Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).– La cantidad de niños migrantes detenidos en estaciones migratorias de México, casi se duplicó entre enero y septiembre de este año en relación con 2013, alertaron organizaciones civiles, por lo que es necesario un alto a la detención de menores mientras cruzan el país.

En 2013, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) fueron detenidos nueve mil niños en alguno de los más de 50 centros de detención migratoria extendidos sobre el territorio mexicano, mientras que hasta septiembre de este año, la cifra era de 17, 322 menores, dijo Vanessa Martínez, oficial de programa de la  coalición internacional contra la Detención (IDC por sus siglas en inglés).

“De estas cifras casi 40 por ciento son niños menores de 12 años y el tiempo que permanecen detenidos varía entre un día, meses, hasta años”, mencionó.

Martínez forma parte de un grupo de organizaciones que desde hace dos años realizan una campaña en contra de la detención de menores indocumentados en el país, sin embargo, reconoce, no ha sido exitosa.

“No deberíamos estar viendo esto. Nosotros queremos prevenir estas cifras. En Estados Unidos también hay incrementos de más de 50 por ciento entre julio del año pasado a este mes, con más de 60, 000 niños aprehendidos y esto no debe de ser, porque no importa las condiciones en las que esté un centro de detención, hay investigaciones que dicen que les provoca ansiedad, pesadillas y otros problemas, que perduran tiempo después de que concluye la detención”, explicó.

Por esta razón varias organizaciones entregaron el miércoles  36 mil firmas en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y en las embajadas de Estados Unidos, Honduras y Guatemala, para solicitar el alto a la detención de los menores migrantes.

“Estamos pidiendo en el marco de esta crisis humanitaria que se vive alrededor de la migración, que se adopten medidas regionales para que ya no se dé la detención de los niños y se canalicen a instituciones que garanticen que el menor se trate adecuadamente”, detalló Chasel Colorado Piña, coordinadora de Incidencia y Políticas Públicas de Amnistía Internacional (AI).

De acuerdo con Colorado Piña, México debe fomentar el diálogo con el resto de los países de origen y destino de la migración, para buscar alternativas a la detención.

“La detención de los niños nunca debe darse. La ley manda que todos los niños deberían ser canalizados al DIF [Desarrollo Integral de la Familia], pero en la práctica se quedan en estaciones migratorias”, expuso.

La activista explicó que cuando se tiene información de que hay niños migrantes, el proceso a seguir debe ser ponerse en contacto con otras instituciones, nombrar un tutor, solicitar medidas de protección, brindársele asilo e incluso un abogado y un traductor.

“Pero nada de esto sucede. Los niños se detienen hasta tres y seis meses. Las cifras de abusos contra migrantes nos dicen que las políticas del gobierno no funcionan, hay descoordinación entre las autoridades, muchas de las violaciones que se cometen tienen como base la corrupción de los funcionarios, no se ven medias claras en los estados, se debe plantear alternativas”, dijo.

LA SITUACIÓN SE AGRAVÓ DESDE 2008 

El incremento de las detenciones de niños migrantes en México se agravó a partir de 2008 y se recrudeció durante los últimos dos años, dijo Javier Urbano Reyes, coordinador del Programa de Asuntos Migratorios (Prami) de la Universidad Iberoamericana (UIA).

Urbano Reyes explicó que no se trata de un fenómeno nuevo, pero que fue reconocido por el Estado mexicano recientemente como un problema, debido a que no hay espacios suficientes para tratarlos de una forma adecuada.

“Hay una gran cantidad de jovencitos de origen centroamericano que están migrando. Las causas por las que salen de Centroamérica son varias: una de ellas es la violencia intrafamiliar; otra la necesidad de reunificación familiar, porque muchos padres ya están en Estados Unidos y pagan a traficantes para que los reunifiquen y en muchas ocasiones, los dejan abandonados en alguna parte de la ruta migratoria”, detalló.

Pero los menores también están migrando para ser reclutados por grupos del crimen organizado, obligados por secuestro o por amenaza de muerte a sus padres si no se incorporan a las filas de los criminales.

El experto de la Ibero indicó que debido a la crisis humanitaria que se vive alrededor de la migración, el Estado mexicano debe tomar medidas inmediatas para tratar el tema de los niños.

“Debe hacer una evaluación respecto de los perfiles de estos jóvenes y niños, para detectar de qué tipo de zonas provienen. Segundo, debe armonizarse una base de datos regional  de movilidad en el tema de los niños, la intervención deber ser en el ámbito de la cooperación internacional, no un país solo”, indicó.

Javier Urbano añadió que un menor no debe ser tratado, en ninguna forma bajo la legislación migratoria, sino bajo las normas internacionales de protección a los niños.

Es decir, las normas internacionales deberán estar por encima de las leyes migratorias. Además el proceso de aseguramiento de un niño debe descartarse por completo.

“Se le debe llamar niño a secas, no niño migrante, niño y tratar como tal”, agregó.