México, 22 Sep. (Notimex).- Gran cadencia, armonía, delicada técnica y memoria milimétrica demostró anoche la pianista francesa Lydie Solomon, durante el concierto que ofreció en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Ante un público que casi llenó el recinto, ataviada con un vestido de color rojo, la joven instrumentista nacida en París, Francia, fue recibida por la audiencia con aplausos y cada una de sus ejecuciones recibió el mismo trato, para al final recibir una ovación que la llevó a regalar un encore.
La pianista mostró delicadeza en cada una de las piezas que se lo exigió, fuerza en aquellas que lo requirieron y en todo momento armonía y cadencia musical que permitieron sentir el mensaje que pidieron transmitir los autores.
El concierto, titulado “El dorado. Del padre Antonio Soler a Piazzolla” y segundo ofrecido en esta ciudad, el primero fue la víspera en el Museo Nacional de Arte, fue una manifestación de su gusto por la música española y latinoamericana.
En la primera parte interpretó “Fandango”, de Antonio Soler (1729–1783); “Sonata de Scarlatti No. IX”, de Enrique Granados (1867-1916); “Malagueña”, de Isaac Albeniz (1860-1909), “La puerta de vino”, de Claude Debussy (1862-1918); “La alborada del gracioso”, de Maurice Ravel (1875-1937), y “Malagueña”, de Ernesto Lecuona (1895-1963).
Luego del intermedio, el agasajo musical continuó con “India”, de José Asunción Pérez, pieza que la también cantante y actriz inició con una breve canción, para continuar con “Invocación”, de la propia pianista.
Continuaron “Meditación”, de Carlos Chávez (1899-1978); “Perdido”, de Lydie Solomon (1982); “El nido ausente Op. 50”, de Julián Aguirre (1868-1924), y “Puck arrabal”, de Astor Piazzolla (1921-1992).
Lydie Solomon comenzó a tocar piano a los seis años, a los siete fue admitida en la Escuela Normal de Música de París y a los 11 ganó varios premios nacionales: Steinway, Claude Kahn y Saint-Nom-la Bretéche, entre otros.
Lo mismo que el Gran Premio de Honor de en el Concurso de Radio Francia, el cual le dio la oportunidad de realizar por primera vez un concierto con orquesta, la Nacional de la Guardia Republicana, en la sala Olivier Messiaen de Radio France.
A los 12 años se presentó por primera vez en el extranjero, en la Primavera Musical de Silly, en Bélgica, y continuó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música, en el que obtuvo, a los 14 años, el Primer Premio de Perfeccionamiento, por unanimidad con honores.
Se ha presentado con diversas orquestas en Corea del Sur, Francia, Bélgica y España, y cuenta con tres producciones discográficas: “Harmonie”, “El dorado. Del padre soler a Astor Piazzolla” y “De Chopin a Cuba”, en los que es claro su gusto por la música española y latinoamericana.
