¿PADECES NOMOFOBIA O ES SÓLO ATENCIÓN AL CELULAR?

24/08/2013 - 12:00 am

Lejos quedaron los tiempos en que los teléfonos celulares se utilizaban sólo para hacer llamadas, pues pese a que sigue siendo su función principal, la mayoría del tiempo los usuarios usan y mucho su smartphone para entretenerse, checar las redes sociales o mandar mensajes.

De acuerdo con datos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) al cierre de 2012 se registraron 100 millones 727 mil suscripciones a teléfonos celulares en el país, de las cuales casi el 22% se encuentran en el Distrito Federal.

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De ellos, el 73% lo usa todo los días y no sale de su casa sin el dispositivo, según el estudio de Google “Our Mobile Planet”, que también señala que la gran mayoría (un 96%) le da uso en su casa y un 84% lo utiliza independientemente del lugar en el que esté, así sea el trabajo, un restaurante o en una reunión social.

La escena es cada vez más común, las personas caminan por las calles con audífonos puestos y los rostros sumergidos en el celular; lo mismo en un restaurante o un bar, donde en una sola mesa los ocupantes aguardan su comida sin hablar con quien tienen enfrente y en su lugar “chatean” con alguien por WhatsApp, por mencionar alguna. O incluso comiendo checan sus notificaciones por debajo del mantel.

NOMOFOBIA

¿Puede esto volverse un problema? La respuesta es sí, podrías tener “nomofobia”, término acuñado en 2008 luego de que la Oficina de Correos de Reino Unido realizara una encuesta, y que viene de la unión de las palabras “No Mobile Phobia” o fobia a no tener consigo el celular.

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El resultado más destacado que arrojó la encuesta fue que un 53% de los usuarios admitieron sentir miedo a no traer con ellos el teléfono, lo que significa un problema en ascenso, pues cuatro años después del primer estudio, la consultora británica SecurEnvoy registró un aumento en el porcentaje (hasta el 66%) de personas que temen salir y vivir sin este aparato.

El sector por edad más afectado fue el de los jóvenes entre 18 y 24 años, seguido por los de 25 a 34, ambos rangos donde las mujeres están más preocupadas que los hombres por la pérdida u olvido de su cel.

Incluso con las diferencias culturales entre los británicos y los mexicanos, la angustia por estar lejos de este dispositivo son las mismas, como en el caso de Brenda, una estudiante defeña de 23 años cuyo iPhone 5 considera su bien más preciado “afortunadamente nunca lo he olvidado, me sentiría con las manos vacías”, dice a SD.

“De dejarlo olvidado me preocuparía por si alguien quiere hablar conmigo o si pasa algo grave y yo estoy incomunicada, además de que corre el riesgo de que alguien en mi casa lo revise o use sin mi permiso”, continúa.

Como ella lo dice, la sensación de total incomunicación es un “síntoma” de la nomofobia, que en sí no podía considerarse como tal porque las fobias responden a temores irracionales o aversiones obsesivas a algo; sin embargo se puede llegar a niveles de dependencia similares a los de un adicto.

Otros de los signos de que tu apego al celular está fuera de control es sentir soledad, estrés, vulnerabilidad y hasta ansiedad o ataques de pánico cuando no lo tienes en las manos.

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Y por otro lado, cuando lo traes contigo sueles revisarlo aún cuando no haya alguna notificación, o en caso de haberla interrumpes cualquier actividad para checarla. Además buscas cualquier lugar para cargarlo por temor a que se le baje o termine la batería.

Además presta atención de en dónde lo portas, si lo llevas en los bolsos del pantalón, saco o chamarra significa un mayor apego y alta valoración por sobre los que lo guardan en su bolsa de mano o un estuche ajeno a la vestimenta.

Y sobre todo, toma en cuenta las ocasiones en que otras personas te dicen que dejes el celular, señal clave de que se está volviendo obsesivo.

CADA 6 MINUTOS

¿Has contado cuántas veces al día revisas si tienes nuevas notificaciones en tu celular, lo desbloqueas o sólo lo tocas para ver la hora? Un nuevo estudio arroja que en promedio, los usuarios checan su móvil en 150 ocasiones.

A finales de julio la firma analista y de Marketing Oracle Eloqua publicó los resultados de un estudio que dice que las personas con smartphones no pueden estar más de seis minutos sin mirarlo, es decir, a lo largo de un día lo revisan unas 150 veces.

En 2011, la revista británica Personal and Ubiquitous Computing hizo una investigación parecida donde concluyó que la frecuencia media en que se revisa el teléfono es de 34 veces al día, con duración de 30 segundos cada 10 minutos. Entonces, acorde con ambos análisis, el apego de la gente a su celular aumentó más de cuatro veces y el tiempo de espera se redujo en 4 minutos en sólo dos años.

Desde aquella ocasión, los realizadores definieron esta compulsión como “hábito de checar” que con el tiempo llevamos a cabo automáticamente, “no nos damos cuenta de que lo hacemos, es un comportamiento inconsciente”, dijo en su momento el neurocientífico de la Universidad de California, Loren Frank a CNN.

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Estas ganas de verificar obsesivamente proviene de cuando el cerebro se acostumbra a la retroalimentación positiva, alojada en la parte “estriada ventral” del órgano, donde recaen los estímulos cargados de emociones y eventos relacionados con recompensas, explica.

 ¿CONTAGIOSO?

Quizá alguna vez te ha pasado, estás en una reunión y alguno de los presentes saca su teléfono, segundos después o una vez que éste lo guardó extraes el tuyo del bolsillo casi inconscientemente.

Científicos de la Universidad de Michigan llevaron a cabo a finales de 2012 un estudio que concluye que el uso de celulares puede ser contagioso, o dicho de otra manera, que una persona es más propensa a utilizarlo cuando alguien más lo hace.

De acuerdo con información del diario español ABC, Daniel Kruger, el autor del estudio dice que este patrón de conducta puede atribuirse a que las personas no desean sentirse excluidas de una colectividad, o bien que lo hacen para demostrar que tienen vínculos sociales fuera del grupo con el que están conviviendo.

El estudio se llevó a cabo bajo la tesis de que a pesar de que la tecnología cada vez rompe más las barreras de la comunicación, hay quienes la usan como barreras para evitar la interacción con otros de manera pública.

Y eso no se puede negar, es común que el celular se use como un escondite protector ante las situaciones incómodas, como cuando finges que te encuentras ocupado aunque en tu pantalla en realidad estés matando zombies con chícharos voladores.

El profesor de ciencias de la comunicación de la Universidad de Standford, Clifford Nass dice que la verificación habitual también se puede convertir en una manera de evitar interactuar con la gente o postergar nuestras responsabilidades, “consultar constantemente tu smartphone, es un intento de no tener que pensar mucho, pero sí sentir que haces algo”.

¡DESCONÉCTATE!

La agencia de publicidad brasileña Fischer & Friends publicó en junio de este año un video con su propuesta para que las reuniones de amigos no acontezcan entre caras pegadas a un teléfono.

Se trata del “Offline Glass”, un vaso que tiene un hueco en la base justo donde entra el celular, así que si quieres tomar una cerveza tendrás que desprenderte de él al manos en el tiempo que la tomas, porque de lo contrario el recipiente se desnivelará tirando el líquido.

La iniciativa comenzó en el bar Salve Jorge de Sao Paulo donde se grabó el video promocional que dicta “Salve Jorge ha rescatado a la gente del mundo en línea y los llevó de regreso a las mesas de los bares”.

Parece una iniciativa un poco desesperada pero efectiva ante esta creciente situación.

 

REDES SOCIALES, JUEGOS Y MÚSICA

La compañía Oracle Eloqua cuyo estudio menciona que el celular se revisa unas 150 veces desglosa sus datos:

– La acción más común es verificar el cel para responder mensajes, ya sea vía SMS, Whatsapp, Line, iMessage o demás servicios de mensajería instantánea. Esta acción ocupa 23 de las 150 veces que se verá el celular.

– Entre 22 y 18 ocasiones al día, el teléfono se usa para contestar o hacer llamadas y ver la hora, de acuerdo con la investigación.

-Lo siguiente es otra de las funciones secundarias de los celulares: la música. Para escucharla los usuarios típicos utilizan su dispositivo unas 13 veces.

-Con 12 ocasiones están los juegos, pero recordemos que es un promedio,  ya que probablemente un jugador de “Candy Crush” lo revisa cada que sus cinco vidas se han completado.

-Las redes sociales, tan presentes hoy día en nuestra vida, se encuentran hasta el sexto puesto con 9 veces.

-Los siguientes tres números (8, 6 y 5 respectivamente) van para tomar fotos o grabar video, leer noticias o alertas que hayan llegado y revisar el calendario.

-Mirar páginas web y realizar búsquedas a través de ella se encuentran en los últimos puestos, empatadas en tres ocasiones.

 

Gráfico: Eloqua.com
Gráfico: Eloqua.com

En el caso particular de México las costumbres cambian, pues según el estudio “Our Mobile Planet” fechado en mayo de 2013 que mencionamos al principio, las principales funciones que un usuario mexicano usa en su smartphone son: el acceso  a una red social, navegar por internet, escuchar música, enviar y recibir correos, mirar videos, jugar y leer portales de noticias.

El mismo estudio señala que el 40% de las personas encuestadas renunciaría a ver la televisión en vez de dejar el teléfono móvil .

Imagen: Our Mobile Planet
Imagen: Our Mobile Planet

Si eres de ese porcentaje de personas que no puede soltar el celular en las vacaciones o para dormir, considera que estos hábitos pueden mermar tu salud.

Según una encuesta de The Online Psychology Degree, un 90% de los estadounidenses entre 18 y 29 años duerme al lado de su teléfono o muy cerca de él, lo cual en más de la mitad de los casos no les permite completar el tiempo de sueño que requieren.

En parte porque las luces artificiales de las tabletas, lap tops y teléfonos móviles modifican el estado natural del cuerpo afectando los químicos en el cerebro por lo que no se descansa igual, eso sumado a si alguna vibración o ruido te despierta comenzarás a sufrir trastornos de sueño, relacionados comúnmente con estrés y depresión, además de que repercutiría en tu desempeño laborar o escolar y en tu estado de alerta.

 

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