Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).- Pocas cantantes tan temperamentales y mágicas como la fallecida Chavela Vargas, símbolo de la “azotada” canción mexicana y la española Martirio, la que entre copla flamenca y jazz y otras cositas ha hecho llorar a públicos de varios sitios.
En 2013, a poco tiempo de la desaparición física de “La Chamana”, como llamaron a la intérprete nacida en realidad en Costa Rica 17 de abril de 1919 y muerta en Cuernavaca el 5 de agosto de 2012, María Isabel Quiñones “Martirio”, presentó el disco Un mundo raro.
Se trata de un homenaje a la persona que más le enseñó “sin dar lecciones”, por medio del cual adapta al compás del flamenco 10 temas del repertorio de la mexicana, una persona que conoció de cerca, compartió momentos inolvidables tanto arriba como debajo del escenario y de la que, afirmó, sigue aprendiendo.
En el disco y en la gira de presentación la acompaña su hijo, el guitarrista Raúl Rodríguez, un encuentro musical entre madre e hijo, tal como se estila en Andalucía, ha dicho la intérprete española a la agencia efe.
Martirio conoció a Chavela Vargas en 1993, en la Sala Caracol, de Madrid, donde aprendió a valorar la particular forma de cantar que tenía la mexicana.
“Transmite y llega al público de una forma increíble, que lo transforma y hace que llore lágrimas de limpieza y que pueda salir renovado tras conectar cada uno consigo mismo”, dijo.
“Era una cantante que tenía el quejío de Paco Toronjo en México y que despertaba con su voz los mismos sentimientos en su público”, agregó.
UN MUNDO RARO Y MEXICANO
Ahora llegó el tiempo de presentación del disco en México, la tierra de adopción de Chavela Vargas, un hecho que se producirá el sábado 17 y el domingo 18 de mayo próximos, mediante un espectáculo que se ha dado en llamar “Cantes por Chavela”.
Acompañada por su hijo Raúl Rodríguez, la española regresa a nuestro país tras su presentación en el concierto de despedida a la Vargas en 2012 en el Palacio de Bellas Artes.
Hace ya 30 años, Martirio impresionó con sus versiones del bolero cubano en clave flamenca, una magia que replica con la reinterpretación de la canción ranchera. ahora rehace esta misma magia con su reinterpretación de la canción ranchera.
María Isabel Quiñones¡ es pionera en la recuperación y actualización de joyas de la música popular española y sudamericana. La cantante se define a sí misma como “una arqueóloga musical”.
Su imagen enigmática y sofisticada es la tarjeta de presentación de una artista viva, siempre vanguardista. Ha colaborado con artistas como: Chano Domínguez, su ex pareja Kiko Veneno, Raimundo Amador, Javier Ruibal, Miguel Poveda, Vicente Amigo, Lila Downs, Omara Portuondo, Franco Battiato, Compay Segundo, Chucho Valdés y Simón Díaz.
