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Con un tufo a Calderón

Elecciones en Ecuador: entre apagones, violencia y lecciones no aprendidas de México

08/02/2025 - 12:05 am
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Daniel Noboa busca la reelección con una estrategia de militarización que ya fracasó en México, pero que aún le suma votos ante el miedo de que la violencia continúe.

Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo).- En los últimos años, Ecuador ha padecido una serie de crisis, en la que cada una alimenta a la siguiente: de seguridad, carcelaria, política, económica, energética, de empleo, climática. Este 9 de febrero tendrá elecciones presidenciales y Daniel Noboa, con una estrategia militar contra el narcotráfico que en México nos recuerda a la emprendida por Felipe Calderón, podría ser reelegido.

De ser de los más seguros del mundo se ha vuelto en un “país peligroso”, según el Índice de Paz Global. En 2024 la tasa de homicidios fue de 40 por cada 100 mil habitantes, según cifras oficiales. Mientras que la tasa para América Latina y el Caribe es de 18 homicidios y a nivel global de 6, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Es difícil saber por dónde empezar, Ecuador está viviendo múltiples crisis. La de seguridad es solo una de ellas”, dice desde Quito, la politóloga e internacionalista Carla Álvarez.

Estimaciones del Banco Mundial (MB) señalan que la economía del país decreció 0.7 por ciento en 2024. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la pobreza aumentó de 26 a 28 por ciento en diciembre de 2024, la tasa más alta desde la pandemia. En los últimos tres meses, Ecuador ha vivido todo esto a oscuras: con poca información y con apagones de hasta 14 horas diarias.

Esta semana hemos visto varias muestras de exhibicionismo del poder que, en diferentes niveles, muestran el deterioro del quehacer político entendido como una forma de construcción de acuerdos.
Daniel Noboa, Presidente de Ecuador. Foto: X @DanielNoboaOk

Si bien la situación ha causado descontento social, “en Ecuador pasan tantas cosas, y nuestra memoria es tan corta, que algo que nos pasó hace un mes ya no está en la palestra pública”, lamenta el periodista ecuatoriano José Luis Cañizares. Por eso, advierte, Noboa podría quedarse en la presidencia.

El 23 de noviembre de 2023, el heredero de un imperio bananero, uno de los principales productos de exportación, asumió la presidencia de Ecuador por año y medio para completar el periodo de Guillermo Lasso. Acusado de delitos de corrupción y para evitar ser destituido, en mayo de aquel año Lasso recurrió a la “muerte cruzada”, una medida contemplada en la Constitución que permite al presidente disolver la Asamblea Nacional y convocar a elecciones.

En segunda vuelta y tras vencer a Luisa González, candidata del correísmo, Noboa fue elegido Presidente. A cuatro días de tomar el poder, envió a la vicepresidenta Verónica Abad a Israel como “Embajadora de la paz”. Se inventó ese cargo para alejar a la política a quien finalmente, a inicios de 2025, relevó de la Vicepresidencia.

En estas elecciones de febrero de 2025 Noboa se vuelve a presentar a la contienda para un periodo completo de cuatro años. Y hasta finales de enero, el 45.3 por ciento de las preferencia de voto eran para Noboa, según la consultoría Ipsos. Mientras que el 31.3 por ciento elegiría a Luisa González, quien también volvió a las boletas.

Un modelo fallido

Tan sólo en los 24 primeros días de 2025, el gobierno reportaba 600 homicidios. Todo indica que cerrará como “el enero más violento de la historia del Ecuador”, prevé el periodista José Luis Cañizares.

En 2017, el último año de Rafael Correa en la presidencia de Ecuador, el país se ubicaba en el puesto 54 en el Índice de Paz Global, de 163 países. Para 2023, cayó al sitio 114 y en 2024, ya en el mandato de Noboa, empeoró hasta llegar al puesto 134, por lo que fue considerado por dicho ranking “un país peligroso”.

¿Cómo pasó esto? Para Carla Álvarez, profesora e investigadora del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), en la pandemia de covid-19 encontramos algunas respuestas.

La cuarentena y las restricciones de transporte obstaculizaron el traslado de cocaína desde Colombia. La droga se fue acumulando y los traficantes tuvieron que buscarle salida y la mejor alternativa fue Ecuador.

El problema del narcotráfico en el Ecuador no empezó con la pandemia, pero sí fue un hito clave, aclara la académica. Porque, a partir de entonces, el país se volvió en una suerte de bodega de la droga, desde donde los grupos criminales fueron mejorando su logística de envío a los países consumidores.

Esa situación vino de la mano de un aumento de la criminalidad “y empezamos a ver la réplica de prácticas de violencia mexicana en el país, con un repunte en la violencia social”. Es decir, aumentaron los feminicidios, los sicariatos y las “muertes violentas en general, tanto en el contexto social, en la familia como por razones criminales”.

Aunado a ello, “la falta de presencia estatal en algunas zonas del país ha permitido que las bandas criminales ocupen el espacio del Estado, brindando trabajo y seguridad a la población”, explica José Luis Cañizares. Tal es el caso de Esmeraldas, abunda, una provincia costera donde parte de la población ha comenzado a generar ingresos en la economía criminal.

Noboa ganó con la promesa de mejorar la seguridad y su estrategia incluyó estados de excepción, la declaración de un conflicto armado interno y poner al Ejército en las calles. Todo esto ha significado para la población un aumento en la violación a los derechos humanos.

La desaparición forzada de cuatro niños afroecuatorianos “en manos de las Fuerzas Armadas” el 8 de diciembre “es un caso que se está investigando todavía”, dice Cañizares. Ahora “se está hablando de un posible delito de Estado, porque los cadáveres de los niños aparecieron incinerados” el 31 de diciembre cerca de una base militar.

Como señala Carla Álvarez, lo que está experimentando Ecuador nos recuerda a lo que vivimos en México con la supuesta guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón y las consecuencias que eso trajo, como asesinatos, desapariciones y otras violaciones a los derechos humanos por parte de militares.

Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública y Felipe Calderón Hinojosa, presidente de México en una foto de archivo. Foto: Cuartoscuro

Ecuador también se puede mirar en el espejo de México en lo referente a las armas. “Ecuador es el país donde hay más muertos por arma de fuego, aquí nueve de cada 10 personas mueren por un disparo. Eso significa que hay un problema de inundación de armas” que contribuye a romper el tejido social, señala la académica.

Entre 2007 y 2021 Ecuador restringió el mercado de armas, “no podíamos portar armas, no podíamos importar armas, no podíamos fabricar armas y la comercialización de las armas tenía un impuesto del 300 por ciento”. Sin embargo, esto cambio desde el gobierno de Guillermo Lasso.

En 2021, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador demandó a varias empresas que fabrican armas en Estados Unidos “que por su descuido y negligencia facilitan activamente que sean traficadas a territorio mexicano” y sean utilizadas por el crimen organido, principalmente.

“Lo que me tiene orgullosa, no como ecuatoriana, sino como latinoamericana es que ustedes (en México) hayan puesto esta demanda, que están enfrentando casi en un tú a tú a los Estados Unidos”. A esta lucha, dice Carla Álvarez, deberíamos sumarse todos los países de América Latina, pues eso demostraría las prioridades de seguridad: conservar la vida de los ciudadanos y ciudadanas.

Sumado a todo esto, el Ecuadort atraviesa “la crisis carcelaria más atroz que ha visto la región latinoamericana”, a decir de Carla Álvarez. El aumento de robos comunes y secuestros, que el año pasado se quintuplicaron, ha dado paso a un ascenso de las ideas de ultraderecha en los candidatos, apunta José Luis Cañizares. “Estamos hablando ya en Ecuador de pena de muerte y de la imputabilidad de menores de edad”, dice el periodista.

Hace unos meses, la nación kichwa impidió la construcción de una mega cárcel con capacidad para recibir a más de mil personas, un proyecto que Noboa presumía como una solución a la inseguridad. El centro penitenciario iba a ser ubicado en Archidona, en la Amazonía.

Pero el colmo de esta lógica punitivista de derecha la mostró un candidato presidencial, quien propuso no construir más cárceles, “sino más cementerios, porque aseguraba que la solución era la pena de muerte y como le decimos aquí: bala al que es y al que no es”, ironiza José Luis Cañizares.

Apagones de información

Desde 2023, en el gobierno de Lasso, Ecuador empezó a padecer los apagones, los cuales se agravaron en el periodo de Noboa. De septiembre a diciembre de 2024, el gobierno cortó la energía diariamente por hasta 14 horas en los hogares, “pero las industrias se apagaron por 24 horas” y en las zonas rurales “la gente denunciaba que había apagones de días”, los cuales no fueron reportados por las autoridades ni por la mayoría de los medios de comunicadión, describe el periodista José Luis Cañizares.

“Esto causó la pérdida de “casi el 1.5 del Producto Interno Bruto (PIB), que es más de mil 100 millones de dólares”, señala. “Sobre todo, afectó a la industria y al comercio, un comercio que ya venía con una economía afectada por la pandemia del covid-19”. Lo que vino después fueron los despidos, cerca de 4 mil personas, al menos, se quedaron sin empleo a causa de los apagones.

Pero también agravaron la condición de seguridad en las calles, apunta Carla Álvarez.
“Imagínate tú ir por la por la calle y tener sectores enteros sin luz, sin semáforos, en medio de un contexto donde están creciendo los secuestros, las extorsiones. Era un poco aterrador”.

El cambio climático dejó a oscuras al Ecuador, pero sobre todo la falta de políticas al respecto. “Más del 70 por ciento de nuestra energía es generada por hidroeléctricas. El año pasado atravesamos la peor sequía en décadas, eso bajó muchísimo los niveles de agua. Pero era una sequía que ya había sido anunciada desde un año atrás” y el gobierno de Noboa no tomó previsiones.

Para justificar esta medida tan extrema, Noboa falseó información. Su gobierno dijo “que abrieron las compuertas de las hidroeléctricas para dejar salir el agua. Después se supo que no podía ser de ninguna manera real. O sea, no había compuertas que abrir”, explica el periodista.

Para muchos analistas, dice, las afectaciones económicas son mayores a las ocasionadas por la pandemia, pues los apagones pararon por completo las actividades, simplemente no había manera de trabajar.

En tanto, entre los candidatos a la presidencia algunos “hablan hasta de energía nuclear. Energía nuclear en un país donde no podemos controlar ni siquiera las cárceles, ¿cómo van a controlar la energía nuclear?”.

"El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tomó la decisión de conceder a Estados Unidos las islas Galápagos, paraíso turístico del Pacífico y reserva natural conocida en todo el mundo, para instalar allí una base militar, a mil km del continente". Foto: X @DanielNoboaOk

Más cerca que nunca de Estados Unidos

Daniel Noboa, hijo de Álvaro Noboa, un magnate de la industria del plátano que en cinco ocasiones intentó ser presidente de Ecuador, nació en Miami, Florida. Representa a una élite que se ha educado en Estados Unidos, que se mira más cercana a ese país que a Ecuador y que aspira a tener su modelo social y económico.

La crisis de inseguridad le ha permitido a Noboa justificar la reapertura de la cooperación militar estadounidense. En diciembre pasado, Noboa autorizó la construcción de una base militar de Estados Unidos en las Islas Galápagos bajo el Proyecto de Seguridad Integral en la Región Insular.

No es algo del todo nuevo. “Desde hace 83 años hemos tenido presencia intermitente de los Estados Unidos en las Islas Galápagos y en otra localidad que se llama Salinas, el punto más saliente de la costa del Pacífico”, explica Carla Álvarez. Pero con esta base, ya no será intermitente.

La justificación ha sido el combate al narcotráfico. Pero el factor China no puede dejarse a un lado. En noviembre de 2024, Perú inauguró el Puerto de Chancay, que gestiona la compañía china Cosco Shipping, y que representa el mayor puente comercial Asia-Pacífico, pues tiene la capacidad de mover entre 1 y 1.3 millones de contenedores de 20 pies.

Pero también significa que “China tiene una posición privilegiada en el Pacífico de América del sur”, angrega la académica. “El puerto puede recibir barcos de doble uso: de fines comerciales, pero los de fines militares también, y están bajo el manejo de China”. Por lo tanto, Estados Unidos querrá estar vigilante de sus movimientos, “porque no se puede permitir que los chinos se establezcan en su ‘su patio trasero’”.

La doctrina Monroe, por la que Estados Unidos le impide a países europeos o de otras regiones establecer colonias o controlar a las naciones de América, vuelve a cobrar fuerza.

Noboa pactó la entrega de ese territorio en la era de Joe Biden, pero al llegar Trump está buscando un acercamiento con el nuevo presidente. También ha estrechado lazos con el derechista Edmundo González, uno de los principales opositores del régimen de Nicolás Maduro.

En cambio, su política diplomática con otros países ha sido opuesta. El 5 abril de 2024, policías ecuatorianos armados irrumpieron en la Embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas, a quien el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le había concedido asilo político. Las sedes diplomáticas son consideradas territorio del país que representan, por lo que constituyó una invasión.

Y mientras los militares estadounidenses se mudan a las Islas Galápagos —la tierra que inspiró la teoría de la evolución— y destruyen el ecosistema, Trump les envía también a las personas migrantes.

“Ya llegaron los primeros aviones de estas deportaciones masivas”, cuenta el periodista José Luis Cañizares. La cancillería ecuatoriana ha insistido que estos retornos no son algo nuevo. En realidad, el cambio de demócratas a republicanos no ha significado verdaderamente una política distinta, analiza.

La respuesta de Daniel Noboa hasta ahora ha sido asegurar que su gobierno les brindará asistencia, lo cual es cuestionable “porque los ciudadanos no la tienen y se supone que ahora sí van a atender a los migrantes”.

En todo caso, la estrategia ha sido que los medios de comunicación afines al gobierno inicien una campaña para inhibir la migración mediante testimonios de personas que hablan de lo mal que les tratan en ese país.

Blanca Juárez
Periodista egresada de la UNAM. Cubre temas políticos, laborales, sociales y culturales con perspectiva feminista.
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