Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).- El Club Deportivo Guadalajara causó polémica esta semana debido a una decisión de su directiva. En pleno ambiente de crisis hacia el ejercicio periodístico en el país, generado principalmente por el clima de violencia, el ambiente deportivo colaboró con una muestra de censura que ha causado críticas por parte del gremio y de los aficionados que entienden el valor de la libertad de expresión.
Una nota que desnudó problemas internos en el plantel de uno de los equipos más populares del país, provocó una reacción digna de otros tiempos en donde se controloba la información que debía de ser publicada. Chivas, veta por segundo año consecutivo a un reportero.
En México, el derecho a la información ha sido presa de hechos violentos que terminaron con la vida de periodistas. Encausados en la investigación de fenómenos que han sumergido al país en una ola de atentados, han dejado huérfanos y viudas por el simple hecho de hacer su trabajo. Organizaciones que ven por el derecho de ejercer la libertad de expresión, han informado sobre lo que pasa en suelo mexicano. La sociedad, bombardeada por los grandes poderes mediáticos, ve cómo la credibilidad periodística ha ido cayendo debido al miedo.
Lejos de la gravedad de la violencia, la rama encargada de lo deportivo vive un nuevo caso de censura. El veto a la información sobre una actividad que paraliza al país, ha generado severas críticas a una institución histórica que representa mucho en México. El Club Deportivo Guadalajara vive una crisis institucional a la altura de lo que presenta cada vez que el equipo sale al campo. Al borde de la frontera con los equipos en zona de descenso, la tradición es lo único que le va quedando a Chivas.
Esta semana, Eugenia Valdez Rodríguez, directora de comunicación y medios del club, informó al suplemento deportivo Cancha de Guadalajara, que estaba vetado de las instalaciones deportivas del equipo. El periodista responsable es Ramón Estrada, quien tiene una experiencia de casi quince años en el oficio. Todo se debió a una nota del día martes donde se informaba sobre un nuevo caso de jugadores a los que se les ha visto más activos en fiestas que en el terreno de juego. Al final, un recuento de todos los acontecimientos parecidos en los últimos años del club, dejaba claro que el problema de disciplina es algo constante en Chivas.
Durante febrero del año pasado, el club de Jalisco veto al diario deportivo Record con el apoyo de la Federación Mexicana de Futbol y de los 17 clubes restantes de primera división. En un comunicado en la página oficial de la FEMEXFUT, dejaban a libre elección de los equipos darle acceso al periódico. Una acción inverosímil en tiempos modernos donde las vías de información se han multiplicado gracias a las redes sociales.
El periodismo deportivo, capaz de memorizar números que solo dan un conocimiento estadístico, necesita de información política, cultural y social que puedan abrirle el panorama de lo que pasa. Ramón Estrada realizó una investigación con esos fundamentos para explicar una crisis institucional de un equipo que genera pasiones como pocas cosas en este país. Sin comparar la gravedad de lo ocurrido en el ambiente político y social, en este sector llamado deporte, se ha vetado por una nota que no gustó. Así sin más, como en tiempos pasados, la censura ha imperado más que la libertad de expresión.
