Economía

Con o sin Trump, México necesita hacer malabares para 2017: la economía, toda, se ha debilitado

05/09/2016 - 11:55 am

El paquete económico 2017 llegará al recinto legislativo el próximo 8 de septiembre en medio de una debacle de la economía mexicana. Las expectativas planteadas al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto con las reformas estructurales se han desvanecido. Este año, independientemente de que gana o pierda Donald Trump, la mayor parte de los indicadores destacan la precariedad en la que se encuentra el país. Especialistas demandan estabilizar las finanzas públicas y mantener constante la relación deuda a Producto Interno Bruto.

Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).– A unos días de que el Gobierno federal presente el presupuesto 2017 ante el Congreso, la mayor parte de los indicadores destacan la precariedad en la que se encuentra la economía nacional, mientras que las expectativas planteadas al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto con las reformas estructurales se han desvanecido, coinciden analistas, informes y cifras del propio Gobierno.

Ayer, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) informó que para estabilizar las finanzas públicas y mantener constante la relación deuda a Producto Interno Bruto (PIB), se requiere un superávit primario cercano a 300 mil millones de pesos para 2017.

El organismo del sector privado consideró que el sector público requiere un esfuerzo mayor al planteado por el gobierno en los Precriterios 2017, en donde se planteó el objetivo de lograr un superávit primario de 40 mil millones de pesos, equivalentes a 0.2 por ciento del PIB.

Luis Videgaray anunció que el paquete económico 2017 apuesta por un balance primario superavitario, por lo que frenará la dinámica de endeudamiento, pero además, no incluirá ni aumento ni nuevos de impuestos, y contendrá un grupo de al menos seis reformas para incentivar la actividad empresarial, la inversión y el ahorro.

El mes pasado, el Presidente recriminó a los medios que en las noticias se dejan de lado los “esfuerzos” de su Gobierno y se da sólo la información negativa, pero la visita de Donald Trump y los últimos reportes de Hacienda, el Inegi, Banco de México (Banxico), Standard and Poo’rs y Moody’s, colocan al país de nuevo en el ojo crítico.

En agosto pasado, la Secretaría de Hacienda redujo su perspectiva de crecimiento económico para este año a un rango de entre 2.0 y 2.6 por ciento, desde un previo de entre 2.2 y 3.2 por ciento, tras el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que reportó que la economía mexicana se contrajo 0.2 por ciento en el segundo trimestre, su primera baja en 12 trimestres.

El ajuste de Hacienda provocó que Standard and Poor’s bajara a negativa la perspectiva de las calificaciones de largo plazo de México, dejando una posibilidad de una en tres de que rebaje la nota crediticia en los próximos 24 meses si el nivel de deuda o la carga de intereses presenta un deterioro mayor a lo esperado.

La calificadora señaló en un comunicado que “México ha llevado a cabo más reformas estructurales en comparación con la mayoría de los países de mercados emergentes, pero su tasa de crecimiento ha sido decepcionante, debido parcialmente a factores no económicos”.

Posteriormente, en su reporte: “Reto para crecer de México es más político que económico”, la calificadora destacó que la emigración, los elevados ingresos petroleros y las válvulas de seguridad históricas de México, se han debilitado, por lo que es urgente elaborar una estrategia que compense esa debilidad.

Moody’s, por su parte, dijo que aunque México asegura que hay disciplina financiera y la deuda del país se estabilizará en los próximos años, ésta seguirá creciendo y llegaría a 39 por ciento del PIB en 2019 si el Gobierno mexicano continúa con los apoyos que entregará a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Jaime Reushe, vicepresidente analista senior de riesgo soberano de la calificadora, dijo que con la Reforma Fiscal el Gobierno de México incrementó el gasto lo que impidió que las finanzas federales se estabilizaran.

Banxico también se unió a las calificadoras y analistas que en los últimos días han alertado que la deuda creciente de México se ha convertido en un lastre para sus notas crediticias y ha complicado el manejo de las finanzas públicas.

En su última minuta sobre la decisión de política monetaria difundida el 25 de agosto, alertó sobre el endeudamiento del Gobierno federal y no descartó nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros y presiones en el tipo de cambio.

“Algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles. Por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en relación al PIB”, destacó la minuta.

El viernes pasado, el riesgo país de México [diferencia entre el rendimiento de la deuda pública de un país emergente respecto del que ofrece la deuda pública estadounidense] terminó en 195 puntos base, lo que significó seis unidades por arriba del nivel observado el 26 de agosto pasado, con lo que ligó dos semanas al alza.

POLÍTICOS NO PERMITIRÁN MÁS DEUDA

La deuda pública de México no puede crecer más, de hacerlo habrá un escenario “desastroso” para el país, coincidieron los representantes de los partidos de oposición en la Cámara de Diputados, quienes además plantearon que es tiempo de “cerrarle la llave” del presupuesto para el próximo año al Gobierno federal.

El paquete económico 2017 llegará al recinto legislativo el próximo 8 de septiembre. A partir de ese momento los diputados tendrán en su poder el autorizar o no más deuda a la administración federal, y aunque la oposición está clara de que México ya llegó a niveles de endeudamiento “peligrosos”, convencer a los grupos parlamentarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Verde Ecologista de México (PVEM) será el reto principal, debido a que ambos partidos tienen mayoría en la Cámara Baja.

“El crecimiento de la deuda es un asunto que preocupa a todos los partidos políticos; ya la deuda está tocando los límites del 50 por ciento. Esto ha inquietado a diversas firmas internacionales que ven con recelo el acontecer de la deuda en nuestro país, y constituye un problema serio, porque puede llegar el momento en que cobre visos de impagable o de difícil manejo como en otros tiempos. Recordemos que con Luis Echeverría se le llamaba la ‘deuda eterna’ en lugar de deuda interna. Nos estamos acercando a terrenos muy peligrosos y desde el Congreso tenemos que revisar cualquier movimiento que se tenga que hacer”, dijo Francisco Martínez Neri, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), en entrevista con SinEmbargo.

De acuerdo con el “Análisis de los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Segundo Trimestre de 2016”, publicado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados apenas el 11 de agosto pasado, la deuda pública del país alcanzó los 8 billones 728 mil 693 millones de pesos al cierre del primer semestre de 2016.

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