Ciudad de México, 14 de junio (SinEmbargo).- “Decide escapar por la puerta falsa. Deja en la orfandad a dos niños”, “Halla colgada a su suegra”, “Mujer se arroja a las vías del Metro”, titulares como estos se han presentado con mayor frecuencia en los últimos meses en los diarios que cubren la nota roja a nivel nacional.
El problema no es menor. Se calcula que en tan sólo tres décadas la tasa de suicidio en nuestro país se cuadruplicó, pasando de un promedio de 2 a 7.6 personas que se quitan la vida por cada 100 mil habitantes.
El problema es tan serio que legisladores de distintos partidos políticos han unido esfuerzos para visibilizar este asunto y buscar vías para reducir su incidencia. El último intento fue el exhorto de la Comisión Permanente a la Secretaría de Salud de la Cámara de Diputados para que considere al suicidio como un problema de salud pública y en consecuencia, elabore programas de prevenirlo.
El punto de acuerdo fue presentado por el Diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Leobardo Alcalá Padilla, quien consideró que prevenir el suicidio debería ser parte del esquema de salud de este país, “por la alta incidencia de jóvenes que caen en este fenómeno”.
Por su parte, la Diputada del Partido de la Revolución Democrática, Alfa González Magallanes, planteó al Gobierno Federal implementar una verdadera estrategia de salud pública para realizar acciones que permitan prevenir la muerte de miles de personas, principalmente mujeres y adolescentes.
“Necesitamos mejores políticas públicas, generación de empleos, atención médica oportuna. Ahora estamos en un buen momento para que la Secretaría de Salud atienda este grave problema”, sostuvo la legisladora.
En tanto, la frialdad de las estadísticas habla por sí mismo de un grave problema que requiere la intervención de las autoridades. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el número de personas que se quitaron la vida durante el 2010, llegó a cinco mil 12. Un año después, la cifra se incrementó y alcanzó la cifra de 5 mil 718 personas.
El Inegi precisó que los jóvenes de 15 a 24 años fueron los más propensos al suicidio. Seguido del rango de 25 a 34 años. Y el sector más susceptible fueron las mujeres que cursan la escuela secundaria. También son vulnerables las personas solteras y los desempleados.
Los datos de Inegi revelaron que el método más usado es el de ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación. Le siguieron el disparo de arma y luego el envenenamiento. El suicidio se realizó principalmente en la vivienda particular, otros sitios comunes son la calle o las carreteras.
Las entidades federativas que tienen un alto número de suicidios son:
- Estado de México con 600 casos
- Jalisco con 453
- Distrito Federal con 413
- Guanajuato con 358
- Veracruz con 309
- Chihuahua con 289
- Chiapas con 230
- Nuevo León con 218
- Tabasco con 188
- Yucatán con 186 casos
Fuente: Gaceta del Senado
Por su parte, la Diputada del Partido de la Revolución Democrática, Alfa González Magallanes, urgió a la Secretaría de Salud que fortalezca las acciones para prevenir el suicidio, especialmente entre la niñez y la juventud, sectores de la población en donde se ha incrementado.
“Consideramos que la Secretaría de Salud ha mantenido una actitud tibia ante la emergencia por la muerte miles de niñas, niños y jóvenes por esta causa”, subrayó, tras indicar que en 2010 el número de suicidios era equivalente al doble de los ocurridos en 1990.
En tanto, la Senadora priista Diva Gastélum Bajo precisó que existen tres aspectos principales por los que los jóvenes se quitan la vida: Ausencia espiritual, afectiva y económica.
“Por mucho tiempo se ha dicho que solamente la parte económica es la que ocasiona esta problemática, pido que se ponga el mayor cuidado a este tema de mayor dimensión, esto es algo serio, es la vida de la nueva generación”, puntualizó Gastélum Bajo al sumarse al punto de acuerdo.
En sus consideraciones para aprobar el proyecto, la Segunda Comisión de la Permanente concluyó que la “prevención es una necesidad que no se ha abordado adecuadamente por una continua falta de sensibilización del tema, que a su vez ha sido responsable del aumento en las cifras, a tal grado que las estimaciones realizadas indican que en 2020 las víctimas podrían ascender a 1.5 millones”.
COMISIÓN DE SALUD DE SAN LÁZARO RECHAZA INICIATIVA
En enero de este año, los diputados perredistas Trinidad Secundino Morales Vargas, Uriel Flores Aguayo y Silvano Blanco Deaquino, presentaron una iniciativa de reforma al artículo tercero de la Ley General de Salud, con el propósito de incluir a la prevención y atención del suicidio e intento de suicidio, como materia de salubridad general.
Los legisladores argumentaron que el derecho a la vida, es el fundamento central de la Constitución. No obstante, el suicidio se ha transformado en nuestro país en un obstáculo para hacer realidad los derechos humanos a la salud y a la vida.
“Lo que exige que se pase de las crónicas y las cifras, a las acciones concretas y decididas para su prevención, pues aparte de los daños humanos irreparables, se traduce en daños económicos, laborales, familiares y sociales de suma gravedad”, se lee en el texto de su proyecto.
Según cifras reveladas por Emilia Lucio, académica de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) –continúa el documento–, de 1990 al año 2000, el suicidio aumentó en 150% entre niños de 5 a 14 años, y en un 74 por ciento entre las edades de 15 a 24 años.
Estas cifras dejan al suicidio como la tercera causa de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años y la cuarta entre la población adulta, sólo por debajo de enfermedades graves como la diabetes mellitus –que causa más de 80 mil muertes al año–, enfermedades del corazón o del hígado y cáncer.
Debido a que este fenómeno ha ido en aumento en el país, especialmente entre los jóvenes, los legisladores urgieron a la Secretaría de Salud que fortalezca sus acciones para la prevención del suicidio.
“Toda pérdida de vida es dolorosa, con mayor razón, cuando nos enfrentamos a niños y jóvenes, que por diversas causas atentan contra sí mismos. ¡Cuánta injusticia, cuánta soledad han debido de sufrir! Sin duda la prevalencia del suicidio es un claro síntoma de la justicia social que existe en una nación”, se lee en su propuesta.
Lamentablemente su llamado no fue escuchado por la Comisión de Salud, que desechó la iniciativa por no incluir “el fundamento legal en que se sustenta la facultad del Congreso para legislar sobre la materia”.
ATENCIÓN PARA FAMILIARES DE SUICIDAS
La Diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alfa González Magallanes, consideró necesario que las autoridades sanitarias apoyen a los familiares de una persona que se quita la vida.
“Los familiares son quienes sufren los efectos de la muerte. Cuando una persona fallece es una situación difícil de superar, pero cuando se trata de una muerte por suicidio, es aún más complejo para los familiares tratar de entender las razones por las que alguien se quitó la vida”, indicó.
La legisladora por Coahuila consideró que uno de los principales obstáculos para brindar atención adecuada u oportuna a quien lo necesita, es la idea equivocada de que el suicidio es un tema tabú, por el fuerte impacto que genera hablar de la muerte de una persona y más aun cuando ésta fue realizada por propia mano.
“Hasta en el seno de las familias que padecen la muerte de un ser querido que se suicida, vemos que son temas tabú, como si fuera un tema de los que uno se debiera organizar”, subrayó la perredista.
Sugirió que el Estado mexicano puede apoyar a estas personas a superar el difícil momento de perder a un familiar, con terapia y atención a sus necesidades básicas. Asimismo, consideró oportuno implementar una “amplia campaña de difusión e información” sobre las políticas públicas para prevenir este tipo de lamentables sucesos.
