Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).- Las redes sociales, en particular Facebook, suelen ser refugio de infinidad de comunidades en donde se comparten aficiones y sobre todo se prestan para desarrollar un diálogo entre los participantes. Sin embargo, también sirve para crear grupos con otros propósitos más allá de lo meramente virtual y llevan fuera de la red el motivo de su agrupación.
En Perú, las Quine Rifas se tratan de un fenómeno originado en Facebook, el cual causa revuelo entre la sociedad del país sudamericano. En este caso, el escándalo se suscitó luego de que fuera dado a conocer que adolescentes de este país rifan sus cuerpos a través de esta red social para pasar una noche sexo con hombres menores o mayores de edad.
La mecánica de estas rifas, como su nombre lo indica, consiste en sortear a las adolescentes mediante una convocatoria a través de las redes sociales. De este modo, en las cuentas dedicadas a esta función se exponen fotos íntimas de jóvenes no mayores de 17 años, para que los participantes realicen su oferta, publicó Radio Nederland internacional (RNW por sus siglas en holandés).
Durante varios días, se suben fotos de las candidatas a la página en cuestión y a los interesados se les notifica el día en que se efectuará la rifa. Por su parte, el lugar del sorteo se les anuncia por mensaje privado o correo electrónico.
El precio mínimo para entrar a la puja es de 50 soles peruanos (S/), que equivalen aproximadamente a 230 pesos mexicanos. Por otra parte, la mecánica no dista demasiado de una rifa convencional y aquel que compre más boletos aumenta sus posibilidades para ganar. No obstante, si se trata de un cliente frecuente, éste tiene la opción de elegir a la chica que desee.
Actualmente Facebook alberga más de 30 grupos y cuentas consagradas a este negocio, e incluso algunas de ellas han evolucionado a tal grado que ya prescinden de la mecánica de las rifas y simplemente exponen el teléfono personal de las participantes para realizar un trato directo sin necesidad de depender del “azar” que, en teoría, es la tónica de estas reuniones.
Calificadas de “juego sexual” por algunos medios locales estas rifas han sido comparadas con otros fenómenos escandalosos entre jóvenes como el Carrusel o Ruleta de Colombia, o las llamadas “Fiestas descontroladas” en Uruguay. Sin embargo, las “fiestas” peruanas difieren de estas y están más emparentadas con la prostitución de menores.
Aún no se conoce la identidad de los responsables detrás de estas cuentas, pero son hombres los que dan los contactos de las jovencitas y hacen el negocio. Este, entre otros indicios, hace creer a las autoridades que más que un juego sexual, es una estrategia de proxenetas para incitar a la prostitución de menores.
Aunque los orígenes de estas reuniones se desconocen, se especula que en parte iniciaron como un juego o aventura para algunas chicas. Sin embargo, es claro que ahora las Quine Rifas se han convertido en un medio para embaucar a menores de edad a través de las redes sociales en donde la extorsión, el abuso y la prostitución son las consecuencias.
Esta variante de delito sexual conocido como “grooming” consiste en acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, al crearse una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él.
Por otro lado, las versiones que circulan en la red es que según la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la Direccion Nacional de Criminalística de Perú (Dirincri), las chicas son captadas en los colegios, mientras que para acceder a estos concursos, el requisito es que paguen una inscripción equivalente a entre 50 y 150 dólares, la cual varía dependiendo de los “atributos” de la adolescente, publicó Peru21.
Así mismo, en otras versiones las autoridades del país sudamericano alertan que muchas de estas cuentas son falsas y utilizan fotos de las adolescentes para embaucar a posibles clientes e invitarlos a depositar dinero en cuentas bancarias para comprar boletos de una rifa que nunca se va a realizar.
Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención de este fenómeno es que Facebook aún no ha bloqueado las cuentas y páginas relacionadas con esta actividad que promueve la prostitución de menores. No obstante, la Quine Rifas llevan poco anunciándose en esta red social, por lo que hay quienes piensan que aún no han sido debidamente reportadas antes los controles de bloqueo de este sitio.
