Economía

Las familias no tienen qué comer, pero la burocracia y sus socios se enriquecen: Arquidiócesis

21/01/2018 - 4:30 pm

La Arquidiócesis de México refirió que la encuesta “Empleo y salario mínimo”, de la Cámara de Diputados, sólo confirma “la crisis que se asoma al final de este sexenio”. Criticó que las promesas del Presidente Enrique Peña Nieto se hayan quedado en eso, promesas, y en un lema triunfalista que dista mucho de la realidad de millones de mexicanos.

Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo).- La gran mayoría de familias mexicanas trabaja mucho y, aún así, no le alcanza, pues se enfrenta a una alta inflación y bajos salarios, lamentó este día la Arquidiócesis de México.

En su editorial Desde la Fe, la Iglesia católica recordó que el Presidente Enrique Peña Nieto prometió a los mexicanos una mejor calidad de vida y dinero suficiente para satisfacer las necesidades básicas de desarrollo, tanto personales como familiares.

Refirió también que “la generación de tres millones de empleos” se queda sólo en un lema triunfalista del Gobierno, pues los salarios disparejos abren más brechas.

“Pero las promesas se han vuelto una amarga pesadilla cuando, desde 2017, la inestabilidad de determinados sectores económicos ha provocado un alza inflacionaria como no se había visto desde el año 2000, el año de la alternancia política”.

La Arquidiócesis señaló que es doloroso constatar cómo la gran mayoría de familias mexicanas trabaja mucho, y termina viviendo en condiciones lamentables por la precaria situación de un salario mínimo que no alcanza para cubrir lo elemental.

Criticó a la clase política que sólo se preocupa por la obtención del poder, y cada vez menos en el bienestar de las familias mexicanas.

Este mes, mencionó, el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (CESOP) elaboró la encuesta “Empleo y salario mínimo”, que da cuenta de la degradación del poder económico de los trabajadores, haciendo prever lo que la clase política niega:

“La crisis que se asoma al final del sexenio. Y es que, en lo que va del sexenio, se ha perdido el 11.11 por ciento del poder adquisitivo del salario mínimo”, explicó la Iglesia.

Es decir, agregó, se necesitaría ganar tres veces el actual salario mínimo para hacerse de la canasta alimenticia recomendable.

“La inesperada y alta inflación que hemos sufrido obliga al gobierno a tomar medidas adecuadas que ayuden a los más necesitados a palear esta situación, que los hunde más en la pobreza y la desesperanza por alcanzar un futuro mejor.

“Sería un grave error mantener un discurso técnico de la macroeconomía, que no dice ni resuelve nada a la precaria economía de millones de mexicanos, que ven con impotencia cómo los precios  se elevan y los salarios no alcanzan ni de lejos el mismo nivel”, condenó la Arquidiócesis de México.

Los mexicanos tomaron las calles al inicio del año en protesta por los incrementos anunciados para lo largo de este 2018 en el precio de combustibles, Gas LP, electricidad y tortillas.

Académicos y especialistas en economía dijeron a SinEmbargo que la inflación hará pedazos el raquítico aumento a los salarios.

“Eso que aumentaron se esfumará entre enero y marzo. El año pasado fue por los gasolinazos, y este año ya empezaron los gasolinazos y aumentos a productos básicos que son muy vulnerables a los movimientos en el tipo de cambio por ser importados, como el maíz para la tortilla”, explicó el profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana, Miguel Santiago Reyes.

“Los empleos que se están generando son de baja remuneración entre uno y tres salarios mínimos. Con estos aumentos de precios estamos aventando a la gente a estar en una situación de mayor pobreza”, agregó el especialista.

Cuando el aumento al salario mínimo para 2017 fue de 73.04 a 80.04 pesos, un 9.5 por ciento, los precios de la canasta básica entre enero y octubre aumentaron casi 14 por ciento, más que el aumento salarial, documentó. Debido a ese índice de precios, hasta noviembre el salario mínimo real fue de 61.20 pesos, insuficiente para una canasta alimentaria individual de alrededor de 95 pesos.

Ahora, el incremento reportado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) a 88.36 pesos para 2018 fue de ocho pesos, un 10.39 por ciento. Pero el aumento fijo, detalló el académico, es de 3.9 por ciento, basado en la tasa de inflación que esperaban. Pero en diciembre se ubicó en 6.69 por ciento y el Banco de México (Banxico) no prevé que ceda pronto al objetivo. Por lo que tendrían que haber operado sobre el 6.5 por ciento.

El aumento en los precios de 2017 se resintió más en el gasto en transporte y alimentación, reveló una encuesta de la Alianza Nacional de Pequeños Comercianates (Anpec) aplicada en octubre a consumidores. Por su incremento, los ciudadanos dejaron de comprar artículos de mascota (14.80 por ciento), frituras (14.53 por ciento), cigarros (13.27 por ciento) y artículos de cuidado personal (10.36 por ciento).

Los salarios en México siguen perdiendo poder adquisitivo como desde nace 25 años, situación que contribuye a que más de la mitad de la población asalariada, el 51.7 por ciento, permanezca debajo de la línea de bienestar. En la presente administración, los salarios promedio y mínimo han perdido 14.4 y 3.9 por ciento de su poder adquisitivo, respectivamente, lo cual ha perpetuado la pobreza, de acuerdo con el Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana.

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