Vladimir Putin y el miedo a que le pongan plutonio en el sándwich ¿Qué comen los presidentes?

31/07/2014 - 12:00 am
Reunión de los cocineros presidenciales en Londres. Foto: Facebook
Reunión de los cocineros presidenciales en Londres. Foto: Facebook

Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).- De acuerdo con la historia rusa, el Presidente Vladimir Putin teme tanto a las conspiraciones como a la comida envenenada y en virtud de ello es que echa mano de un catador profesional que prueba cada uno de sus alimentos antes de que el polémico mandatario se los lleve a la boca.

Se trata de un empleado a tiempo completo que acompaña a Putin en sus giras nacionales e internacionales y que bien podría un día morir a causa de un bocado con ricina o un sándwich contaminado con polonio, tal como el que le quitó la vida, luego de una horrorosa agonía, al teniente coronel de la KGB Aleksandr Litvinenko (1962-2006).

Vladimir Putin y su miedo a ser envenenado. Foto: EFE
Vladimir Putin y su miedo a ser envenenado. Foto: EFE

La reunión en Londres de los Club des Chefs des Chefs, cuyos miembros preparan comidas para los jefes de Estado y líderes mundiales, dejó esa y otras más que interesantes noticias en torno a las pasiones culinarias que envuelven a los jefes de Estado.

Se supo así que la reina Isabel de Inglaterra no come mariscos, que Barack Obama odia la remolacha (¿quién no?) y que el flamante rey de España, Felipe VI, prefiere la cerveza al vino.

UNA PROFESIÓN RIESGOSA

A lo largo de la historia, la figura del catador de comida en los ámbitos del poder ha sido más o menos frecuente, según narra el periodista John Walsh en The Independent.

Una mujer llamada Margot Woelk probó los platos vegetarianos de Adolf Hitler durante los dos últimos años de vida del líder nazi y en 1978, durante su visita de Estado al Palacio de Buckingham, el rumano Ceaucescu Nicolai vino con su degustador.

Adolf Hitler era vegetariano. Foto: Especial
Adolf Hitler era vegetariano. Foto: Especial

Saddam Hussein mantuvo a varios degustadores privados entre  su personal y el catador oficial de sushi de la familia real japonesa fue declarado innecesario en 1989 y jamás reemplazado.

Vladimir Putin viaja con su catador de comida y trae en la maleta presidencial sal, pimienta, agua embotellada y hasta sus propias servilletas y entre los mandatarios estadounidenses se cultiva una ya clásica dependencia de la cocina de la Casa Blanca.

Según Joseph Petro, un ex agente del Servicio Secreto de George W. Bush, el ex Presidente no comía nada que no hubiera sido preparado y servido por un chef y un camarero de la Casa Blanca.

“Si el Presidente asiste a una cumbre extranjera, se averigua el menú y los ingredientes se traen desde la Casa Blanca”, contó Petro.

Barack Obama, como sabemos, desestructuró un poco la formalidad de la cocina presidencial. Uno de los muchos sitios de hamburguesas que el presidente de Estados Unidos frecuenta en Washington es el Good Stuff Eatery.

Barack Obama muere por las hamburguesas. Foto: Especial
Barack Obama muere por las hamburguesas. Foto: Especial

En este restaurante, el concursante del programa de televisión Top Chef, Mendelsohn Spike, creó la hamburguesa Prez Obama y la cobertura Michelle, en honor a la esposa del Presidente.

En Inglaterra, David Cameron ama la pasta de salchicha picante, tal como lo dejó asentado en el libro solidario Scrummy World Cookbook.

EN FRANCIA TAMBIÉN SE CUECEN HABAS

Bernard Vaussion, el jefe de cocina del Palacio del Elíseo durante 40 años, se retiró el año pasado, una circunstancia que celebró contando algunos deliciosos secretos de las aficiones culinarias de los mandatarios franceses.

Supimos así que Jacques Chirac fue un verdadero gourmet que amaba las especialidades como la choucroute alsaciana, el cordero, las recetas con salsas y la gastronomía china.

Durante su gobierno, en el refrigerador no podía faltar una cerveza Corona Extra, que ha quedado para siempre asociada a la imagen del ex mandatario galo.

François Mitterrand era un gran aficionado al pescado y al marisco, sobre todo los crustáceos y las ostras y al foie gras tradicional.

Nicolas Sarkozy evitaba los quesos y el caviar para ahorrar durante la crisis económica europea, aunque hacía una excepción cuando venía a visitarlo la Presidente de Alemania, Angela Merkel, una gran devota de los quesos franceses. El marido de Carla Bruni ama el chocolate y el yogur.

Un meme muy pertinente si se piensa en la predilección de Felipe por la cerveza. Foto: Especial
Un meme muy pertinente si se piensa en la predilección de Felipe por la cerveza. Foto: Especial

Al mandatario actual, Francois Hollande, simplemente le gusta comer, tal como lo muestra su gruesa figura, a la que a menudo atacan sus críticos en la prensa.

La cocina de la Moncloa se llama el libro escrito en 2011 por el ex chef presidencial Julio González de Buitrago, quien pasó calores el día en que el rey Juan Carlos le pidió huevos fritos y vino peleón, llamado así porque su mala calidad vuelve un poco nerviosos a los que lo consumen y quienes merced a su influjo entran en disputa con los que tienen cerca.

“No tenía ni idea si en nuestras bodegas encontraría el dichoso vino”, cuenta De Buitrago en su libro.

José María Aznar, a quien le entusiasmaba el marisco y el picante, tomaba una marca determinada de helado de café como postre.

Adolfo Suárez pedía cada día una crema de legumbres y le apasionaban los garbanzos fritos que sobraban del cocido.

Calvo Sotelo y su familia idolatraban el steak tartar y los arenques, Felipe González prefería el gazpacho, el rabo de toro y las frituras de pescado.

La familia de José Luis Rodríguez Zapatero seguía una dieta estricta dirigida por Sonsoles Espinosa que incluía muchas frutas y ensaladas y nada de “natas, dulces y fritos”. El presupuesto de cocina de su mandato fue el más bajo en 25 años de la historia de España.

Cuenta el cocinero que cuando Sonsoles Espinosa no estaba cerca, el entonces jefe de Estado no le hacía ascos a los potajes de garbanzos con gambas o al rabo de toro.

Felipe Gónzález, era “un hombre de campo, rústico y sencillo” que disfrutaba bajando a la cocina para tomarse un vino con el personal.

LOS SECRETOS DE LOS COCINEROS

Christian García, el cocinero del Príncipe de Mónaco, ha confesado que a Alberto le gusta comer bien, que prefiere el pescado, en especial la lubina acompañada de soufflé de lechuga y las verduras y frutas provenientes de su propio huerto.

En Rusia, las cocinas del Kremlin custodiadas por Jerome Rigaud preparan platos de estilo europeo.

En Finlandia, Sirka Routtinen opta por una cocina internacional. Más local es la cocina del alemán Ulrico Kerz, que apuesta por recetas con productos típicos del país.

Barack Obama y los chefs presidenciales. Foto: club-des-chefs-des-chefs.com
Barack Obama y los chefs presidenciales. Foto: club-des-chefs-des-chefs.com

Carlos Catalino Pérez es el cocinero de la Casa Rosada en Argentina. Mantiene un equipo de trabajo de cinco personas y arma menúes sencillos con un primer plato a base de ensaladas o verduras cocidas y un segundo plato que suele incluir carnes rojas, pescado o pollo.

“La Presidente vino una vez a saludar y fue un gran gusto. Estábamos muy contentos. Cuando come acá, suele almorzar alguna ensalada o un palier de lomo. En general, los mandatarios tienen una dieta sana y nosotros les hacemos pescados, alguna pechuguita de pollo con puré de calabaza o ensaladas. Es una gran responsabilidad ser el cocinero de la Casa Rosada porque no todos tienen esa posibilidad”, dijo en un reportaje aparecido en una publicación argentina.

Carlos Menem moría por las pizzas y las empanadas. A Fernando de la Rúa le gustaban las pastas y las carnes.

“También le pudimos cocinar a Hugo Chávez. Le hicimos un lomo relleno cuando vino a reunirse con Néstor Kirchner y nos mandó a saludar a todos”, contó Pérez.

EN MÉXICO, ¿QUÉ COMEN LOS PRESIDENTES?

El actual mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, ama el pan y los macarrones con queso que se sirven en el restaurante  Morton´s, ubicado en Paseo de Las Palmas, Lomas de Chapultepec.

En 2010, en la cena de Estado que los Obama organizaron en la Casa Blanca para recibir a Felipe Calderón Hinojosa, el chef Rick Bayless preparó un menú de platillos mexicanos, pero elaborados con productos autóctonos de Estados Unidos y con hierbas y vegetales cultivados en los jardines de la residencia presidencial.

Bayless es uno de los grandes profetas de la cocina mexicana en Estados Unidos  a través de sus programas de televisión, sus libros de cocina y sus restaurantes Frontera Grill, Topolobampo y Xoco.

Felipe Calderón y la carne de cerdo durante la influenza. Foto: Notimex
Felipe Calderón y la carne de cerdo durante la influenza. Foto: Notimex

Para agasajar a la delegación mexicana, Bayless hizo una ensalada de jícama con naranja, toronja y piña con vinagre cítrico, acompañado de un vino Chardonnay Ulisis Valdez Russian River, de 2007.

Luego, un ceviche de hierbas verdes y Opah, un pescado típico de Hawai, con galletas saladas de sésamo y cilantro. El plato fuerte fue una carne de res Wagyu de Oregon en mole negro de Oaxaca, con un tamalón de frijol negro y ejotes verdes a la parrilla, todo regado con un Cabernet Sauvignon Herrera Selección Rebecca, de 2006.

El postre fue una tarta de chocolate con cajeta, malvaviscos caseros tostados y helado de galletas graham con queso de cabra, acompañado de un champán Mumm Napa Carlos Santana Brut.

Bernard Vaussion, el cocinero de los presidentes franceses.  Foto: club-des-chefs-des-chefs.com
Bernard Vaussion, el cocinero de los presidentes franceses. Foto: club-des-chefs-des-chefs.com

Josué Bossuet Martínez es un cocinero chiapaneco que entre  2001 y 2003 fue Chef Ejecutivo de la Presidencia de la República, estuvo al mando de la cocina del ex-presidente Vicente Fox y tuvo a su cargo la comitiva del avión presidencial.

En la cena ofrecida al español José María Aznar, el plato principal fue“Lomo de buey con su jugo de chapulines y alcaparras, jitomate relleno de quesos mexicanos y papas al pasilla”.

En la visita del británico Tony Blair, Bossuet preparó menú de cocina mexicana de Occidente y del Pacífico Norte enmarcado por una interpretación de las recetas de la investigadora gastronómica Dianne Kennedy, afincada desde hace muchos años en nuestro país.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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