Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– El Diputado Marcos Medina Filigrana lanzó una iniciativa de reforma al Artículo 63 de la Constitución para impedir el estado de “excepción laboral” y los “abusos” que cometen los legisladores al incumplir con sus horarios de trabajo, faltar hasta por 10 días consecutivos en periodo de sesiones e incluso ausentarse en las jornadas donde se votan propuestas fundamentales.

En su propuesta, el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) detalla que “el estado de excepción laboral” para los representantes populares no corresponde con las exigencias que la Ley Federal del Trabajo, reformada y endurecida el año pasado por los propios legisladores, impone a los trabajadores en México.

Para Medina Filigrana es necesario reformar el Artículo 63 de la Constitución y establecer un máximo de tres faltas consecutivas para que, entonces, se llame al suplente del legislador titular a ocupar su curul.

“Estoy consciente que mi iniciativa es un pequeño paso y no creo que sea la panacea para resolver el problema de ausentismo en las cámaras. Pero sí creo que tenemos que ir avanzado gradualmente, haciendo conciencia entre los legisladores de que nos pongamos controles y de que nos pongamos las mismas reglas con que nosotros sancionamos a los demás ciudadanos”, argumenta.

Es “grave”, dice, que se permitan tantas faltas en un encargo público de tal responsabilidad. Pero es peor aún el hecho de que ni siquiera la Constitución establece una temporalidad expresa para sancionar al legislador que incumple con sus responsabilidades laborales.

“(Mi iniciativa) surge de la inquietud de ver, en primer lugar, el ausentismo en la Cámara de Diputados. Es un problema grave que tenemos y que se ha hecho evidente en el Pleno, pero que se hace presente con mayor fuerza en el trabajo en comisiones”, destaca el Diputado Marcos Medina.

“También me hizo avanzar en esta reflexión la recientemente aprobada Ley del Servicio Profesional Docente, que establece reglas que las profesoras y profesores no falten a su empleo más tres días continuos o discontinuos durante un mes”, expone.

La iniciativa fue turnada para su análisis a la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de San Lázaro. Además, su propuesta fue recogida con agrado por varios legisladores de su partido político. Sin embargo, comenta, no todos compartieron la necesidad de regular este “privilegio laboral”.

“No faltará quien ‘nos tire de a locos’ e intente dejar que las cosas se vayan a la ‘congeladora’, pero creo que tenemos también que hacer que la sociedad se pronuncie a través de los medios de comunicación o a través de las redes sociales para que vayamos poniendo a los diputados las mismas reglas con que se mide a los demás ciudadanos”, sostiene.

Su preocupación no es única ni reciente. El Diputado Marcos Medina refiere que el Proyecto de Constitución formulado por el Presidente Venustiano Carranza se justificó la necesidad de establecer sanciones a los legisladores faltistas de aquel entonces: “El abuso que sentó sus reales en las Cámaras mexicanas en la época del General Porfirio Díaz, consistente en no concurrir a las sesiones aquellos ciudadanos que residían fuera del Distrito Federal, y así cobraban sus dietas sin la menor justificación”.

AUSENTISMO, UNA CONSTANTE EN EL CONGRESO

El ausentismo en las cámaras de diputados y senadores ha sido una constante en el parlamento mexicano. Pero, como explica el Diputado Medina, existen pocas o nulas sanciones para quienes que no cumplen con sus obligaciones laborales.

Bajo el amparo del Artículo 63 constitucional, los legisladores pueden faltar a sus labores cotidianas sin que sean dados de baja, como sí pasaría con el resto de los trabajadores en México, regulados por a Ley Federal del Trabajo.

Por ejemplo, cuando los legisladores faltan a una sesión del Pleno, el reglamento interno marca que se les debe descontar el día de sueldo. Pero la realidad es otra, pues esas reglas internas les ofrecen distintos mecanismos para justificar sus ausencias.

En el caso de que legislador tenga  faltas reiteradas tampoco se le separará del cargo, pues tiene hasta 10 oportunidades consecutivas para no presentarse; si es esa la situación puede llamar a su suplente para ocupar la curul, con la posibilidad de regresar al cargo en el siguiente periodo de sesiones.

Otro parte del conflicto son las reuniones de comisiones, donde no existe ninguna Ley o reglamento que estipule un número de faltas necesarias para que el legislador se haga acreedor a alguna amonestación, aunque en muchas ocasiones el trabajo de estos órganos legislativos se encuentra detenido por la falta de quórum; es decir, que no alcanza el número de individuos necesario para que la comisión tome acuerdos.

Los legisladores se ampara en el Artículo 63 de la Carta Magna, que plantea: “Se entiende también que los diputados o senadores que falten diez días consecutivos, sin causa justificada o sin previa licencia del presidente de su respectiva Cámara, con la cual se dará conocimiento a ésta, renuncian a concurrir hasta el periodo inmediato, llamándose desde luego a los suplentes”.

LEGISLADORES FALTISTAS, EVALUADOS POR LA SOCIEDAD

El ausentismo en las Cámaras que integran el Congreso de la Unión ha sido una preocupación constante de diversas organizaciones de la sociedad civil. Ejemplo de lo anterior son las evaluaciones que realiza Integralia a la labor legislativa.

En su cuarto reporte, ciudadanos documentaron el trabajo de diputados y senadores durante septiembre y diciembre del año pasado, periodo correspondiente al primer periodo de sesiones, del primer año legislativo.

En el apartado de Comisiones Legislativas se reportó en primera instancia que México es el cuarto país con el mayor número de comisiones del mundo. Sólo detrás de Sri Lanka, Filipinas y Nigeria.

También reportaron que el número de iniciativas dictaminadas era infinitamente menor al número de propuestas que llegaban a estos órganos legislativos.

En el apartado Los legisladores, Integralia documentó la asistencia de senadores y diputados al Pleno. Detectaron que asistir a las sesiones no significa participar en la tribuna ni tampoco en las votaciones. Reportó que el promedio de asistencia individual a las sesiones del Senado fue 95% y destacó al Senador Joel Ayala Almeida del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como el legislador más faltista, con sólo 59.5% de asistencias.

Por otra parte, el porcentaje promedio de asistencia individual documentado por Integralia a las sesiones de la Cámara de Diputados fue de 94 por ciento. Destacó que 381 diputados estuvieron presentes entre 91% y 100% de las sesiones. En contraste, el legislador que menos asistió fue Víctor Manuel Bautista López, del PRD, quien registró 57.1% de asistencias.

“Esto me parece una incongruencia porque luchamos para ser diputados, luchamos por una candidatura por ganar la misma, por ganar la confianza de la gente y eso no se ve reflejado, cuando menos en el Pleno del recinto legislativo”, concluye el Diputado perredista Marcos Medina Filigrana.