Turquía es un puente para volcarse comercialmente en Asia: José Antonio Meade

29/07/2013 - 2:27 pm

Estambul, 29 jul (EFE).- México ve a Turquía como un elemento importante en la estrategia de expansión económica que comparte con el resto de naciones de la Alianza del Pacífico, motivo por el que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, visitará el país eurasiático a principios de septiembre.

Este histórico viaje, el primero de un jefe de Estado mexicano a Turquía, es uno de los principales temas de la agenda de la visita que José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Relaciones Exteriores de México, realiza hasta mañana a Turquía.

La visita de Peña Nieto, que tendrá lugar justo antes de la cumbre del G20 en San Petersburgo de los días 5 y 6 de septiembre, es una ocasión histórica.

“La relación entre México y Turquía cumple 85 años, pero será por primera vez que el presidente mexicano haga una visita oficial; refleja el interés de tener con Turquía una relación más fuerte y más cercana, de construir un mejor andamiaje para una relación de largo plazo”, dijo Meade durante una entrevista con Efe en Estambul.

Turquía y México son dos economías de tamaño similar, las número 14 y 17 del mundo, respectivamente, pero comparten mucho más, señala el secretario de Exteriores.

“Los dos somos países de múltiples pertenencias, México es norteamericana y latinoamericana, Turquía es un puente entre Oriente Medio y Europa; los dos somos vecinos de mercados importantes”, señaló en alusión a Estados Unidos y la Unión Europea.

Meade recuerda que ambos países son “economías del G20 y miembros de la OCDE”, y lamenta que los espacios de complementariedad no se hayan “reflejado todavía ni en un intercambio estudiantil, ni en uno cultural, ni en uno económico vigoroso”.

La mano tendida a Turquía se inscribe en un marco de expansión que México acomete como parte de la Alianza del Pacífico, que comparte con Colombia, Chile y Perú.

Una expansión ya manifestada en la creación a principios de año de una oficina de promoción de la Alianza en Estambul.

“Apenas está empezando a funcionar; cada uno de los países ha nombrado a estos efectos algo de personal, pero compartimos espacio, gastos y una plataforma de promoción”, señala el secretario.

Algo similar se hará en breve a nivel diplomático: habrá embajadas compartidas. La primera, la de Ghana, “se hará realidad este mismo año”, y se están “explorando alternativas en Singapur”.

“Es un proyecto piloto que tiene potencial de crecer, que nos permitirá desarrollar una política de promoción bilateral mucho más barata y eficiente”.

La Alianza seguirá creciendo, anuncia Meade: “En breves meses ha dado importantes resultados en materia de movilidad de personas, en movilidad de capital, en densidad en la relación comercial, y se estima que en plazo breve podrán sumarse como miembros tanto Costa Rica como Panamá”.

El objetivo primordial está al otro lado del océano que le da nombre: la Alianza agrupa a países que comparten principios en materia de política pública y exterior y forma una plataforma para “volcarse hacia Asia”, con la posibilidad de asociarse con uniones como la que agrupa a los países del Sureste Asiático.

Meade recuerda que no fue casualidad que el primer viaje oficial de Peña Nieto fuera de América fuera a China y a Japón.

“Estamos buscando incrementar la vinculación con China, que ya es el tercer socio comercial de México. Hay una intencionalidad de ser parte de esa región, que hoy explica el 40 por ciento del crecimiento de mundo”, subraya.

Y Turquía es parte de esta visión: “No es casual que el presidente Peña Nieto busque en el primer año (de su mandato) venir a Turquía, que juega un papel en Medio Oriente y como puente entre Europa y Asia”.

Otro frente de México es el gran vecino de su frontera norte, desde el que llegan noticias positivas, como la ley integral de regulación de la inmigración, aprobada ya por el Senado estadounidense pero pendiente del visto bueno de la Cámara de Representantes.

“Encontramos en ella elementos muy positivos: tiene el potencial de apoyar con una inserción más plena, con un marco jurídico más transparente, a muchos inmigrantes que han contribuido al desarrollo de los Estados Unidos. La reforma les reconoce esa importancia y a todo eso México le ha dado la bienvenida”, se alegra.

Pero “hay mucho trabajo que tiene que seguir haciéndose: un desarrollo conjunto y corresponsable del control de la frontera, que implica que nos demos cuenta de que somos dos países que comercian más de un millón de dólares cada minuto y que tienen más de un millón de cruces legales todos los días”, algo que “se ha traducido en prosperidad compartida” y que debe seguir viéndose así, insiste.

La ley propuesta prevé invertir en el aumento de la valla y el número de agentes de vigilancia. “Justamente los temas que tenemos que seguir trabajando para que este enfoque de desarrollo de la frontera sea corresponsable y compartido”, admite el canciller. EFE

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