Nacida en Tijuana, fruto de “seis novios, muchas lágrimas y desamor”, según le confesaron a la periodista Irma Gallo, se ha convertido en una verdadera y apasionada promotora de la lectura y como tal Planeta le editará un volumen muy acomodado y primoroso.
Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).- El pasado 30 de mayo, Amandititita amiga de Señorita Lechuga y de espacio Entijuanarte, fue a Tijuana a compartir su libro: 13 latas de atún. Fue una verdadera fiesta de las muchas que alrededor de los libros tienen la periodista Yolanda Morales y la diseñadora Andrea Chavarín.
A partir de la cuenta de Facebook e Instagram, las profesionales han decidido promover la lectura con tanto éxito que la editorial Planeta les publicará un libro el año que viene.
Yolanda es la creadora de contenidos de la Señorita Lechuga y como tal cuenta el inicio de todo esto.
“La palabra es muy importante para nosotros y de ahí nació toda esta historia. El amor por la literatura, por los libros, entre dos amigas que compartían la palabra y surgió este personaje”.
“A partir de una relación que tuve, que salió todo mal, tuve un alter ego para hablar de eso y Andrea dibuja súper bien, así que una cosa tras otra que nació la Señorita Lechuga”, dice Yolanda.
“Así empezamos a trabajar en el Facebook, porque compartíamos el amor por la lectura, por el mundo cultural, porque somos amigas y ella es muy disciplinada, yo no tanto, pero tenía muchas cosas para decir, así que nos unimos en esta aventura que sale cada semana con una frase y a mucha gente les gustó”, añade.
Es así como la editorial se acercó a ellas, “firmamos un contrato y estamos trabajando para que la Señorita Lechuga tenga un libro, una especie de monografía de una mujer del siglo XXI, su relación con las redes sociales, un libro que si lo lees dentro de 40 años vas a saber a qué nos dedicábamos, porque estaremos contándote todo esto”, explica.
“Es fundamental el amor por los libros, por la literatura, por estas lecturas que impulsan la creatividad y que nos da contento, porque la literatura tiene un factor de resiliencia. Quizá leer no salva, pero te ayuda a estar en el mundo y a entenderlo mejor”, concluye Yolanda.
