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Redacción/SinEmbargo

07/06/2016 - 4:30 am

Lección al PRI-gobierno / Variedad para comparar/ Inoperancia, opacidad y suciedad

Lección al PRI-gobierno En El Universal, su Editorial, escribe que: “el domingo pasado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió no sólo la mayoría de los estados en disputa durante las elecciones a Gobernador en 12 estados, además por primera vez dejará de gobernar en Tamaulipas, Quintana Roo, Durango y Veracruz, entidades donde el viejo partido […]

Lección al PRI-gobierno
En El Universal, su Editorial, escribe que: “el domingo pasado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió no sólo la mayoría de los estados en disputa durante las elecciones a Gobernador en 12 estados, además por primera vez dejará de gobernar en Tamaulipas, Quintana Roo, Durango y Veracruz, entidades donde el viejo partido jamás había sido reemplazado. ¿Casualidad? Verlo así sería un error por parte del PRI y de los gobiernos emanados de esa agrupación política, incluido el federal. Recibieron una lección rumbo a 2018. Así deben tomarlo […]. La disciplina característica del viejo partido hará que otros de sus integrantes sean más mesurados al emitir sus valoraciones, pero la realidad es que la mayoría de los mexicanos no está contenta con el estado de su vida cotidiana. En el afán de negar el regaño social, algunos podrán argumentar que se trata de un mero problema de percepción o de comunicación. Que los logros no se están transmitiendo adecuadamente. Hacer esto sólo tendría como consecuencia mayor demora en la correcta atención de los reclamos ciudadanos. Acciones son las que se requieren, no cambios de discurso o de imagen frente a la derrota electoral del partido gobernante. Para emprenderlas hay que empezar por leer los datos disponibles y no conformarse con lo hecho. En la última Encuesta Nacional de Victimización casi un tercio de la población dijo haber sido objeto de un crimen sólo durante 2014; sin embargo, el gobierno federal ha presumido desde el principio del sexenio una reducción en homicidios, extorsiones y secuestros. ¿Basta transmitir estas cifras? No, se requiere convencer vía un cambio radical en la percepción de seguridad. Es decir, quizá el número de denuncias debería dejar de funcionar como medida única de éxito o fracaso. En el caso de la economía el margen de maniobra es más estrecho, pues un país dependiente de las exportaciones como México no se manda solo. Sin embargo, el entorno internacional adverso sigue contrastando con los pocos sacrificios en cuanto a gasto en burocracia que el gobierno ha hecho. El primer cambio en el gobierno y su partido debe ser admitir que el votante siempre tiene la razón”.

López Obrador, sin chamba y sin hermano
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “sin chamba y sin hermano, así se quedó Arturo López Obrador luego de que su gallo, el priísta Héctor Yunes, reconoció su derrota en las elecciones a la gubernatura de Veracruz. Don Arturo se peleó fuertemente con su famoso hermano al apoyar al candidato del PRI y decir que Morena tenía un candidato gris llamado Cuitláhuac García. Esta actitud le costó que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo desconociera, e incluso dijera que él ya no tenía hermanos. Una vez terminado el proceso electoral ¿Habrá reconciliación posible entre ellos”.

De 9-3 a 5-7
En El Universal, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “sorpresa es el primer calificativo que surge tras el resultado electoral del domingo, en el que el Partido Acción Nacional (PAN) logró siete de 12 victorias y se dieron ocho alternancias […]. Este resultado, este 7-5, no solo reposiciona al PAN de cara al proceso electoral de 2018, sino que recupera a Ricardo Anaya como su principal carta para ese lance […]. También reitero algo fundamental: que la voluntad ciudadana está por encima de los aparatos electorales, dádivas y spots; que el origen y final de la democracia radica en el pueblo, sí, pero en los procesos electorales en el ciudadano que sufraga. Que su voto vale mucho más que todo lo demás junto, como quedó claro en los ocho estados donde se dio la alternancia, marcadamente los priistas. Este proceso coloca al PAN en una posición inmejorable para los tres del año que viene, los estados de Coahuila, Nayarit y México, que es el más importante después de la elección presidencial y ahora más, por ser cuna del actual Presidente de la República. En esta elección, el candidato a derrotar será el Presidente Enrique Peña Nieto, no el que postule el PRI para Gobernador. Y el PAN irá de nuevo con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en busca del impulso perdido en esa entidad donde nunca ha habido alternancia. Todo esto dejará el escenario para la elección de 2018 y para que el PRI designe candidato presidencial, en lo que la decisión del Presidente Peña Nieto será central. Alguien me dijo que ese partido perdió una batalla, una gran batalla, pero no la guerra que será en 2018, la madre de todas las batallas. Y todos tendrán que reaccionar y replantear estrategias a partir del domingo por la noche: el PRI, para recuperar y posicionarse para 2018, el PAN para entender su nueva realidad en alianzas y nominación de candidato y López Obrador para entender que en este proceso no ganó todo lo que quería, pero tampoco perdió todo lo que le auguraban”.

Las 10 grandes notas del domingo
En El Universal, el periodista Ciro Gómez Leyva, escribe que: “los resultados del domingo fueron lógicos. No se registraron sorpresas mayúsculas. Pienso que estas fueron las 10 grandes notas. 1. Las elecciones en México gozan de buena salud. La participación superó el 50 por ciento en la mayoría de las entidades. Hubo alternancia en ocho de 12 […]. 2. El electorado está castigando con fiereza a los gobiernos tocados por la presunción de corrupción. No sólo los expulsa del poder, los humilla en las urnas […]. 3. La derrota del PRI no alcanza la dimensión del 2000, pero cae en los rangos de 1997 y 2006. Cinco triunfos por siete derrotas, jamás había sucedido […]. 4. Virtualmente eliminado de la carrera Manlio Fabio Beltrones tras los números del domingo, el PRI se queda sin candidato claro a la Presidencia de la República, porque Miguel Ángel Osorio Chong sería en este momento el hombre del Presidente Peña Nieto, y eso no lo ayuda […]. 5. El incontrovertible triunfo del PAN […]. Hoy el PAN se acerca a ser la primera fuerza política del país y, junto con Morena, la única en pleno ascenso. 6. La consolidación de Morena como tercera fuerza política del país y primera fuerza de izquierda. Pese a los buenos números del PAN, el candidato a vencer en 2018 sigue siendo AMLO. 7. Los candidatos antisistema […]. Francisco García Cabeza de Vaca en Tamaulipas y, especialmente, Javier Corral en Chihuahua arrollaron con una severa crítica a los poderes, pero con un lenguaje más atemperado y propositivo. Pienso que es el modelo a seguir en los próximos comicios. El modelo ganador. 8. El otrora gran partido de izquierda tuvo un muy mal domingo. Los números del PRD cada vez están más lejos del PRI y el PAN y más cerca del Partido del Trabajo (PT) y del Partido Nueva Alianza (Panal). En un par de elecciones, Morena dejó en claro quién manda en la izquierda. El riesgo de extinción del PRD es real y creciente. 9. […] al Gobernador Rafael Moreno Valle [no le alcanza] para acercarse a sus adversarios por la candidatura presidencial, Margarita Zavala y Ricardo Anaya […]. 10. El nuevo fracaso de varios encuestadores. ¿Finalmente reconocerán su ineptitud profesional para medir a la sociedad mexicana contemporánea y harán algo al respecto?”

Es la corrupción, estúpido
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “las elecciones de este domingo lo confirmaron: el nuevo gran motor de la ciudadanía es la corrupción […]. Lo empezamos a leer en los comicios del año pasado: 1.- Perdió el PAN en Sonora donde se denunció el enriquecimiento inexplicable del Gobernador Guillermo Padrés, traducido en cuentas y ranchos. 2.- Sucumbió el PRI en Nuevo León con un Rodrigo Medina quien, finalmente, desde el viernes tiene que enfrentar la acusación oficial de un desfalco de más de tres mil millones de pesos. 3.- También cayó el PRI en Michoacán de Fausto Vallejo, cuya administración se volvió el símbolo más reciente de la narcopolítica. 4.- Se desplomó el PRD en la Ciudad de México, con un duelo entre Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera disputando las irregularidades multimillonarias por la construcción de la Línea 12 del Metro. La jornada de antier refuerza la teoría […]: 5.- Perdió el PRI en Veracruz de Javier Duarte, el peor Gobernador del país […]. 6.- Cayó también el PRI, tras una mala selección de candidato, en Quintana Roo de Roberto Borge, quizá el segundo peor Gobernador, con una lista de denuncias que van desde el exagerado endeudamiento público hasta el enriquecimiento ilícito. 7.- Igualmente fue derrotado el PRI en Tamaulipas, tras una sucesión de gobiernos que han entregado la entidad al crimen organizado, por los que deben y deberán responder ante tribunales personajes repudiados como Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre. 8.- Al PRI también se le fue Chihuahua, cuyo mandatario César Duarte está acusado ‘nada más’ de haberse comprado un banco con dinero público. 9.- El PRI tropieza por primera vez en Durango, con dos mandatos que sirvieron de manto protector a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, según acusaciones hasta de la Iglesia. 10.- Pero no sólo es el PRI: su oposición pierde en Oaxaca de Gabino Cué, un Gobernador inexistente en cinco de los seis años de su administración […] y quien además habría amasado una fortuna a expensas del presupuesto de uno de los estados más pobres del país; y el PRD repite derrota en la Ciudad de México”.

Variedad para comparar
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “los resultados electorales impactarán municipios receptores de turismo. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con Remberto Estrada se queda con el triunfo en Cancún; Movimiento Ciudadano con Darío Pacheco en Huatulco;  el PRI con José Antonio Hernández en Oaxaca capital y el PAN con Salvador Reynosa en Mazatlán, entre otros, así que habrá mucha variedad para comparar quién lo hace mejor”.

En Los Pinos tendrían que dejar de engañarse
En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “el año pasado por estas fechas, en Los Pinos y en el PRI se engañaron leyendo el resultado de las elecciones federales como una revalidación del Presidente Peña y sus políticas cuando arañaron, en alianza, una mayoría en la Cámara de Diputados que tampoco ha servido de mucho. La verdad es que los votos de hace un año habían sido menos que los de 2009, otra intermedia. Y por supuesto menos que en 2012. Se engañaron pensando que después de la casa blanca et al, podían aplazar la resolución del tema de la corrupción o solucionarlo de un plumazo, a la Virgilio, y que todo pasaría. Se engañaron desde que llegaron a Los Pinos diciéndose que si no hablaban de la seguridad e insistían con los medios que tampoco lo hicieran, el problema desaparecería. Y hasta la fecha siguen insistiendo, con datos que se sacan de no sé dónde, que las cosas van bien. El domingo perdieron Veracruz y Tamaulipas, dos de los estados más inseguros del país, y Tijuana, la cuarta zona metropolitana del país que ha vuelto a sus peores tiempos de violencia. Se convencieron que maltratar, o al menos ignorar, a los múltiples organismos internacionales de Derechos Humanos, incluida la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), no tenía mayor repercusión interna. Se dijeron a sí mismos que obstaculizar el cumplimiento, en tiempo y forma, con las leyes secundarias del sistema anticorrupción con argumentos que van del cinismo al absurdo no tendría un costo. Y se engañaron pensando que todo esto y más, incluida la devaluación, la desigualdad, el magro crecimiento o la pobreza, que creaban un sentimiento de mal humor social, eran cosa de ponernos animosos, de buenas y ver lo que, según ellos, no vemos […]. Hoy, nada importa más al Presidente Peña, como a todo ocupante de Los Pinos, que su sucesión. Y los resultados del domingo han puesto de cabeza los planes. El innegable regreso del PAN, como la fortaleza mostrada por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), acaba de poner de cabeza los planes que tenían en Los Pinos frente al 2018. Deberían empezar por dejar de engañarse”.

Patadas de ahogado
En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “las manotas de los gobernantes y el dinero sucio en las campañas continúan  incidiendo en los procesos electorales (como lo enfatiza Héctor Aguilar Camín), pero voto por voto, casilla por casilla, es innegable que los resultados responden a eso que le llaman ‘voluntad ciudadana’. Desde el triunfo en 1997 del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en la capital, la victoria de Vicente Fox para la Presidencia en 2000, y sobre todo la de Felipe Calderón en 2006, es evidente que las alternancias y la eficacia de las autoridades electorales hacen prácticamente imposible cometer fraudes que resulten determinantes. Por eso es bochornoso que no solo el lopezobradorismo patalee por sus derrotas en Veracruz y Zacatecas, sino que el priismo pejee y la quiera hacer de tos en donde, simplemente, lo mandaron a volar: Aguascalientes, Durango y Veracruz primero, y después en Chihuahua, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas. Y para Ripley: el victorioso y revitalizado ‘albiazul’ se ‘moreniza’: gimotea por Oaxaca. Les vale la alternancia y asoman, sin calzones, la intolerancia”.

Inoperancia, opacidad y suciedad
La Jornada, asegura en su Editorial, que: “la reivindicación apresurada de triunfos por parte de la mayor parte de los partidos y aspirantes a gubernaturas tras el cierre de las casillas el pasado domingo generó confusión y descrédito en la ciudadanía y fue criticada por el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdoba Vianello. No debe omitirse, sin embargo, que fue el mal desempeño de las autoridades electorales el que creó un espacio propicio para la rebatinga de declaraciones entre institutos políticos y candidatos: por increíble que parezca –dado el desmesurado presupuesto del organismo electoral– el sistema se cayó en varias ocasiones y los programas de resultados electorales preliminares (PREPs) de diversas entidades operaron con lentitud inexplicable, interrupciones insólitas y otros comportamientos erráticos que alimentaron múltiples sospechas. Por lo demás, en el curso de la jornada electoral menudearon las irregularidades de toda suerte y, una vez más, los encargados de organizar y supervisar los comicios fueron incapaces de observar adecuadamente, poner orden y controlar de manera efectiva las muchas trampas documentadas […]. Para colmo, los comicios del domingo estuvieron precedidos en Veracruz por la difusión, mediante mensajes de celular y WhatsApp, de amenazas e intimidaciones masivas a los votantes. Lo cierto es que las instituciones oficiales –el INE y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade)– no dan muestras de voluntad y capacidad para impedir o sancionar tales prácticas y éstas parecen destinadas a permanecer, en su gran mayoría y como ha ocurrido siempre, en total impunidad. Con ese telón de fondo ha de destacarse la caída experimentada por el partido en el gobierno, el Revolucionario Institucional, el cual, según los resultados conocidos hasta ahora (aún provisionales), perdería siete de las 12 gubernaturas en juego, mientras PAN repuntó solo o en alianza con el PRD y se beneficiaría de las derrotas priístas […]. Otro aspecto a resaltar de los comicios del 5 de junio es el avance de Morena en distintas entidades. Si bien es cierto que el partido que encabeza AMLO no habría ganado ninguna de las gubernaturas en juego, logró en cambio colocarse como segunda o tercera fuerza política en varios estados […]. Tales fenómenos deben tomarse en cuenta para prefigurar los posibles escenarios en la elección presidencial programada para 2018”.

En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “los Pinos da paso a la fuerza blanquiazul en siete estados para demostrar que las alianzas (éstas) sí tienen éxito, y con ello contrastar el fracaso de la opción en solitario de Morena, al tiempo que revive al panismo hasta hace semanas tan alicaído pero ahora inflado para presentar batalla a quien buscan proscribir, AMLO, cuyas cuentas concretas no son tan elevadas como se presuponía. El saldo para la aspiración presidencial del tabasqueño es positivo en lo global, como apuesta individual, pues alcanzó una votación muy alta en Veracruz, Zacatecas y Oaxaca, aunque no ganó ninguna gubernatura […]. Pero a este vistoso reacomodo en los tableros hay que quitarle la dosis de efectismo. De los siete triunfos panistas, cuando menos tres son fácilmente asimilables al sistema y, en el fondo, no dejan de ser estilos priístas de gobernar, contrariados por rencillas locales […]. En realidad, Los Pinos sostuvo las candidaturas que realmente le interesaban, a pesar de que los abanderados eran tan reprobables como aquellos a los que sí se dejó caer: Alejandro Murat salió del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para buscar en Oaxaca […]; Quirino Ordaz fue enviado a Sinaloa para administrar las estratégicas actividades de esa entidad […]; Omar Fayad llegó a Hidalgo a nombre del Secretario de Gobernación […] y el mencionado Carlos Joaquín fue acomodado como opositor en Quintana Roo. Un fracaso con tufo a casa blanca fue el de Tamaulipas, donde Baltazar Hinojosa tenía el visto bueno del grupo peñista, pero no le fue suficiente en la guerra de cárteles que se libró en aquella entidad norteña. En Zacatecas lo importante […] [era] cerrar el paso a Morena en su vertiente local, el monrealismo. Aguascalientes y Tlaxcala […] no tuvieron mayor significado estratégico […]. Puebla, como estaba cantado, fue para el fortalecimiento de Moreno Valle, con su candidato, Antonio Gali, en un esquema de multiplicación de aspirantes panistas al 2018 para no depender solamente del factor Calderón-Zavala. Llama la atención el nuevo mapa de poder en entidades donde el Crimen Organizado suele imponer directrices. Durango, Tamaulipas y Chihuahua han pasado al PAN, mientras la emblemática Sinaloa sigue bajo mando priísta […]. El PRD sigue vivo […], no fue arrollado por Morena en la Ciudad de México […]”.

Ex gobernadores sudan frío
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “al menos tres gobernadores deben estar sudando frío ante la posibilidad de terminar en la cárcel, por cortesía de sus recién electos sucesores. Tanto Miguel Ángel Yunes en Veracruz; y Carlos Joaquín en Quintana Roo, pero especialmente Javier Corral en Chihuahua, lo primero que hicieron tras levantarse con el triunfo fue enfocar sus baterías contra Javier Duarte, Roberto Borge y César Duarte. Si cumplen como prometen y siguen los pasos de Jaime ‘El Bronco’ Rodríguez, de seguro en los penales estatales tendrá que crearse la Crujía ‘LM’, de ¡Láaastima, Margarito!, para albergar a todos aquellos ex gobernadores que no lograron salvar el cuello”.

Triunfo del PAN
En el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “en la noche del domingo, cuando virtualmente todos los candidatos y líderes de partidos se declaraban ganadores, el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, afirmó que su organización había ganado cuando menos 10 y quizá 11 de las 12 contiendas para gobernador. Sólo reconoció la tendencia desfavorable en Puebla. Al final, el PAN obtuvo siete gobiernos estatales y el PRI debió conformarse con cinco. La declaración de Manlio Fabio fue o un gran error o una triste mentira […]. La victoria panista en Puebla era esperada. En Tamaulipas y Aguascalientes algunos sondeos la habían previsto. El triunfo de Veracruz ya lo sugerían las encuestas previas que preveían una batalla muy cerrada. Pero los triunfos en Durango, Chihuahua y Quintana Roo rompieron con las previsiones de muchos encuestadores y ‘expertos’. Del lado del PRI, los triunfos en Hidalgo y Sinaloa estaban cantados. En Tlaxcala y Zacatecas las contiendas se veían difíciles pero no imposibles. En Oaxaca Alejandro Murat vino de atrás y logró una victoria que muchos consideraban imposible un par de meses atrás. El PRD no ganó ningún estado por sí solo, pero compartió tres de las victorias del PAN: Durango, Quintana Roo (con el ex priista Carlos Joaquín) y Veracruz […]. Morena ganó la elección a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, pero en realidad el triunfo fue para la abstención. Solamente acudió a votar el 28.4 por ciento de los ciudadanos empadronados, la cifra más baja que recuerdo en una muy politizada Ciudad de México […]. Los resultados del 5 de junio nos dicen que el país sigue estando muy dividido. El único estado en el que algún partido obtuvo más del 50 por ciento del voto fue Tamaulipas… y sólo por unas décimas. Las derrotas de muchos favoritos y de maquinarias electorales que se consideraban imbatibles demuestran que sí tiene sentido votar, aunque el sistema tenga muchas fallas”.

Deber cumplido
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “los comicios de 2016 se realizaron con éxito. La estructura político-social volvió a cumplir el compromiso democrático. ‘México goza de estabilidad política, y un ejemplo fueron las elecciones libres y altamente competidas que vivieron 14 entidades’, declaró el Presidente Enrique Peña Nieto. Con gran soberbia, todos los candidatos se autoproclamaron ganadores, sin embargo, para dignificar la vida política, los perdedores deben reconocer su derrota y felicitar al triunfador. Una buena: el INE destacó una jornada electoral tranquila. Y algo real: ningún partido venció solo y, por ello, lo destacable son las alianzas entre las fuerzas políticas. México ganará si somos un país libre y en paz, gobierne quien gobierne”.

Balance electoral ’16
En el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “hoy, disipada la polvareda de las campañas, es posible sacar varias conclusiones: 1) La democracia funciona. El voto cuenta. Los ciudadanos tienen un arma perfecta para castigar (electoralmente) a los malos gobernantes. En ocho de 12 estados con elección de gobernador, habrá alternancia (a reserva de que se confirmen los resultados y los sostengan los tribunales). 2) Por eso mismo, los malos gobiernos tienen consecuencias: la derrota de sus partidos. No es casualidad que perdió el partido de los gobernadores señalados como los más nefastos: Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo. Como ya sabemos, gobernar bien no es garantía de continuidad, pero es un principio. 3) El PAN se alzó como el gran ganador de los comicios del domingo […]. 4) Las alianzas PAN-PRD dieron resultados, ganando en tres de los cinco estados donde postularon candidatos a gobernador […]. 5) Una curiosidad electoral: desde hace tres sexenios […], partido que gana la gubernatura de Aguascalientes llega, dos años después, a Los Pinos. Lo mismo ha sido cierto para quien gana Querétaro en el año de la elección intermedia federal […]. 6) El mapa electoral del país se confirma mayoritariamente bipartidista PRI-PAN […]. 7) El PRD […] [n]o ganó una sola gubernatura por su cuenta. Las que se llevó, lo hizo de la mano del PAN […]. 8) Morena había levantado grandes expectativas […] en Veracruz y Zacatecas. Avanzó en votos, pero no ganó ninguna de esas gubernaturas […]. 9) El líder priista Manlio Fabio Beltrones falló. Su partido ganará sólo cinco de 12 gubernaturas en juego […]. En la capital el PRI sigue sin dar pie con bola: se fue al cuarto lugar, detrás de Morena, PRD y PAN. 10) En la pista del PRI siguen corriendo Miguel Ángel Osorio Chong […], Aurelio Nuño […] y José Antonio Meade […]. 11) En la pista del PAN hay varios apuntados, más los que se acumulen: Margarita Zavala […], Ricardo Anaya […] y Rafael Moreno Valle […]. 12) […] El PRD compitió codo con codo con Morena en la capital y vendrán para él varios meses de reflector gracias a la Constitución de la Ciudad de México”.

La noche triste de Manlio
En el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “fue la noche triste de Manlio Fabio Beltrones. Cantó 9-3 antes de la elección. En sus pronósticos no tomó en cuenta el ‘mal humor social’ que enmarcó la elección y que fue reconocido por el Presidente Peña. Quedó muy lejos. Fue 5-7. Esos resultados lo sacan de la carrera por la candidatura presidencial del PRI. Quedan Osorio, Meade y Nuño. Al que cobra impuestos francamente no lo veo. Manlio, por lo demás, se vio mal en la mesa que organizó Joaquín López-Dóriga en el canal 2 , la noche del domingo. Se le veía colérico, descompuesto, desconcertado. El panista Ricardo Anaya lo sacó de sus casillas. El experimentado priista criticó las descalificaciones y se dedicó a descalificar. Quiso minimizar al panista por su juventud. ‘No se necesita mucha edad para ser un cínico ambulante’, le dijo. Lo llamó mentiroso. Lo acusó de decir ‘puras sandeces’. Alzó el tono para exigir: ‘no me interrumpas’. El panista llegó con ventaja. Se preparó a fondo. Llevó gráficas, fotografías. Le restregó declaraciones contradictorias. Un desastre para el experimentado priista. Mundo bizarro. Ahora es el PRI el que impugna. Nos llegó la tarde de ayer un comunicado del tricolor que habla de ‘elementos cualitativos y cuantitativos’ para impugnar entre cinco y seis elecciones al cargo de Gobernador: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Puebla y Tamaulipas”.

Instrucciones para perder elecciones
En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “¿Es usted un Presidente, dirigente, político profesional que está harto de ganar procesos electorales (por la buena y/o por la mala) y desea un cambio radical en su estilo de vida? […] Pues aquí le presento un instructivo infalible para perder (incluso si algunos de sus necios electores prefieren todavía votarlo a botarlo). Sígalas al pie de la letra y le garantizo que fracasará exitosamente: 1. Subestime a sus electores. Convénzase a usted mismo de que todos los ciudadanos […] estarán satisfechos con su catering: una despensa cada tres años […]. 2. Confíe en su maquinaria partidista. Repítase […] que el sistema es el sistema y que, debidamente aceitada, la maquinaria sola llenará las urnas. Siempre ha sido así. Confíe. Confíe en un siglo de (casi) exitosa hegemonía. 3. No dé acuse de recibo. Si los malintencionados —críticos, opositores, periodistas, intelectuales, twitteros, ciudadanos— le solicitan que explique satisfactoriamente el origen de sus bienes (muebles e inmuebles), por ningún motivo caiga en su juego […]. 4. Nombre a su compadre. Si los malintencionados insisten, pues llámele a su compadre y nómbrelo fiscal-investigador-auditor especial del asunto. Y usted, desentiéndase. 5. Rinda homenaje a sus ancestros. Si la tendencia en el mundo es comunicar de forma moderna, honre la mística del poder y diríjase a las masas como si participaran todos en un ritual ancestral. Recuerde que la tradición obliga […]. 6. Mediatice el rito. Y aunque todos se duerman, usted no se fije y televise su rito […]. 7. Deje en manos de sus generales la batalla. Deje que sus gobernadores peleen los enfrentamientos. Otórgueles carta blanca. No importa si son despiadados o rapaces […]. 8. Apapache a los suyos […]. Mientras dure, deje que los suyos lo gocen tanto como usted. No importa si esto le genera la crítica de todos los demás, siempre que usted conserve la lealtad y gratitud de los suyos. 9. Sosténgase. Jamás corte cabezas de ningún subordinado. Si usted decidió ponerlo en determinada trinchera, removerlo sería reconocer su propia equivocación […]. 10. Aférrese. Sepa que todo lo que sus consejeros —tarde o temprano— sugieren es porque tienen una agenda propia. No les preste oídos […]. 11. No tema. El poder es uno. Único e indivisible. Ceda a todas sus tentaciones, entréguese a todos sus placeres. No tema a sus excesos”.

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