Anuario

Ruiz Esparza desató en 2017 un alud de peticiones de renuncia que, una vez más, se ignoraron

24/12/2017 - 12:05 am

#ANUARIO2017 | Han sido dos los episodios decisivos para el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza. El primero fue en 2014, cuando se vio obligado a cancelar la licitación del Tren México-Querétaro y, en consecuencia, enfrentó junto con el Presidente Enrique Peña Nieto las acusaciones por conflicto de interés con Grupo Higa.

El segundo se dio en 2017 y las características del suceso no le permitieron salir bien librado: en una obra recién inaugurada –y que costó 2 mil 200 millones de pesos– se abrió un socavón por el reblandecimiento de la tierra y acumulación de basura. Ahí murieron dos personas.

Aunque el suceso ocurrió un jueves 12 de julio a las 5 de la mañana, la noticia cobró fuerza incluso a nivel internacional. A pesar del bajo perfil que se intentó mantener, la petición de la renuncia del Secretario brotó de inmediato tanto por políticos como por la sociedad en general. Pero esa renuncia nunca llegó.

El 12 de julio pasado se abrió un socavón de casi 10 metros de profundidad a la altura del kilómetro 93+600 de la autopista México-Acapulco; ahí murieron dos personas. Ese tramo, denominado Paso Exprés, había sido inaugurado tres meses antes, en abril, por el Presidente EPN. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

Ciudad de México, 24 de diciembre (SinEmbargo).– El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), podrá terminar el año 2017 en su despacho a pesar de que durante semanas se exigió su renuncia por el socavón que se abrió en el Paso Exprés de Cuernavaca y que quitó la vida a Juan Mena de 56 años y Juan Mena Romero, su hijo, de 30 años.

Reblandecimiento de la tierra y acumulación de basura, fueron las causas que el Secretario dio al país tras el hecho. Eso ocurrió en una obra que costó 2 mil 200 millones de pesos y que había sido inaugurada apenas tres meses antes.

Gerardo Ruiz Esparza se ha dedicado a negar toda acusación en su contra y lo ha hecho desde 2014, cuando canceló la licitación del Tren México-Querétaro que se había adjudicado a una de las empresas de Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa.

En ocasiones con mal humor, en otras, con disposición de escuchar y explicar, pero de la boca de uno de los secretarios más firmes del Gabinete de Peña Nieto, sólo han salido explicaciones que niegan rotundamente todos los señalamientos de corrupción que rodean a la obra pública federal.

La molestia llegó hasta el 22 de agosto, cuando compareció en el Senado de la República. Ahí se le dijo que incluso por ética, presentara su renuncia. Pero llegó el temblor y Ruiz Esparza se refugió en el silencio.

Luego de asegurar que supervisaba las tareas de reconstrucción en la zona sureste del país que se vio afectada por los sismos de septiembre y de repartir casas de campaña y carpas a los afectados, el Secretario reapareció para mostrar apoyo a José Antonio Meade Kuribreña y su objetivo de llegar a la Presidencia por el PRI en 2018: “Es @JoseAMeadeK sin duda un preparado, experimentado y honesto servidor público que destaca sobre todos por esos valiosos atributos”.

Para el abogado Paulo Díez Gargari, el hecho de que Ruiz Esparza continúe en el gabinete, representa una falta de respeto a la sociedad y demuestra que el beneficio que el Presidente recibe es mayor al desprestigio que le ocasiona.

“Me sorprende terriblemente que este señor conserve la libertad del puesto a pesar de todo lo que ha ocurrido, porque no hay escándalo de corrupción en el que este señor no sea un participante activo, sino es que principal […] el Presidente mantiene a Ruiz Esparza en su puesto porque los beneficios que obtiene de mantenerlo ahí, que no vemos claramente pero que están, son mayores al daño reputacional que le causa. No hay ninguna otra explicación. El Presidente recibe un beneficio mucho mayor de tener a Ruiz Esparza”, comentó en entrevista.

Este 2017 fue el año en el que se exigió la salida de Ruiz Esparza. Se le acusó de corrupto, de ser un hombre sin palabra, se pidió un responsable político por el socavón de Morelos y por lo tanto, su renuncia, pero su cargo jamás estuvo en riesgo.

La exigencia de renuncia se basaba en “principios de ética y respeto a la función de los servidores públicos”, como lo señaló Miguel Barbosa, quien vio en Esparza procedimientos “tramposos” para eludir responsabilidades; a vista de todos, el socavón se trataba de un acto de corrupción.

Al respecto, Ruiz Esparza comentó que lo más importante “no es que haya responsables, sino culpables. Y llegaremos a las últimas consecuencias de quién tuvo faltas aquí y eso es lo correcto desde mi humilde punto de vista; espero que me lo comprendan pero esa es mi posición: que no haya impunidad en este caso. Sería mi comentario”.

En la plataforma Change.org se juntaron de 12 mil 813 firmas que exigían su renuncia y mientras salían más datos: el socavón se abrió a las 5 de la mañana y los cuerpos fueron rescatados hasta después de las 3 de la tarde. Los dos hombres estuvieron vivos todavía dos horas después de haber caído. Luego, murieron por asfixia.

Ruiz Esparza apuró la indemnización que entregó a la familia de los Mena, para aliviar “el mal rato”, pero al momento no hay ninguna sanción ni para Aldesa ni para Epccor, las empresas que construyeron el Paso Exprés y tienen en manos la Torre de Control del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

La ASF encontró irregularidades por mil 034.4 millones de pesos en cuatro contratos del Paso Exprés: irregularidades en las licitaciones, poca documentación de los trabajos hechos, pagos extra, poca planeación, poca supervisión de la obra. En total fueron 22 observaciones que representan esa cantidad de dinero.

A las exigencias de su renuncia se agregaron las de someterlo a proceso administrativo y judicial. Javier Bolaños, vicepresidente de la Cámara de Diputados presentó una denuncia , que se sumó a otras interpuestas contra Ruiz Esparza que fueron por el caso OHL. La denuncia de Bolaños fue por el delito de ejercicio ilícito del servicio público.

“Yo estoy a las órdenes de mi jefe, quien me designó y es mi jefe quien debe decidir si le sirvo o no a mi gobierno”, dijo Ruiz Esparza en una entrevista con Televisa.

La respuesta presidencial lejos estuvo de eso y por el contrario, apoyó al hombre que ha sido parte del equipo desde la gestión en el Estado de México.

El día de su comparecencia, al momento de abandonar el Senado, dio una última declaración a la prensa: “no es momento de bajarse del barco”.

Con vista hacia el futuro, Díez Gargari es optimista y asegura que en el tema de Ruiz Esparza, algo positivo va a pasar y que sino es por conducto de los tribunales mexicanos, será en tribunales internacionales.

“Será importante no perder la esperanza de que las cosas pueden ocurrir y de que es posible presentar la batalla dignamente frente al poder y además ganarlas […] las cosas ocurren, a veces no con la velocidad que uno quisiera, pero ocurren. Ruiz Esparza estará ante tribunales y va a responder por todas las acciones que están documentadas”, aseguró.

Alfredo del Mazo González bromea con Gerardo Ruiz Esparza. Del Mazo González fue jefe del hoy titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuando gobernó el Estado de México (del 16 de septiembre de 1981 al 21 de abril de 1986). Foto: Cuartoscuro/Archivo

EL INTOCABLE DEL GABINETE

A Gerardo Ruiz Esparza se le considera una pieza importante en los casos de presunta corrupción con la obra pública: primero en el Estado de México, luego a nivel federal.

En ese tiempo, se le ha acusado de favoritismo, de reuniones secretas con empresarios, de recibir sobornos. Hasta donde se tiene conocimiento, la Procuraduría General de la República (PGR) no lo investiga. Tampoco tiene en proceso algún procedimiento de la Secretaría de la Función Pública (SFP).

De acuerdo con el periodista Francisco Cruz Jiménez y con el abogado Paulo Díez Gargari, figuras que han seguido sus pasos, el posible descrédito que agrega el Secretario Ruiz Esparza a la administración de Peña Nieto no importa porque “el beneficio” de tenerlo adentro, dicen ambos, es mayor.

Gerardo Ruiz Esparza nació en la Ciudad de México en 1949. Estudió Derecho en la Universidad La Salle y se graduó en 1975. Desde antes de concluir sus estudios y sin cédula profesional –la obtuvo en 2015, ya como titular de la SCT–, fue Delegado del Banco de México, de 1970 a 1975; luego fue Subdirector Jurídico de la Dirección de Deuda Pública y de la Dirección de Política Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Fue en 1981 cuando llegó al Estado de México. De ese año hasta 1987, fue Subsecretario General y Secretario General de Gobierno del Estado de México de Alfredo del Mazo González, padre del hoy candidato del PRI a la gubernatura de Edomex, Alfredo del Mazo Maza.

Luego ocupó puestos en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), en el Instituto Mexicano delSeguro Social (IMSS) y en la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Pero fue su trabajo con Del Mazo González lo que le forjó camino. Él heredó a su sobrino Peña Nieto la relación con Ruiz Esparza.

De acuerdo con Cruz Jiménez, Ruiz Esparza siempre estuvo detrás de los Del Mazo, razón por la que también puede explicarse la elección de Del Mazo Maza como candidato a Gobernador. Desde entonces, agregó el periodista, Ruiz Esparza no se alejó del Edomex.

Con Del Mazo padre realizó su primera obra: el Aeropuerto Internacional de Toluca, hoy propiedad de OHL y considerado por varios, un “elefante blanco”.

Luego de su paseo por varias instancias federales, llegó a la Secretaría de Comunicaciones del Estado de México, con Peña Nieto como Gobernador. Ahí coordinó la construcción del Circuito Exterior Mexiquense, el Viaducto Elevado Bicentenario, el libramiento Nororiente de Toluca, la Autopista Toluca-Zitácuaro, la Autopista Valle de Bravo y las gestiones para dotar conexión de banda ancha a 125 municipios mexiquenses.

Díez Gargari recuerdó un tema que él documento en este año y es la participación de Ruiz Esparza en la transferencia de 3 mil 100 millones de pesos de recursos federales al SAASCAEM que pudieron ser canalizados a las campañas intermedias de 2015 y luego en septiembre de 2016, para la campaña de Alfredo del Mazo.

“El operador de todo eso es Ruiz Esparza, porque los recursos salen de la SCT a través de un esquema completamente ilegal y por el que ya hay una denuncia en la PGR y en la ASF. Es muy lamentable que en este país no exista responsabilidad legal ni responsabilidad política. Es una falta de respeto a la sociedad que el Presidente mantenga en su puesto a ese señor”.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video