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Una llamada dobló a Trump

El Presidente de EU detuvo las redadas en restaurantes y hoteles. ¿Qué vio, qué pasó?

15/06/2025 - 12:54 pm
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El endurecimiento de la política migratoria de Donald Trump ha puesto en jaque a distintos sectores que impulsan la economía estadounidense, los cuales han expresado sus preocupaciones por el asedio del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, mejor conocido como ICE, en centros de trabajo.

Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).– Este sábado, mientras en Washington marchaba el ejército de Estados Unidos (EU) y millones se manifestaban en 50 ciudades, The New York Times narraba cómo tres días antes, el miércoles por la mañana, Donald Trump recibía una llamada de Brooke Rollins, su Secretaria de Agricultura.

Rollins transmitió a Trump una creciente sensación de alarma en el corazón del país.

“Los agricultores y los grupos agrícolas, afirmó, estaban cada vez más preocupados por sus medidas drásticas contra la inmigración. Agentes federales habían comenzado a atacar agresivamente los lugares de trabajo en las últimas semanas, con el objetivo de aumentar drásticamente el número de arrestos y deportaciones de inmigrantes indocumentados. Los agricultores dependen de los inmigrantes para trabajar largas jornadas, afirmó Rollins. Le explicó al Presidente que los grupos agrícolas le habían estado advirtiendo que sus empleados dejarían de presentarse a trabajar por miedo, lo que podría paralizar la industria agrícola”, narran Tyler Pager, Miriam Jordan, Hamed Aleaziz y Zolan Kanno-Youngs.

No era la primera persona que intentaba transmitirle este mensaje al Presidente de Estados Unidos. Pero fue allí cuando se convenció. “A la mañana siguiente, publicó un mensaje en su plataforma de redes sociales, Truth Social, que adoptó un tono inusualmente más suave hacia los mismos inmigrantes a quienes ha demonizado durante gran parte de su carrera política. Los inmigrantes en los sectores agrícola y hotelero son ‘muy buenos trabajadores con muchos años de experiencia’, dijo. ‘Se avecinan cambios’”.

Algunos donantes de Trump, influyentes, se enteraron de la publicación y comenzaron a contactar con la Casa Blanca, instando a Trump a incluir al sector restaurantero en cualquier decisión para proteger a los trabajadores indocumentados, se lee en el diario. “En el Ala Oeste, los altos funcionarios de la Casa Blanca fueron tomados por sorpresa y [estaban] furiosos con Rollins. Muchos de los principales asesores de Trump, en particular Stephen Miller, su subjefe de Gabinete, han instado a una línea dura, atacando a todos los inmigrantes sin estatus legal para cumplir la promesa del Presidente de la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos”.

Pero la decisión ya estaba tomada. “Más tarde, el jueves, Tatum King, un alto funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), envió un correo electrónico a los líderes regionales de la agencia para informarles sobre las nuevas directrices. Los agentes debían ‘suspender todas las investigaciones y operaciones de control en centros de trabajo agrícolas (incluyendo acuicultura y plantas empacadoras de carne), restaurantes y hoteles en funcionamiento’”.

“Queda por ver –dice The New York Times– la efectividad de la orden y si Trump mantendrá su decisión. Las redadas en otros centros de trabajo, como la realizada en la industria textil de Los Ángeles que provocó protestas masivas, aún están permitidas. El viernes, un día después de que Trump emitiera las nuevas directrices, se estaban realizando redadas a trabajadores agrícolas en los campos de Oxnard, a 80 kilómetros al norte de Los Ángeles, según defensores. Pero la decisión del Presidente de proteger a los agricultores y a la industria hotelera —un sector que conoce bien por sus años como propietario de hoteles de lujo— revela la tensión entre sus esfuerzos de deportación y la preocupación por mantener un apoyo crucial en su coalición política”.

Anna Kelly, portavoz de la Casa Blanca, dijo en un comunicado: “El Presidente Trump siempre ha defendido a nuestros agricultores, quienes fueron un factor clave en su victoria de noviembre, trabajando para negociar acuerdos comerciales más justos y reducir la burocracia [...]. Continuará fortaleciendo nuestra industria agrícola e impulsando las exportaciones, a la vez que cumple su promesa de hacer cumplir nuestras leyes de inmigración y expulsar a los millones de inmigrantes ilegales sin antecedentes penales que inundaron Estados Unidos bajo el mandato de Joe Biden”.

El alcance de la ofensiva migratoria de Trump “ha inquietado a algunos republicanos, ya que las redadas en las granjas comenzaron a interrumpir las operaciones. Más del 40 por ciento de los trabajadores agrícolas del país no tienen estatus migratorio legal, según estimaciones del Departamento de Agricultura”.

El martes, agentes federales comenzaron a desplegarse por la vasta zona agrícola de California, desde la costa hasta el Valle Central. “Las redadas sembraron el caos en Oxnard, donde se cultiva gran parte de las fresas del país, así como en los condados de Kern y Tulare, donde se están empezando a cosechar verduras, uvas y frutas delicadas, como los melocotones. Los agricultores informaron que entre 30 y 60 por ciento de los trabajadores dejaron de acudir a los campos en los días posteriores a las redadas”.

Las asociaciones agrícolas de California, Idaho y otros lugares, cuyos miembros suelen ser republicanos, han estado bombardeando sus oficinas del Senado y el Congreso para expresar sus preocupaciones, reporta The New York Times. “Todos debemos centrarnos en los delincuentes extranjeros convictos”, declaró esta semana en CNN el representante Tony Gonzalez, republicano por Texas. “Si nos centramos en eso y no vamos tras el ordeñador de vacas que, ya sabes, está en un clima de 40 grados Celsius, sino tras ese tipo y luego tras el delincuente convicto, creo que vamos por buen camino”.

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