Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).- En lo que va del año, autoridades de distintos órdenes han hallado 500 restos humanos y 36 cuerpos que han sido rescatados de fosas clandestinas de Michoacán, Coahuila y Guerrero. Se trata de tres entidades en donde los criminales han cedido espacio… dejando tras de sí las huellas de lo que ha sido una gran orgía de sangre.
Torturados, calcinados, baleados y hasta con señas de haber sido probablemente sumergidos en ácido, es como se han encontrado los cuerpos en tumbas ilegales que los gobiernos de los tres niveles se han dado a la tarea de rescatar por encomiendas de operativos, declaraciones de delincuentes o por las denuncias de los ciudadanos que un día, caminando, se encontraron pedazos humanos regados por la vía pública.
Desde que inició febrero comenzaron a aparecer ejecutados, descabezados y fosas clandestinas. Al tercer día del segundo mes, autoridades de Michoacán hallaron dos cabezas humanas en la comunidad de Antúnez, en el municipio de Parácuaro. De acuerdo con la página de Facebook “Valor por Michoacán”, las víctimas tenían un mensaje “para todos los que se voltearon”.
Dos días después se dio a conocer el hallazgo de 19 cuerpos en una fosa localizada en el municipio de Tingüindín, Michoacán. Sin embargo, a la mañana siguiente, Estanislao Beltrán, líder de los grupos de autodefensa de La Ruana, confirmó que eran 24 los cuerpos hallados; 19 en una fosa y los restos en otra excavación.
El líder de autodefensas dijo: “En todo lo que dominan los criminales vamos a encontrar cosas y cosas, eso se encontró en Tingüindín, en los límites con Tocumbo, esto va a ir sucediendo. Los criminales son asesinos, son gente que levantaba a nuestros hermanos, a nuestros compañeros, a nuestros vecinos, nada más por el hecho de pertenecer a una comunidad que estaba levantada y no tenían nada que ver con el movimiento. Así tenemos cientos o miles de gentes que no encontramos y están en esas fosas”.
Estanislao confirmó esa mañana que eran 24 las víctimas localizadas, aunque el Procurador General de Justicia de Michoacán, José Martín Godoy Castro, aseguró ese jueves que solamente se habían encontrado partes de un cuerpo en la fosa de Tingüindín.
El representante de las guardias comunitarias reveló que las autoridades comenzaron la búsqueda a partir del testimonio de un sicario identificado como “El Marino”, presunto responsable de las inhumaciones, quien fue capturado durante un enfrentamiento entre los templarios y las autodefensas, en Los Reyes.
Al siguiente alrededor de las cinco de la mañana, un grupo de personas que regresaban de un velorio en Zacán, hallaron extremidades sobre una bolsa negra de plástico y varios costales de yute, a lado de una iglesia: cuatro cabezas habían sido separadas de sus cuerpos, y fueron halladas en Los Reyes.
Luego del hallazgo de las cuatro cabezas, Estanislao Beltrán volvió a confirmar que se eran 24 los cuerpos encontrados en la fosa clandestina de Tingüindín
LOS 500
El sábado 8 de febrero, la policía estatal de Coahuila informó que en 10 días hallaron al menos 500 partes de restos humanos en el norte del estado como parte de un operativo de localización de personas desaparecidas.
Con cuatro perros, un equipo que detecta cuerpos a ocho metros bajo tierra un helicóptero, elementos de la policía investigadora pudieron localizar los restos en los municipios de Acuña, Allende, Guerrero, Hidalgo, Jiménez, Monclova, Morelos, Nava, Piedras Negras, Villa Unión y Zaragoza.
De las 500 partes encontradas, la mayoría son de unidades óseas casi enteras, dijo a un diario local Juan José Yáñez Arreola, Subprocurador estatal para la Investigación y Búsqueda de Personas no Localizadas, quien detalló que dichos restos intentaron ser desaparecidos por medio de la incineración.
En un principio, Yañez Arreola dio a conocer que se realizaban investigaciones en Acuña, Piedras Negras, Monclova, Zaragoza y Morelos, sin embargo, explicó que la búsqueda se extendió hacia otros municipios, luego de que los habitantes de Coahuila comenzaran a denunciar de forma anónima.
Durante su primer anuncio, el Subprocurador dio a conocer que los restos humanos “Se encontraron ropas, y en algunas hay evidencia de impactos de bala, aunque todo tiene que comprobarse primero”.
Los investigadores también explicaron que en las presuntas narcofosas se encontraron tambos, los cuales pudieron haber sido usados para disolver los cuerpos de las víctimas en ácido, pero aclararon que “ hay cierta evidencia, pero de ninguna manera como para asegurar que esto ocurrió”.
De acuerdo con las autoridades, 20 ex funcionarios, entre ex ediles y ex jefes de la policía fueron citados a declarar por la desaparición de personas en el norte del estado, por la desaparición de 200 personas que reportó la PGJE de forma oficial, aunque el corte del año pasado indicaba que se trataba de 79 desaparecidos, de “forma oficial”, ya que “no siempre se tienen reportes”, detalló la Procuraduría.
En tanto, la Policía Científica de Coahuila clasifica todos los restos encontrados operativo para llevarlos a un laboratorio de la Ciudad de México, a fin de saber si se pueden extraer muestras de ADN, explicó el Subprocurador.
Ahora, sólo queda que en cuatro meses el estado entregue las pruebas de ADN realizadas a los restos humanos para poder detectar si algunos forman parte de la lista de los 279 desaparecidos o sólo se suman a los 79 restos óseos y ocho fosas clandestinas reportadas por la Procuraduría a finales del año pasado.
LOS PRIMEROS 12 DE GUERRERO
Un día después del descubrimiento de los 500 restos humanos esparcidos en al menos once municipios de Coahuila, agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) reportaron el hallazgo de 12 cadáveres en dos fosas clandestinas, esta vez, en Taxco, Guerrero.
Elementos castrenses y de la PGJE se dirigieron hacia Puente Campuzano y Mexcaltepec tras recibir un reporte ciudadano, ahí hallaron las dos tumbas clandestinas y realizaron peritos en criminalística, fotografía y antropología, consistentes en la exhumación, levantamiento cadavérico y toma de muestras genéticas, para la conformación del banco de datos de las víctimas.
En tanto, la procuraduría estatal dijo que realizará las investigaciones correspondientes para “determinar las causas de la muerte de las víctimas y esclarecer los hechos” y agregó que seguirá buscando en las fosas por el posible hallazgo de más cuerpos.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado trabajará para obtener más evidencias que permitan ubicar y encontrar a los responsables del delito de homicidio, informó.
La semana pasada el Consejo Ciudadano y de la Justicia Penal dio a conocer que de los 20 municipios con las tasas más elevadas de homicidios, cuatro corresponden al estado de Guerrero y tres al de Coahuila.
EL SALDO DE 2013
Antes de finalizar el año pasado, datos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Armada de México y de la Procuraduría General de la República detallaron que entre enero del 2007 y marzo del 2010 se habían detectado cerca de 276 fosas clandestinas –la mayoría de éstas localizadas al norte del país – y mil 202 cuerpos de niños, nombres y mujeres.
Sin duda el tema de las fosas clandestinas recuperó la atención de todos en noviembre del año anterior, cuando dos policías federales desaparecieron en el municipio de Vista Hermosa, Michoacán, y fueron encontrados el día 9 de ese mes, posteriormente autoridades descubrieron 20 fosas en el municipio de La Barca, en los límites de Michoacán y Guerrero.
El 25 de noviembre de 2013 la Procuraduría General de la República y la delegación Jalisco dieron a conocer que eran 42 cadáveres los encontrados en fosa clandestinas en un predio de la La Barca, zona límite entre Jalisco y Michoacán, entre esos 42 restos humanos, dos cuerpos pertenecían a mujeres, mientras que el resto era de hombres.
Al 28 de noviembre ya sumaban 55 cuerpos encontrados en fosas clandestinas de La Barca, las autoridades informaron que continuarían con la búsqueda de más cuerpos.
El saldo final de aquella búsqueda intensiva fue de 67 cadáveres y osamentas descubiertas en dicho predio.
En cada reporte hubo dos constantes: la continua búsqueda de más cuerposy de fosas clandestinas, y el intento por identificar a los cadáveres, los cual, resultó difícil por el estado de putrefacción de los restos humanos. En diciembre del 2013 la PGR informó que sólo seis cuerpos fueron plenamente identificados.
A finales del 2013 policías y civiles capturados por vínculos con grupos armados ilegales revelaron la ubicación de varios entierros clandestinos con víctimas del crimen organizado en México, en los que recuperaron 115 cadáveres tan sólo entre Guerrero Morelos y Michoacán.
