México, 4 sep (EFE).- El Gobierno mexicano quiere que los bancos del país coticen en el mercado de valores, del que están prácticamente ausentes, y confía en que otras entidades sigan el ejemplo del Santander México, que saldrá a Bolsa en las próximas semanas.
“Queremos que los inversores puedan beneficiarse de los beneficios que obtiene la banca mexicana, que hasta ahora tiene muy poca presencia en los mercados”, dijo a un grupo de periodistas españoles el subsecretario de Hacienda Pública y Finanzas del país, Gerardo Rodríguez.
Hoy mismo, el presidente del grupo Santander, Emilio Botín, ha convocado a la prensa en la capital mexicana para anunciar la colocación en Bolsa del 25 % de su filial en el país, el Grupo Financiero Santander México, en una operación que se realizará en este país y en Estados Unidos.
El subsecretario explicó que esta operación encaja en el proceso de desarrollo que ha experimentado la banca mexicana desde que sufrió la grave crisis de mediados de los años 90, y que le ha permitido desde entonces convertirse en una de las más solventes de la región, con elevados crecimientos en el crédito y una morosidad muy baja, en torno al 2.5 %.
“Si en el pasado el sector financiero fue una fuente de vulnerabilidad, hoy en día es una fuente de fortaleza. Pero queremos que los bancos coticen en el mercado local”, dijo el alto funcionario mexicano.
En la actualidad, de los grandes bancos mexicanos, solo Banorte e Inbursa -grupo del magnate mexicano Carlos Slim del que Caixabank posee un 20 %- cotizan en la Bolsa mexicana.
Gerardo Rodríguez afirmó que el Gobierno no está llevando a cabo ninguna acción específica para impulsar la cotización de otras entidades financieras, pero reconoció que otros bancos “tienen planes para hacerlo”.
Entre ellos, mencionó al BBVA Bancomer, la mayor entidad del país, cuya salida a Bolsa se producirá en el futuro, “aunque no de manera inminente”.
“Queremos que los bancos mexicanos coticen en el mercado local, porque estamos convencidos de que la disciplina que impone el mercado es un buen complemento para mejorar la transparencia y la supervisión”, apuntó.
Otra de las ventajas de “ampliar el perímetro del mercado de valores”, explicó, es que los inversores mexicanos y del resto del mundo puedan participar de los beneficios de la banca cotizada, vía dividendos.
El Gobierno mexicano se ha embarcado en un ambicioso proyecto para reducir la exclusión financiera haciendo llegar los servicios bancarios a millones de personas que no tienen acceso a una cuenta bancaria.
Se calcula que en el país, la mitad de la población mexicana no tiene acceso a los servicios formales de un banco o de un agente financiero, lo que les obliga a recurrir a intermediarios informales, menos fiables y más costosos, lo que agrava la desigualdad social.
Aunque existen barreras geográficas para abrir oficinas en las zonas rurales, el subsecretario mencionó los esfuerzos que están haciendo entidades como el BBVA Bancomer para prestar servicios bancarios a través del teléfono móvil.
Igualmente, valoró los esfuerzos del Santander México para prestar asistencia financiera a las pequeñas y medianas empresas. EFE
