La atracción sexual de lo raro y lo diferente; la moda de las barbas puede hacer más atractivos a los hombres afeitados

19/04/2014 - 12:30 am
La cada vez más abundante presencia de hombres barbados puede hacer más atractivos a aquellos sin vello facial. Foto: EFE
La cada vez más abundante presencia de hombres barbados puede hacer más atractivos a aquellos sin vello facial. Foto: EFE

Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo).- Las barbas, como cualquier tendencia, está condenada a ponerse de moda y luego dejar de serlo. En estos momentos, el vello facial en los hombres está en su mejor momento. Sin embargo, un equipo de científicos sugieren que podríamos estar acercándonos al “pico de la barba”, y esto es algo más que un pequeño consejo de moda. Se trata de que el hecho de que seamos tan volubles sobre la barba dice algo interesante sobre la selección sexual humana.

“Las barbas gruesas y grandes están de vuelta con una venganza absoluta, así que buscamos la idea subyacente en esta moda, y una de las dinámicas que pueden ser importantes es esta idea de la dependencia de la frecuencia negativa”, dijo el profesor Rob Brooks, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, uno de los autores del estudio.

Como sociedad tendemos a pasar mucho tiempo hablando de la “belleza ideal”, esa noción de que hay algunas costumbres inmutables y eternas que sustentan el atractivo sexual. Los psicólogos evolucionistas sostienen que los seres humanos están codificados de forma rígida para recoger ciertas señales físicas y que las elecciones de moda que golpean esos marcadores hacen a ciertos individuos más sexis. Estos rasgos físicos, como el pelo largo en las mujeres o las mandíbulas fuertes en los hombres, se relacionan con nociones evolucionistas de la feminidad y la masculinidad.

En un estudio reciente, sin embargo, el equipo de investigadores encontró que la sensualidad de la barba es dependiente del contexto: mientras más barbas hay, estas parecen menos sexis. Así, “cada vez más personas se suben en el vagón de la banda el valor de estar en abordo disminuye, por lo que podría ser por qué nos hemos topado con ‘pico de la barba'”, con lo que Brooks no hace referencia a otra cosa que al punto máximo de la moda en la que se ha convertido ostentar una barba abundante, publicó Royal Society journal Biology Letters.

Diferentes niveles de barba fueron valorados en el estudio, y los menos comunes resultaron más atractivos. Foto: Royal Society journal Biology Letters
Diferentes niveles de barba fueron valorados en el estudio, y los menos comunes resultaron más atractivos. Foto: Royal Society journal Biology Letters

Para el experimento, mil 453 mujeres (que se identificaron como heterosexuales o bisexuales) y 213 hombres (autoidentificados como hetereosexuales) evaluaron diferentes rostros masculinos con “cuatro niveles estándar de largo de barba”. De esta manera, ambos (barbas y rostros afeitados) resultaron más atractivos cuando eran raros. Así, el patrón reflejó un fenómeno evolutivo llamado “selección sexual dependiente de la frecuencia negativa”, o dicho de manera más simple, “una ventaja a los rasgos raros”, una característica de la naturaleza que se puede apreciar en los peces guppy machos, cuyos brillantes colores varían por esta fuerza impulsada por el cambio de preferencias de las hembras.

La “selección sexual dependiente de frecuencia negativa” no es ajena a la naturaleza del ser humano y, de hecho, también es bastante común en el reino animal, y se puede resumir en el hecho de que los rasgos raros son sexis. De esta forma, en un mar de hombres con abundante pelo, será el sujeto bien afeitado el que va destacar de entre todos. Por lo tanto, la humanidad –en lugar de tender hacia una noción idealizada de la belleza uniforme– fijada su atracción sexual, aunque sea un poco, en una afición por la singularidad.

de esta manera, se tiene que el creciente y repentino atractivo de las barbas masculinas se encuentra fundamentado simplemente en el hecho de que, durante mucho tiempo, estas no fueron consideradas precisamente aceptadas dentro de las sociedades de las décadas pasadas. Así mismo, a medida que las barbas se vuelvan más comunes y, obviamente, cuando el mundo empiece a hartarse de ellas, otro nuevo look acaparará las miradas y será más atractivo sexualmente. ¿Será este el regreso de las patillas de cochero inglés del siglo XIX?

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