Alumnos de la Normal de Ayotzinapa acusan la persecución y la criminalización a la que los gobiernos federal y de Guerrero insisten en someterlos. Pero afirman que no cederán: esta escuela “es de lucha”, dicen.
Ciudad de México, 25 de septiembre (SinEmbargo).– “Desde el 26 o 27 de septiembre hay chavos que han salido de aquí (Escuela Normal Rural Raúl Isidro Brugos) por miedo, o no han entrado por lo mismo: por miedo”, declaran los estudiantes de nuevo ingreso de la Normal de Ayotzinapa.
La única alternativa de estudio para decenas de jóvenes mexicanos se desvanece tras la persecución, ataque y desaparición de 43 normalistas hace casi un año, ya que desde la tragedia sucedida en Iguala, Guerrero, el panorama para los normalistas en todo el país, especialmente en Guerrero, se ha complicado. Sin embargo, los alumnos de la Normal Raúl Isidro Burgos saben que no pueden acudir a otra escuela simplemente porque no tienen “el recurso suficiente”.
A pesar del hostigamiento por parte de las autoridades y la criminalización que sufren por parte de la sociedad, la nueva generación de estudiantes en Ayotzinapa sostiene que esta institución educativa es una respuesta para contrarrestar las carencias de sus comunidades y afirman que no desistirán en su búsqueda de soluciones. Esta escuela “es de lucha”, afirman.
