Hoy, la casa en color verde luce sola. La gente pasa y voltea de reojo a verla. Algunos vecinos están asustados por lo que pasó y prefieren no decir nada. Una mujer dijo que uno de los principales problemas de esa zona de la ciudad era el consumo de drogas entre los jóvenes.
Por Alejandro Sandoval
Silao, Guanajuato, 23 de junio (SinEmbargo/ZonaFranca).- Los asesinos se confundieron de piso y mataron a las personas equivocadas: un obrero y su hija de 3 años.
De ese tamaño es la tragedia ocurrida en un hogar de la calle Feliciano Peña de la colonia Los Espárragos de Silao, un barrio popular.
Se trata de víctimas colaterales de una guerra entre grupos delictivos por el control de la venta de droga en este municipio. Primero fue rumor y luego vino la confirmación por parte de las autoridades de que el ataque no era para ellos.
Un vecino del lugar dijo a Zona Franca que Maritza Paloma y sus padres, Ernesto y Ana, llegaban a casa cuando fueron sorprendidos casi en la puerta por un grupo de sicarios que arribaron en dos motocicletas y un vehículo.
“Se metieron corriendo a la casa y adentro lo remataron”, señaló. De acuerdo con vecinos, quienes desempeñaban actividades delictivas, en específico la venta de droga, eran dos personas quienes rentaban el segundo piso del inmueble, no ellos.
Los vecinos de arriba se escabulleron después del ataque. “El señor (Ernesto) era gente que trabajaba, ellos rentaban ese cuarto, pero él no tenían nada qué ver con cosas malas, es una injusticia muy grande lo que pasó, la niña es lo que más me da dolor porque ella era inocente. ¿Qué maldad puede tener una niña?”, cuestionó Guadalupe, vecina del lugar.
Hoy, la casa en color verde luce sola. La gente pasa y voltea de reojo a verla. Algunos vecinos están asustados por lo que pasó y prefieren no decir nada. Una mujer dijo que uno de los principales problemas de esa zona de la ciudad era el consumo de drogas entre los jóvenes. “Hay muchas pandillas, hay muchos muchachos que se drogan, que andan en malos pasos, de ahí viene el problema”, indicó.
El miércoles hubo un importante despliegue de elementos de la Policía Urbana y Fuerzas del Estado en la zona. “Tiene que pasar algo como esto para que nos volteen a mirar, aquí hay un problema que también no se ha dicho pero hay mucha corrupción con los policías, muchos policías saben quiénes son los que andan haciendo fechorías y hasta los protegen”, agregó la entrevistada.
En los vecinos cercanos hay dolor por lo que pasó.
ALCALDE REITERA APOYO
También el miércoles, el Presidente Municipal Juan Antonio Morales Maciel reiteró su total apoyo a la familia de Maritza Paloma.
“Primero manifestar la consternación y la indignación, yo conocía a la niña, ayer (miércoles) cuando llego y me entero de quién era, me causó una gran consternación el tema”, expresó el edil. Dijo que primeramente están atendiendo las condiciones por las que está pasando la familia sumándose a los gastos que ellos tiene que realizar.
En tanto que a la mamá de la niña que también tuvo lesiones, se le brindan todas las condiciones para su recuperación.
La entrevista se realizó al término de una sesión del Ayuntamiento donde el Regidor priista Víctor Manuel Nila Ramírez, lo llamó a tomar decisiones drásticas para mejorar la seguridad en el municipio, entre ellos, hacer cambios en la Dirección de Seguridad Pública y solicitar al gobierno estatal y federal, su ingreso a la localidad.
Por su parte, Juan Antonio Morales se vio receptivo a las sugerencias.
“SI AGARRAN A ALGUIEN, NO QUIERO QUE ME LO DEJEN SALIR”, CLAMA LA MADRE
Ana Nayali, la madre de la niña Maritza Paloma y sobreviviente al ataque, relató la forma en que su hija fue cobardemente atacada.
“No se midieron, yo decía: ‘qué tiene, que me maten a mí’, pero fíjese, dispararle a mi niña, dispararle a mi niña que… ella que es una inocente”.
“Mi niña se asustó, yo la quise agarrar, yo la abracé, aun así el pinche disparo me atravesó y atravesó a mi bebé, la atravesó y todavía en cuanto cayó me le volvieron a disparar, se me cayó tan fuerte del dolor que se me cayó mi tesorito”, expresó la mujer en una entrevista difundida por el portal Al Instante Bajío.
La mujer clamó justicia y que paguen los responsables.
“Yo quiero justicia y si agarran a alguien, no quiero que me lo dejen salir. Queremos que le hagan justicia. Ya ahorita se van con que ‘ya pagó y ya salió’, no”.
Ana Nayeli relató cómo era el día a día con su esposo, Ernesto. “Yo quiero que paguen porque fíjese: me mataron a mi niña, era una inocente, no por defender a mi esposo pero él también, Él se iba a trabajar, se iba 15 minutos antes de entrar a trabajar y llegaba 15 minutos después. Si él tuviera algo que ver no me llegara así”.
Apuntó que “él nunca salía sin mí y sin mi niña. Siempre andábamos juntos nosotros, y fíjese me dejaron sola, me dejaron sola, señor”.
