Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo) .- El padre Alejandro Solalinde denunció los malos tratos que viven los migrantes en Acayucan, Veracruz, mismos que habrían originado un motín.
De acuerdo con el prelado, la noche del viernes un grupo de migrantes se hartó de la situación que se vive en la estación migratoria de dicho municipio y dio inicio un motín, que fue controlado por autoridades migratorias y marinos.
Detalló que algunos migrantes sacaron dos colchonetas al patio y las quemaron, pero el subdelegado migratorio, Antonio Romero Lajud, pidió apoyó a la Marina y a policías para controlar la situación.
Según Solalinde, los migrantes inconformes fueron golpeados salvajemente, por lo que exige una investigación de los hechos.
Denunció que algunos fueron enviados a Tapachula, Chiapas, para deportarlos, mientras que otros fueron sacados del inmueble para ser colocados en un auto y que durante la visita de los delegados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no fueran vistos.
Aunque dijo desconocer el número de heridos, el padre pidió la intervención de las autoridades de manera inmediata.
Asimismo exige la presentación de los migrantes que fueron golpeados.
El defensor de los derechos humanos afirmó que la estación de Acayucan “es una cárcel con capacidad para 800 personas, con paredes altas, personal de la policía, donde los migrantes están en celdas con candado, ingiriendo comida en mal estado”.
Solalinde dijo que el subdelegado migratorio “recibe una partida” para los migrantes, pero no se sabe “a dónde va a parar el dinero”.
El sacerdote denunció que Romero “lucra con los propios migrantes”, por lo que éstos no están conformes con el trato que se les da.
Solalinde afirmó que incluso agentes de migración han denunciado atropellos por parte de su propia gente.
