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No es show: La historia dice que los presidentes de EU cumplen sus promesas (y amenazas), alerta NYT

30/05/2016 - 6:05 pm

Si el republicano Donald Trump gana la Presidencia de Estados Unidos, los ciudadanos pueden estar seguros de que cumplirá sus promesas de campaña, como la deportación de 11 millones de trabajadores indocumentados y la construcción de una barda en la frontera con México, a pesar del alto costo económico que estas acciones puedan tener, señala el diario estadounidense The New York Times.

El candidato republicano Donald Trump fue acusado de violentar mujeres. Foto: EFE
La campaña de Trump ha estado marcada por una serie de propuestas controversiales, principalmente en contra de la población migrante. Foto: EFE

Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo).- En caso de que el republicano Donald Trump lograra ganar la Presidencia de Estados Unidos, en noviembre próximo, es casi seguro que cumpla su promesa de empezar con la deportación de millones de mexicanos, así como de construir una barda a lo largo de la frontera, para dividir a los dos países, así lo consideraron analistas políticos.

La historia presidencial en Estados Unidos, señalan, muestra que los mandatarios que recién empiezan en su mandato, se sienten obligados a cumplir sus promesas de campaña y por más controvertidas que resulten las de Trump, puede tomarse como casi un hecho que las cumple.

“Los nuevos presidentes en realidad creen que tienen un mandato, se sienten empoderados”, dijo al diario The New York Times Shirley Anne Warshaw, una experta en presidencialismo en la Universidad de Gettysburg. “No hay ninguna razón para pensar que sería diferente esta vez”, agregó.

Investigaciones académicas respaldan la teoría de Warshaw, por lo que, según el rotativo, puede esperarse que Trump no sólo cumpla con las promesas catalogadas como racistas, sino también con aquellas que puede ser una controversia en el ámbito económico como sacar a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994, acción que, según expertos, no sólo golpearía al crecimiento de México, sino del mismo EU.

El diario advierte que tanto estas promesas de Trump, como la postura proteccionista de la aspirante demócrata, Hillary Clinton, no deben tomarse como “show político” o mera retórica.

“Los políticos y los votantes deben asumir que un Presidente Trump comenzaría a deportar a millones de inmigrantes indocumentados y la construcción de un muro en la frontera con México, amenazar a China con una guerra comercial, hacer retroceder la normativa relativa a Wall Street y el medio ambiente, y hacer las paces con Presidente el ruso Vladimir V. Putin”, dice el rotativo.

“En el otro supuesto, la Presidenta Clinton tratará de aumentar los impuestos a los ricos, iniciar una pléyade de nuevos programas sociales que se encuentran muy por debajo de lo que Bernie Sanders –su contendiente al interior el partido– ha abogado y obstaculizar la propuesta del Acuerdo Comercial Trans-Pacífico (TPP)”, agrega.

LOS ANTECESORES

Bill y Hillary Clinton. Foto: Efe
Bill Clinton cumplió con la promesa de campaña de permitir que homosexuales se pudieran enlistar en el Ejército. Foto: Efe

La prueba de que las promesas de ambos no son sólo un “show”, analiza el rotativo, son sus antecesores:

En 1981, el republicano Ronald Reagan, cumplió son su promesas de reducción de impuestos, a pesar de que durante su campaña siempre hubo escepticismo sobre si cumpliría o no.

En 2009, cuando asumió el actual Presidente, el demócrata Barack Obama, había serías dudas sobre la estructura del sistema de saludo, una de sus principales banderas de campaña, y a pesar de la controvertido Obama Care [que extiende y mejora el acceso de los cuidados a la salud y disminuye el gasto mediante regulaciones e impuestos] se ha mantenido como uno de los ejes de su Gobierno.

“A veces los presidentes siguen compromisos de campaña que son políticamente arriesgada. El Presidente Bill Clinton [1993-2001] cumplió su promesa de aliviar la prohibición de enlistar a homosexuales en el Ejército, que en ese momento no era popular. También, algunos presidentes necesitan ser arrastrados a romper una promesa imprudente. Así se le “arrastró” a George Bush padre [1989-1993] a romper su promesa de no imponer nuevos impuestos. El acuerdo sobre el presupuesto en 1990, con el incremento de impuestos tuvo dos efectos: ayudó a marcar el comienzo de los tiempos de bonanza económica de la década de 1990 y tuvo un costo Bush político para Bush –que perdió la reelección”, agrega la publicación.

Recuerda que Trump se ha lanzado en contra de los políticos que no cumplen sus promesas, por lo que se puede tener la certeza de que, si llega a la Presidencia, deportará a 11 millones de trabajadores indocumentados.

“Dijo que iba a hacerlo en más de dos años, sin especificar cómo iba a cubrir los costos astronómicos. También podría tratar de iniciar la construcción del muro en la frontera sur de Estados Unidos, aunque lo más probable es que pueda costar mucho más de lo que estima y no va a ser capaz de obligar a México a pagar por ello”, señaló el rotativo.

En cuanto al comercio, las leyes nacionales e internacionales que limitarían su capacidad para hacer valer su voto para imponer enormes aranceles a los productos chinos o mexicanos, “se podría tratar de eludir esas restricciones mediante la invocación de los poderes presidenciales en la respuesta a una ‘amenaza inusual y extraordinaria’”.

Con Trump en la Presidencia, enfatiza la publicación, se podría esperar una regulación ambiental favorable a la industria.

 LA POLÍTICA EXTERIOR

Clinton y su rival demócrata Bernie Sanders, quien en las últimas semanas ha desperado interés por sus propuestas. Foto: Especial.
Clinton y su rival demócrata Bernie Sanders, quien en las últimas semanas ha desperado interés por sus propuestas. Foto: Especial.

Advierte que en materia de política exterior, Trump no ha sido lo suficientemente claro, y sus declaraciones ha sido básicamente “genéricas”.

“Otros países tienen que soportar una mayor carga para su propia defensa, por ejemplo. Hay algunos puntos de vista no convencionales: Se ha hablado de su admiración por Putin. El Presidente puede tomar una acción militar contra una amenaza percibida y el señor Trump podría no ser tímido en hacer eso”, apunta.

En el caso de Hillary Clinton, destaca que algunos partidarios de la política de Wall Street dicen que sus propuestas y su discurso de ataque a los bancos es sólo una respuesta política a su rival demócrata, Bernie Sanders, quien llama a ‘no apostar por ella’. “Pero usted puede apostar que ella va a empujar duro para aumentar los impuestos a los ricos”.

Afirma el NYT que tanto a Trump como a Clinton les falta especificar una serie de aspectos sobre su política

“Pero tanto él, como la señora Clinton, han establecido una hoja de ruta de hacia dónde quieren llevar al país que los votantes deben tomar en serio”, expresa.

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