Los episodios de depresión severa crónica están asociados en mayor medida a casos de abuso infantil, afirma estudio

06/11/2013 - 1:00 am
Foto: EFE
Foto: EFE

Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– El trastorno depresivo crónico afecta a casi la mitad de los pacientes que buscan tratamiento para la depresión y se asocia con una gran carga en términos de discapacidad, sufrimiento y coste sanitario. Ahora, además de esto, un estudio reciente reveló que existen variables de mayor riesgo de depresión crónica en la población, tales como abusos sexuales en la infancia y problemas de salud mental o física en la infancia

La depresión severa crónica consiste a menudo en episodios que duran más de 24 meses. No obstante, ahora una investigación realizada en la Universidad de Columbia de Nueva York puso al descubierto cuáles son los principales factores de riesgo para esta patología.

De esta manera, el trabajo realizado por el científico Mauro García-Toro, de la Universidad de las Islas Balears (UIB) en conjunto con los especialistas estadounidenses analizó diversas variables relacionadas con la salud física y mental de más de 35 mil personas residentes en la Union Americana, representativas de la población de este país, publicó Journal of Affective Disorders.

Durante el estudio se entrevistó a individuos que han padecido de forma crónica esta enfermedad por más de un lustro. A los tres años los investigadores volvieron a contactar con esas mismas personas para observar cómo habían evolucionado todas estas variables, y se centraron en identificar aquellas que aumentaran el riesgo de persistencia de depresión grave crónica una vez establecida.

“La identificación de factores de riesgo para la persistencia y remisión de la depresión severa es importante para avanzar en la comprensión de las causas y el desarrollo de tratamientos y terapias preventivas más eficaces”, dijo García-Toro.

Por su parte, los expertos concluyeron que las variables de mayor riesgo en este sentido eran la precocidad en la aparición de la depresión, el retraso en su tratamiento, el que esta se asocie a otros problemas de salud física o mental, y los abusos sexuales en la infancia.

Foto: EFE
Foto: EFE

Así mismo, la revista también hizo énfasis en otras variables importantes que hay que tener en cuenta como detonantes de este trastorno como la precocidad en la aparición de la depresión y el retraso en su tratamiento.

“Cuanto más tiempo persiste la depresión hay una mayor probabilidad de que los sujetos entrevistados refieran haber padecido abusos sexuales, lo que sin duda implica haber estado expuesto en muchas ocasiones a un estrés grave durante los primeros años de vida”, apunta García-Toro.

Mientras tanto, García-Toro, señaló que “además del trauma psicológico habitual, se ha demostrado que dicho estrés modifica la neuroquímica y la estructura del cerebro haciéndolo más vulnerable a la depresión”.

Por su parte, los resultados revelan que el 10% de todas las personas entrevistadas afirmaron haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Sin embargo, en aquellos que padecían depresión severa desde hace más de cinco años, la proporción de los que habían sufrido esta situación se acercaba al 40%.

No obstante, los datos son de hombres y mujeres, aunque –teniendo en cuenta que los abusos sexuales son mucho más frecuentes en niñas– “es muy probable que en la población de mujeres más de la mitad de aquellas cuya depresión severa dura más de cinco años hayan sufrido abusos sexuales infantiles”, agregó el investigador.

Los autores, por otra parte, destacan lo importante que es detectar esta situación, ya que se tratan de eventos que los pacientes no siempre están dispuestos a contarlo espontáneamente. Sólo de esta manera se podrá intervenir sobre ella para mejorar la respuesta al tratamiento de las personas que sufren depresión crónica, agregan.

En tanto, estudios previos sobre el tema advierten que aunque muchas personas se han sentido depresivas en algún momento, esta sensación se convierte en una enfermedad si los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante semanas o por más tiempo.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video