“Yo no me voy dejando un partido en crisis. Sostengo que el PRD no está en crisis”, dice Jesús Zambrano, presidente nacional del partido del Sol Azteca en esta entrevista en la que toma el toro por los cuernos: el Pacto por México, la salida de López Obrador, su relación con el Presidente de México. “Podrán decir que me equivoqué en alguna decisión o, en el extremo, decir que fuimos cómplices de Peña Nieto porque nuestra participación en el Pacto ayudó para la Reforma Energética. Se equivocan. Completamente se equivocan. Con y sin Pacto, el PRI y el PAN tenían los votos suficientes”, afirma. También dedica espacio al líder de Morena. “¿Y el PRD se desmoronó? ¿El PRD desapareció porque se salió Andrés Manuel? ¿Pues no dijo que traía tres millones de afiliados Morena? Apenas pudieron tener unos cuantos cientos de miles en año y medio y nosotros en este tiempo de la reafiliación ya llevamos tres millones. El mito de que él era el único que podía llenar el Zócalo se acabó”, sostiene Zambrano, quien está en sus últimos días al frente de los perredistas…
Ciudad de México, 11 de marzo (SinEmbargo).– Jesús Zambrano Grijalva, presidente Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ocupa quizás por últimos días la oficina ubicada en el octavo piso del edificio de Benjamín Franklin número 84 de la colonia Escandón en el Distrito Federal: el 21 de marzo concluye su cargo al frente de la dirigencia del partido.
Desde los ventanales de su despacho, Zambrano tiene como vista inmediata las copas de los árboles y las azoteas de la Colonia Condesa y desde su escritorio, el perredista puede apreciar un cuadro del ex Presidente Benito Juárez, seguido de un autorretrato.
Bebe una taza de té, rodeado de cuadros y figuras de la Danza del Venado, un rito que celebran las tribus Yaqui y Mayo de Sonora; la imagen de la Virgen de Guadalupe y varios retratos de Juárez.
El dirigente, también líder al lado de Jesús Ortega de la corriente interna del partido Nueva Izquierda (NI) conocida como “Los Chuchos”, reflexiona sobre su papel al frente de la fuerza política durante su administración.
Se exculpa de la ruptura con el PRD del ex candidato a la Presidencia de la República en dos ocasiones, Andrés Manuel López Obrador, y justifica el Pacto por México que firmó con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, que durante el último año le valió el sello distintivo de la ser “la manzana de la discordia” al interior del partido que lidera.
Zambrano contesta a sus adversarios y críticos: “Conozco lo que es la radicalidad de una lucha hasta el extremo de tomar las armas y jugarse la vida: a mí nadie me va a enseñar a ser de izquierda, ni me va a dar lecciones de lo que es ser radical en la vida. Hoy soy radicalmente reformista, por ejemplo” y sostiene que deja a un partido que entiende de una forma distinta las relaciones con el poder.
El todavía presidente Nacional del Sol Azteca dice que López Obrador no está en posición de poner “condiciones”, porque apenas tiene unos “cientos de miles” de afiliados en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en año y medio y asegura que afuera del PRD, Andrés Manuel no es el hombre que movió masas.
“Sin el PRD no moviliza ni centenares de miles”, dice.
–¿Se va el 21 de marzo o se queda?
–Yo estoy listo para irme el 21 de marzo. Lo he dicho y solamente podría contravenir esa decisión, esta determinación mía, una resolución diferente del Consejo Nacional, una vez que se reúnan los días 14 y 15 de marzo. Además la aprobación del estatuto del PRD por parte del IFE [Instituto Federal Electoral] va a clarificar el escenario. Hay quienes plantean interinato y que esa es la salida, que el Consejo decida. Hay quienes hablan de una prórroga, que el Consejo decida. Hay quienes hablan que este Consejo puede elegir al próximo presidente nacional del PRD, yo lo veo complicado, porque al aprobarse la reforma estatutaria ya no será posible, esa es mi lectura, tendrá que haber un proceso electivo interno para el qué deberá convocarse en este próximo Consejo.
–Le preguntó al IFE si era posible una prórroga, hay quien leyó que usted pensaba en una prórroga. ¿Por qué preguntó?
–Porque fue un acuerdo de la dirección del partido que hiciéramos esa consulta. No lo hice a título personal, así de sencillo. Y se planteó como una duda entre varios liderazgos fuera de la dirección del partido; estimaron conveniente que se hiciera esta consulta para esclarecerlo y eso es lo que hice, no fue a título personal.
–Después de que el IFE aprueba los estatutos, ¿cuántos meses tienen que pasar para que ya se elija presidente?
–Mira una vez aprobado el estatuto, se tiene que convocar a más tardar el próximo 15 de marzo. Entonces tendrían que pasar entre un mínimo de 90 días y un máximo de 135, es decir 45 días después de los 90 para todo lo que sería el proceso de registro, campañas. Estaríamos entre tres y cuatro meses y medio después de emitida la convocatoria para poder hacer la elección de los nuevos órganos dirigentes.
–Jesús, ¿y cómo deja al partido? ¿Cuál es su balance?
–Yo creo que siempre vamos a tener claroscuros. Nada es negro, ni nada es blanco. Más en un partido tan complejo como es el PRD. Yo estoy convencido de que la parte más importante que se queda es, por una parte, el haber profundizado en el proceso de dibujamiento de una izquierda propositiva, dialogante; una izquierda dispuesta a lograr acuerdos con otras fuerzas políticas, a hacer valer su peso político en la vida nacional, no situarse en la visión meramente contestaría y de rechazar todo lo que venga de los demás especialmente del gobierno. Una izquierda que en este tiempo logró volver a posicionarse como una fuerza fundamental en la vida del país.
En 2012 nos volvimos a colocar como segunda fuerza electoral, ganamos Tabasco y Morelos, aunque luego en 2013 perdimos algunos territorios, pero esencialmente la representatividad en municipios y diputaciones locales quedó igual, tratándose que no era igual la de 2013 que la de 2010, porque en la de 2010 eran varias elecciones para Gobernador, eran intermedias en estados que eran además, la mayoría de ellos, muy difíciles para el trabajo del PRD, tradicionalmente con muy poca votación. Nadie en su sano juicio podrá decir que no es así.
En este mismo tiempo logramos que el partido construyera acuerdos con las demás fuerzas para sacar adelante reformas que el PRD había planteado con mucha determinación durante mucho tiempo: la democratización de los medios de comunicación con la Reforma de Telecomunicaciones, convencidos de que requerimos una reforma educativa, para que las leyes que se aprobaron recientemente tan solo sean el cimiento para una reforma profunda, un polo de competencia económica, de seguridad social para adultos mayores o seguro de desempleo. Todas esas son banderas del PRD, la misma Reforma Fiscal que sigue siendo polémica porque a nadie le gusta que le cobren impuestos, pero finalmente se avanza en hacer un rediseño de un régimen regresivo de subsidios, de lograr que paguen más los que más ganan, se evitó que se estableciera el IVA [Impuesto al Valor Agregado] en alimentos y medicinas, entonces, logramos además una Reforma Política-Electoral en curso, eso no hubiera sido posible sin el concurso del PRD y sin el PRD participando en este mecanismo del Pacto por México, que generó si lo queremos ver del lado que fue más visible y que parecía como un PRD dividido, en conflicto permanente lo del Pacto por México.
Sin el Pacto no hubiéramos logrado esas reformas que han sido banderas del PRD, pero en ese sentido se queda un PRD que no ha logrado todavía poder resolver sus distintos puntos de vista, sus distintas visiones, de una manera civilizada o con métodos democráticos. Para algunos compañeros la estridencia y descalificación es lo que hay que poner por delante como argumento. Hay quienes hablan de que el PRD vive su peor momento de existencia, ya se les olvidó que en el 91 tuvimos 8.9 por ciento de los votos, que si bien perdimos algunos territorios ganamos otras gubernaturas que no teníamos como Morelos y Tabasco, que refrendamos el Distrito Federal [DF] con la mayor votación.
Ya quisiera yo ver un partido de izquierda en crisis gobernando cinco entidades de la república, más de 300 municipios, gobernando la capital del país. Me parece que ahí es donde se sitúan en el terreno de las exageraciones, de maximizar los problemas internos y querer con este tipo de calificativos argumentar una determinada posición para descalificar. Esto sigue siendo parte de esa forma de ser en el PRD que no hemos logrado superar, hay mucha tarea que hacer de organización interna. Sí hay problemas en algunos órganos de dirección, tenemos que avanzar en fortalecer la presencia del PRD en estados como en el norte del país y bajío que han sido males endémicos nuestros, pero que son tareas que están ahí puestas sobre el tapete.
–¿Qué tanta responsabilidad es de su dirigencia esta división que hay del PRD? ¿Cómo lo asume?
–¿A cuál división te refieres?, se defiende.
–Bueno pues lo que pasó con el Pacto por México…
–Esos son distintos puntos de vista. Pero, mira: se fue Andrés Manuel en el 2012 y se dijo que habría una desbandada de dirigentes y diputados, senadores y gobernantes ¿Dónde está la desbandada? Digo, cuando a mí me hablan de división y de una fractura y de que la izquierda está dividida, ¿fue responsabilidad del PRD la ruptura, la ida del PRD? O, ¿es responsabilidad de Andrés Manuel? Nadie lo corrió. No dio un debate interno para decir: “Aquí no me entiendo”. Lo del Pacto por México vino después de que él se fue.
La situación interna del PRD si bien la responsabilidad principal siempre recae en la fuerza mayor y en quien tiene la responsabilidad de dirigir el partido, pero es una responsabilidad de los demás.
Hay quienes insisto, que pareciera que se solazan criticando los problemas del PRD y llaman a una rebelión desde abajo, desde la base ¿Con qué bases cuentan los que hacen esa convocatoria?, ¿qué trabajo territorial tienen?, ¿qué presencia fuerte en los gobiernos municipales, en las cámaras con los gobernadores los que llaman a esa rebelión?, porque pareciera que la radicalidad y la estridencia es inversamente proporcional a su presencia en el interior del partido.
Un partido de tres millones de afiliados, no es un partido cualquiera. Ya quisieran otros partidos, de otros países del mundo, en Latinoamérica, quizás el que estaría en una circunstancia simular sería el PT [Partido de los Trabajadores] del Brasil, pero somos un partido con una fuerza enorme, con una militancia heroica, que abajo vive una realidad diferente que la que se vive en la grilla palaciega.
–¿Qué peso tuvo para el partido la salida de Obrador?
–Obviamente viene a generar una vertiente más de las expresiones de la izquierda. ¿Significa una división? Sí, en el seno de la izquierda. No propiciada, insisto, por nosotros. Él con una visión se asume como que es el único, pero pretender decir que la responsabilidad de su salida fue del PRD. No me parece que sea algo que corresponda con un juicio objetivo. Al mismo tiempo es cierto que divide a la izquierda esa salida, pero también por otra parte es un frente más de lucha contra las derechas.
Ojalá y podamos sumar esfuerzos en todo aquello en que podamos coincidir por el bien del país, sí lo hacemos, el pacto lo hicimos con fuerzas diferentes colocadas en el centro derecha y en la derecha. Con las izquierdas hemos avanzado en condiciones electorales. Ahí está abierta la posibilidad de confluencias en todas las fuerzas de izquierda, incluidas Andrés Manuel. Pero sin condicionamientos, como él lo ha querido establecer. El PRD, con sus tres millones de afiliados y con la fuerza política, institucional que tiene, no va aceptar condiciones de alguien que apenas anda peleando su registro. Así de sencillo.
–Jesús, pero para usted como presidente, ¿qué tanto le impactó que durante su administración se fuera este personaje que si bien ahorita apenas está haciendo su partido, pero que en dos elecciones fueron casi 30 millones de votos para él?
–Si las sumas son 30 millones de votos, pero son 15 en una y 15 en la otra. Digo, no sumemos peras con manzanas, porque no te van a dar las cuentas. Pues así suceden los fenómenos. ¿Y el PRD se desmoronó? ¿El PRD desapareció porque se salió Andrés Manuel? ¿Pues no dijo que traía tres millones de afiliados Morena [Movimiento de Regeneración Nacional]? Apenas pudieron tener unos cuantos cientos de miles en año y medio y nosotros en este tiempo de la reafiliación ya llevamos tres millones de nuevos afiliados. El mito de que él era el único que podía llenar el Zócalo se acabó; ahora el único que puede llenar el Zócalo con fuerzas de izquierda se llama PRD. Entonces yo no me asumo como culpable, como responsable de la salida de Andrés Manuel, cada quien es responsable de sus actos, de sus decisiones, y cada quien asumirá las consecuencias de esas decisiones y será juzgado por la historia.
–Hay corrientes del PRD que aseguran que usted tomó el partido de un tamaño y que lo entrega de otro. Están diciendo que cayeron por debajo de 15 por ciento en las elecciones del año pasado, similar a cuando inició el partido y que perdieron gubernaturas como Zacatecas, Michoacán y ayuntamientos como Quintana Roo. ¿Qué tiene que decir?
–Pues que son los que quieren ver el vaso medio vacío. Sí lo tomé de una manera y la estoy dejando de otra: yo creo que un partido más claro de su misión histórica y sus tareas en el momento actual, con grupos parlamentarios que actúan en la grandes decisiones del país; hoy mismo venimos de hacer el anuncio los dos grupos parlamentarios del partido de una Reforma Político-Electoral, ¿eso habla de una fractura, de una división? Fracturas existen o divisiones o fracturas en otro lado, en la derecha. Dicen: “perdiste Michoacán”. Y no ven las condiciones en las que perdimos, o, ¿es responsabilidad mía la intromisión grosera de Calderón [Felipe Calderón Hinojosa, ex Presidente de la República]? Se les olvida. ¿Por qué no juzgan el fenómeno completo? La intromisión del narco para hacer ganar al PRI, ahí estamos viendo las consecuencias que advertimos. Perdimos Baja California Sur; tuvimos una división que nos fracturó, nos debilitó, pero, ¿qué dicen de nuestros triunfos en Tabasco y Morelos? O ya se les olvidó que perdimos Cancún debido a la grosera intromisión del Gobernador o de que en Zacatecas, la principal plaza que teníamos que era Guadalupe, fue por la violencia electoral que se instaló, que nos mataron al coordinador de la campaña. ¿Van a decir que es responsabilidad de Jesús Zambrano? ¿Cuándo fueron a recorrer el país los que hoy critican? ¿Cuándo se aparecieron haciendo campañas con nuestros candidatos y la dirección del partido? Yo no lo tengo registrado.
–Marcelo Ebrard, Carlos Sotelo y también Carlos Navarrete [aspirantes a la dirigencia nacional del Sol Azteca] han dicho que el PRD necesita un cambio porque está en su peor crisis: Navarrete, que también forma para de Nueva Izquierda [NI], nos dijo que “el PRD tiene que mejorar su posición política frente al gobierno, que mande un mensaje claro a la gente de que el PRD es un partido socialmente útil”. ¿El PRD dejó de ser un claro opositor al PRI?
–No, el PRD está dibujando de una manera diferente de ser y hacer oposición de la izquierda y no ha dejado de ser un partido socialmente útil. Ahí están las reformas que hemos sacado. ¿Le serán útiles a la sociedad o no? Lo del seguro de desempleo, lo de la seguridad social para los adultos mayores de 65 años, ¿eso es hablar de un partido inútil para la sociedad? Me parece que, insisto, que quienes critican y quieren ver solo la parte negativa para decir: “la única salvación soy yo”, se están equivocando. Yo digo que ese tipo de críticas de las más atroces son una especie, una forma de patear el pesebre. Por supuesto que Navarrete dice hay que cambiar al partido, claro que debemos en la nueva circunstancia precisar lo que debe hacer el partido, por supuesto. Siempre los procesos de renovación de los órganos de las instituciones deberán servir para mejorar.
Yo no me voy dejando un partido en crisis. Sostengo que el PRD no está en crisis: sostengo que el PRD vive una complicada situación en un escenario muy complejo del país en el debemos tener una estrategia que nos permita enfrentar sumando todas las formas que se puedan de la sociedad para echar abajo la reforma energética. Nos critican y llenamos dos veces el Zócalo en noviembre y en enero y nosotros estuvimos al frente encabezando esas movilizaciones. ¿Qué movilizaciones encabezan los críticos? Por cierto, a algunos de ellos no los vi ni en noviembre ni en enero en el Zócalo.
–Lo del Pacto por México: cuando sucedió la firma, varias expresiones se volcaron en contra de usted. Acusaron que lo firmó por sus pistolas, sin decirle a nadie. ¿Fue así Jesús? ¿Quién más sabía que se iba a firmar este Pacto? ¿Lo consultó?
–Por supuesto. Por eso cuando ya se informó de lo que se venía avanzando, fue cuando justamente se dieron todas estas expresiones críticas. Pero, mira, no nos vayamos muy lejos: ¿qué decidió el Congreso Nacional del PRD el 24 de noviembre pasado? El 80 por ciento de los delegados votaron en favor de nuestra permanencia en el Pacto con condiciones y por lo tanto al decir permanencia, era avalar todo un año de nuestra participación. ¿En dónde estaba la rebelión de las bases? Obviamente que sí me acompañó una parte del equipo de la dirección del partido y después los que al principio, por métodos que puedo asumir que debieron haber sido otros, permitido una mayor información, participación de otros compañeros dirigentes, pero todos ellos se fueron convenciendo. Pero lo del Pacto finalmente se dejó para que fuera el Congreso que decidiera y el Congreso decidió como te dije.
Entonces, nunca los métodos son los idóneos, los perfectos. Autocríticamente te diría que pudieron haberse, quizá, tenido otras formas de estar comunicando lo que se iba haciendo. Aunque también te puedo asegurar que los que se mantuvieron hasta el final criticando el Pacto, lo iban hacer con ese método o con métodos diferentes, porque hay dos visiones diferentes del papel que debe jugar el PRD como la izquierda que México necesita.
–¿Cuál es el futuro del partido?
–Un futuro promisorio. Que en medio de las dificultades que vive el país tendremos la posibilidad de dar una batalla muy fuerte en el 2015, para echar abajo la Reforma Energética privatizadora que encabezaron Enrique Peña Nieto y el PAN [Partido Acción Nacional]. Un PRD que en 2015 también ante las 17 elecciones locales, nueve de ellas para Gobernador, está obligado a ser mucho más eficaz y eficiente en su actuación y que se posicione en condiciones que nos permitan quedar perfilados a disputar la Presidencia de la República en el 2018. Porque estoy convencido que la gran oportunidad que tiene el país es dar la alternancia por la izquierda. Ese es el futuro del PRD, formando parte de una gran contención de fuerzas políticas, sociales, democráticas, progresistas.
–Ahorita que comenta de que en 2015 va por la Reforma Energética, ¿qué tanto considera que fue responsabilidad de su administración el no lograr echar para atrás esta reforma?
–¿Lo podríamos haber logrado con 100 diputados y 22 senadores? –Zambrano se echa para adelante.
–Andrés Manuel acusa públicamente que el PRD apoyó esta reforma apoyando la Reforma Fiscal…
–Es falso e infundado –contesta, y se echa hacia atrás–. Andrés Manuel no tiene autoridad para criticarnos cuando él mismo ni siquiera quiso participar en el llamamiento unitario que se le hizo para estar en el Zócalo el 31 de enero en defensa de la riqueza petrolera de nuestro país. Así de sencillo.
–¿Ve una izquierda unificada en 2018?
–Yo creo que hay que trabajar para lograr que haya la mayor unidad posible, no sé si lo logremos, pero ese debe ser un propósito del que nunca hemos desistido a pesar de que nos dejen con la mano tendida.
–¿Sería ideal que fuera Morena con ustedes o no importa?
–Sería ideal que fuéramos todos los que se dicen de izquierda, con el principio claro de que, el que vete a los demás, se veta solito, así mismo.
–Andrés Manuel ha criticado muchísimo esta dirigencia ¿Cree que si Navarrete gana la presidencia del partido, AMLO quiera ir con el PRD?
–Pues no lo sé, habrá que esperar los tiempos y preguntarle a Andrés Manuel.
–Se dice que Marcelo Ebrard podría irse del partido si Navarrete gana, ¿qué opina?
–Que será su decisión. Que no tiene razón en decir: “Quiero ser el presidente del partido, pero si no lo soy me voy”. Pues, ¿de qué tamaño es el compromiso con un partido que lo postuló para ser Jefe de Gobierno para la capital del país?
–¿Cuál sería el impacto para el partido?
–No lo sé, él mismo debería responder a esa pregunta.
–¿Cuál fue la peor acusación que le hicieron otros políticos?
–Las que acabas de decir ahorita: respecto a nuestra participación en el Pacto. Es decir, que tiene que ver con decisiones políticas, porque ninguno me ha acusado de corrupto, porque no lo soy y no tienen con qué decir que lo fui. Podrán decir que me equivoqué en alguna decisión o, en el extremo, decir que fuimos cómplices de Peña Nieto porque nuestra participación en el Pacto ayudó para la Reforma Energética. Se equivocan. Completamente se equivocan. Con y sin Pacto, de proponérselo como lo hicieron, el PRI y el PAN tenían los votos suficientes para sacar la reforma.
¿Qué tanto movilizó Morena más que el PRD? Insisto, para defender la Reforma Energética, ¿dónde están los millones de afiliados que podía movilizar Andrés Manuel? Andrés Manuel movilizó millones cuando estuvo con el PRD, fuera del PRD no lo está haciendo. Sin el PRD no moviliza ni centenares de miles.
–¿Qué le hubiera gustado hacer que no hizo?
–Construir más partido donde somos débiles, haber tenido mayor acercamiento y diálogo con la intelectualidad de nuestro país y no tener contactos ocasionales y en ese sentido, haber logrado una mayor clarificación de nuestras propuestas programáticas, hemos avanzando mucho, pero todavía nos falta.
–¿Extrañará la dirigencia?
–No soy de los que extrañan el cargo que se deja cuando se pasa por ahí sabiendo que son transitorios, siempre tengo al otro día de que dejo un cargo, un mundo de actividad por realizar, pero siempre mi terapia para evitar eso que le llaman extrañar el cargo, es el trabajo al día siguiente.
–¿Qué sigue? ¿Qué hará? ¿Qué planes tiene?
–Descansar uno días de todo el trajín de la presidencia del partido –se relaja en su silla–. Tengo muchos pendientes de lecturas, de estudio sistemático que he venido posponiendo, de escribir muchas cosas. Desarrollar notas que he dejado pendientes y seguir contribuyendo a fortalecer el partido desde la trinchera en que se me requiera o desde la que yo considere que puedo apoyar más. Los presidentes del partido quedamos automáticamente como miembros de la dirección nacional y ahí seguiré participando; soy parte dirigente de un equipo político en el partido, de Nueva Izquierda, y seguiré luchando por la unidad interna del PRD.
–Dice que quiere escribir. ¿Escribirá algún libro?
–Pues muchas cosas, hay muchas reflexiones ensayos quizás, quizás la recolección de ensayos lleve a recopilar algo que pueda ser un libro; he participado en otros momentos en colaboraciones que han formado libros. Quisiera hacer una recapitulación de lo que ha sido la izquierda, particularmente la vertiente guerrillera de donde yo vengo, lo que algunos le llaman memoria. No, yo querría hacer una reflexión sobre todo eso, para también ayudar con nuestra propia experiencia para evitar que se repita errores que vivimos o experiencias que tuvimos que difícilmente se podrían volver a dar. Conozco lo que es la radicalidad de una lucha hasta el extremo de tomar las armas y jugarse la vida: a mí nadie me va a enseñar a ser de izquierda, ni me va a dar lecciones de lo que es ser radical en la vida. Hoy soy radicalmente reformista, por ejemplo, estoy convencido de que las trasformaciones más profundas se pueden dar mediante reformas radicales, mediante reformas revolucionarias.
–Jesús, ¿va a ir para Sonora, a Empalme?
–Quiero ir. Es uno de mis grandes pendientes personalísimos. Ojalá me dé tiempo antes todavía de salir de la presidencia. Si no, pasaré uno días en mi tierra natal, mi querido Empalme de donde es la vertiente Zambrano de la familia que provengo –sonríe.
–¿Ha pensado movilizar al PRD en Sonora? Ya ve que en Sonora el PRD no es fuerte…
–Sí. El PRD ha tenido dificultades para crecer. Lo hemos movilizado en otras ocasiones. En 1997, mi primera campaña para Gobernador, yo encabezando la lucha obtuve el 25 por ciento de los votos, cosa que nunca había sucedido para una campaña a Gobernador y ganamos todo el Sur del estado, municipios que nunca se pensó que podía ganar la izquierda; ganamos distritos federales y locales y tuvimos una representación en el Congreso del Estado muy grande. No ha vuelto a suceder ese fenómeno y hay materia prima para hacer eso. No estoy pensando en una nueva candidatura a Gobernador de Jesús Zambrano en Sonora, pero sí, por supuesto, quisiera yo contribuir a que el PRD se fortaleciera en mi tierra querida.
