Ciudad de México, 27 de noviembre (SinEmbargo).– Un pescador de las islas Faroe intentó abrir el estómago del cadáver de una ballena, de pronto las vísceras le explotaron en la cara.
Según diarios locales, el cetáceo murió por causas naturales; los líquidos y gases provocados por la descomposición no soportaron la presión y bañaron al hombre, quien por fortuna portaba un traje protector.
Organizaciones como Sea Shepherd Conservation Society y Greenpeace han realizado diversas campañas para denunciar la matanza indiscriminada de ballenas piloto, una especie que comparte características de comportamiento de los delfines.
Las islas Faroe se localizan en región norte del océano Atlántico, entre Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia. Al igual que los canadienses, que matan focas, y los japoneses, que cazan delfines, los pescadores de las islas Faroe practican por tradición la caza de cetáceos.
