trascendentales en su carrera. El entonces Secretario de Gobierno durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari abordó la presidencia del Consejo del renovado Instituto Federal Electoral (IFE) tras el Acuerdo por la paz, la democracia y la justicia que firmaron los ocho partidos y sus candidatos presidenciales en el que se comprometían a crear condiciones de confianza e incertidumbre ante el proceso electoral.

Dicho documento, acordado en medio de una desestabilidad social a raíz del levantamiento zapatista y los magnicidios de Luis Donaldo Colosio y Ruiz Massieu, fue la pauta para que se realizará una Reforma Electoral en la que el Consejo del IFE se “ciudadanizó”.

EL APRENDIZ

Mientras Lorenzo Córdova estudiaba la carrera de Derecho en la UNAM, ingresó como becario al Instituto de Investigaciones Jurídicas, donde fue invitado por José Woldenberg para apoyarlo en su nueva tarea como Consejero Ciudadano en el IFE. Ahí, Córdova vio en acción a Carpizo y reconoció su decisión de no participar en las votaciones para que no se viera una injerencia del Poder Ejecutivo.

“Mi participación como asesor de Woldenberg en esta etapa de la vida del IFE marcaría mi vocación profesional. Desde entonces, tanto en el plano académico y teórico como en mis trabajos, me he dedicado a los temas electorales y a las reflexiones sobre el sistema democrático”, confesó recientemente en un artículo publicado por el IIJ de la UNAM llamado Mil novecientos noventa y cuatro. Recuerdos de Carpizo.

Para muchos no resultó una sorpresa que Woldenberg invitara a Lorenzo por la relación que tenía con su papá Arnaldo Córdova, pues ambos formaban parte del Movimiento de Acción Popular (MAP), conocido como “Los mapaches”. “Tenían mucho en común ellos, por eso no fue extraño que Lorenzo llegara de asesor con José Woldenberg”, dice Telésforo Nava Vázquez, investigador de la Universidad Autónoma de México (UAM) Iztapalapa.

A principios de 1995, terminado el sexenio de Salinas, Jorge Carpizo regresó al Instituto de Jurídicas en su rol de investigador SNI III; por su parte, Lorenzo Córdova aceptó una asesoría de medio tiempo con Woldenberg para regresar al IIJ y terminar su tesis de licenciatura (Autoritarismo, democracia y gobernabilidad. El caso de México). Buscaba una beca para hacer un posgrado en el extranjero y entonces comenzó a colaborar con el ex Secretario de Gobernación.

Meses después, él fue aceptado en la Universidad de Turín que fundó Norberto Bobbio y Carpizo al ser nombrado Embajador de Francia le ofreció un puesto a Lorenzo, quien rechazó para cumplir sus sueños académicos. Turín pesó más que París.

Pasaron cuatro años para que el estudiante regresara a México a abrirse camino en la política electoral. A su retorno se dedicó a ser el asesor del entonces Consejero Presidente José Woldenberg.

Junto a él, Lorenzo Córdova ayudó a crear una de las épocas más respetadas para el órgano electoral. ” Su primera época, cuando lo [IFE] dirigió Woldenberg, alcanzó un gran prestigio, lo llamaban de otros países para que les ayudará a organizar su instituto electoral para que le supervisara elecciones. Porque de alguna forma fue un IFE que buscaba la mayor imparcialidad posible”, recuerda Nava Vázquez.

Al termino de su mandato, en 2003, regresó a Jurídicas a su cubículo como investigador y profesor. Este periodo de su vida, Lorenzo lo dedicó a la academia. Hasta ocho años después, cuando al no llegar a acuerdos para designar a tres consejeros la UNAM fue llamada a sugerir propuestas, entre los nombres destacaron María Marván Laborde, Sergio García Ramírez y el propio Córdova, quienes el 15 de diciembre de 2011 rindieron protesta.

Los nuevos integrantes llegaron al Consejo General del IFE tras un proceso retrasada por más de 14 meses, en los que los legisladores no se ponían de acuerdo; entonces se dijo que Córdova era la “cuota” del PRD.

Tras su designación, Córdova Vianello se consideró “gente de izquierda” y “un liberal socialista” sin ningún tipo de ataduras.

EL CONSEJERO

Desde aquella ocasión en la que por primera vez ocupó uno de los asientos en la llamada “herradura de la democracia”, la carrera política de Lorenzo Córdova en el órgano electoral se reafirmó.

En un emotivo discurso que pronunció tras superar las complicaciones por “cuotas de los partidos”, agradeció a los consejeros, a sus maestros, a la UNAM y a su esposa Malena por contribuir en su labor para recuperar la confianza y la credibilidad de la institución que había perdido en las elecciones pasadas.

Después vendrían los comicios de 2012 –en donde por segunda vez la coalición de izquierda se inconformó por el desempeño del IFE– y el distanciamiento con su padre quien fue uno de los personajes que acusaron al órgano electoral de fraudulento.

La relación se tensó y cuando Morena fue a solicitar el registro para conformarse como partido político el 8 de enero de 2013, Arnaldo Córdova acompañó a Martí Batres Guadarrama en el procedimiento.

Mientras el líder del movimiento despotricaba contra el Instituto , Lorenzo lo escuchaba desde su papel de Consejero Electoral.

Al terminar el evento, dice una crónica de El Universal, el hijo abandonó su lugar de privilegio y se acercó a su padre. “¿Ya estás acá?”, dijo al darle un abrazo y un beso a su progenitor. Arnaldo, por su parte, respondió: “Mi hijo tiene sus convicciones y fue un buen principio de familia respetar nuestras opiniones”.

La relación no volvió a ser como en aquellos años en los que conversaban en la mesa sobre política. Cinco meses después de ser elegido para asumir el cargo de Consejero presidente del IFE y cuatro de convertirse en el primer Consejero presidente del recién transformado INE, Arnaldo Córdova falleció.

EL RETO EN EL INE

Al tomar posesión de su nuevo cargo al frente del INE, Córdova Vianello reconoció que no era una tarea fácil y hoy, a menos de un mes de cumplir un año como Consejero Presidente del árbitro electoral, enfrenta una crisis en al instituto que ha sido su segundo hogar.

Cuando fue elegido por los diputados para dirigir el INE, especialistas reconocieron su gran trabajo pues entre 2010 y 2011 se desempeño como Secretario Técnico del grupo de trabajo que procesó en el Senado de la República la Reforma Política.

“La buena noticia, me parece a mí, es el nombramiento de Lorenzo Córdova para presidir el nuevo Instituto Nacional Electoral, por su trayectoria como académico y como consejero del IFE. Es difícil ubicarlo afín a algún partido”, opinó el 4 de abril de 2014 el politólogo José Antonio Crespo en su columna De consejeros y cuotas publicada en El Universal.

En las últimas semanas Córdova Vianello ha sido acusado por los representantes de siete de los 10 partidos que tienen representación en el Consejo General de favorecer al PRI y al PVEM y por falta de liderazgo.

Para Nava Vázquez, “un Consejero, y más él como Consejero presidente, que realmente le interese trabajar para sacar adelante de mejor forma el trabajo político institucional, pues habría que tomar una actitud de completa imparcialidad ser realmente imparcial y simplemente aplicar la ley hacerlo de esa manera, no andar haciendo arreglos políticos tras bambalinas y en ese tenor torcer la ley”.

El experto electoral de 42 años está en la mira pública por ser el encargado del árbitro en las elecciones, recién reconoció que el INE sufre una crisis de confianza y que “el país atraviesa por momentos muy complicados de su vida política, social, económica y de seguridad”. Esto a tres meses de su primer gran prueba el próximo 7 de junio.

José Fernández Santillán, doctor en Historia de las Ideas por la Universidad de Turín y actual profesor-investigador del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, niega tajante que Lorenzo Córdova tenga una falta de liderazgo.

Argumenta que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en ningún momento dice que el Consejero Presidente deba ser un líder. Él sabe de lo que habla, pues es fundador de los órganos electorales y explica que cuando lo conformaron lo planearon como un órgano deliberativo en el que la tarea principal es dialogar.

La respuesta se da a unos días de que los representantes de los partidos abandonaran el Consejo General. “El liderazgo es totalmente subjetivo. Yo creo que Lorenzo Córdova está haciendo bien su papel de ponerse por encima de los partidos y si el Consejo General y los consejeros se ponen al servicio de los partidos […] ahí perdieron la estructura y el sentido por el que fue creado [el INE]”, insiste.

Han pasado unas cuantas horas de que “la herradura de la democracia” lució completa al regreso de los siete representantes de partidos políticos que abandonaron la sesión. Con el semblante de un hombre maduro, Lorenzo Córdova agradeció a los partidos de retomar el diálogo y aseguró que es un paso más para construir la democracia.

en Sinembargo al Aire

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